La gran noche de Vega (Joy Eslava, 28.10.2011)

Aunque haya pasado ya casi una década desde que el destino la llevase a pasar unos meses en cierta archiconocida academia televisiva, parece inevitable que algunos sigan asociando a Vega con aquel fenómeno, para lo bueno, unas veces, y, otras -casi todas-, para lo malo, y entiéndase por malo un puñado de prejuicios que sirven a muchos de barrera, como una especie de venda que les impide ver mas allá de algo que no es sino una parte más del todo.

Vega no ha inventado la rueda. Oh, sorpresa. Pero, con cuatro discos y mucho escenario a sus espaldas, ha demostrado muy buenas maneras, personalidad y la continua necesidad de mejorar, de crecer, de no quedarse en lo obvio. El salto cualitativo con Metamorfosis fue grande y ahora, con La Cuenta Atrás, confirma que, si el presente es bueno, el futuro es aún más prometedor. Y, además, en un arranque de valentía, decidió liarse la manta a la cabeza y hacer el disco que quería, dónde quería, cómo quería y con quién quería. Y lo más importante, rompiendo el cerdito y tirando de ahorros. No hubo discográfica detrás, pero le dio igual. Luego ya llegó Sony a darle alegría al cuento, pero el trabajo estaba hecho: Mercedes ya había dado el salto.

Hace poco más de un mes salió al mercado La cuenta atrás y la noche del pasado 28 de octubre tocaba vestir de gala las nuevas canciones y presentárselas en directo al gran público. La cita era sobre las tablas de la madrileña Joy Eslava y días antes de que se abriesen las puertas, ya se había colgado el cartel de ‘Entradas Agotadas’. Que la noche era especial para su protagonista es algo que quedó claro desde el primer minuto. Se notaba en su actitud y se notaba en el ambiente. Eso, junto con el nivel de entrega de los seis músicos que había sobre el escenario fue sin duda lo mejor del concierto. Lástima que el sonido no estuviese a la altura y que durante buena parte de la actuación los instrumentos lograsen hacerle sombra –demasiada- a la voz de la cordobesa.

El concierto empezó unos minutos más tarde de la hora prevista, después de que Eme Dj amenizase la espera pinchando temas de todo tipo, incluyendo el remix que hizo hace algunos meses del “Errante” de Niños Mutantes. Los 5 músicos que acompañan a Vega aparecieron en el escenario y arrancaron una introducción instrumental que fue preparando el terreno para la cordobesa que, cuando por fin apareció, lo hizo enfundada en el mismo mono que lleva en la portada del vinilo de La Cuenta Atrás –sin escafandra, eso sí- y agarrada a una Telecaster. Abrieron fuego con el tema que da nombre al disco y enlazaron del tirón otros dos de los nuevos, «La Tregua» –probablemente una de las mejores canciones del álbum- y «Réquiem». Y así llegó el primer gran momento de la noche, cuando empezaron a sonar los acordes de «Grita», el primer single de la carrera de Vega, y la Joy se convirtió en un coro de voces que acabó con la cordobesa visiblemente emocionada.

Por si no había quedado lo suficientemente claro con sus gestos, un par de temas después, Vega convirtió su agradecimiento en palabras, recordando cómo de tocar ante 50 personas había llegado a una noche como esa, con una audiencia que llegaba al millar. Y dio las gracias y, para rematarlo, tiró de versión y se marcó una gran «Como yo te amo».

Nos acercábamos ya al ecuador del concierto e iba siendo hora de, entre las nuevas composiciones, ir acordándose de alguna de sus hermanas mayores, y así les fue llegando el turno a «Lolita», «Mejor Mañana» y «Cuánta decepción». Con ellas, una animadísima «Para bailar» y «1906 estrellas nuevas» se llegó al primer final. Pero fue justo antes cuando Mercedes demostró que mima a su público como pocos. Porque Joy Eslava es en esencia una sala de fiesta, al finalizar los conciertos se procede el desalojo prácticamente inmediato del recinto, lo que deja poco margen para algo a lo que Vega parece no querer renunciar, que es ese rato de charla, fotos y firmas. Así que para solucionarlo, emplazó a todo aquel que quisiese a pasarse por un local cercano para todo eso y, por qué no, también para una buena fiesta.

Después del amago de despedida, que apenas duró unos segundos, llegaron la lluvia de chapas –con algún descalabro incluido- y «Nueva York», claramente una de las favoritas del público. Llegados a este punto sería injusto no dedicarle unas líneas a  Quique Fuentes, fiel escudero de la cordobesa, que colocado a su izquierda, estuvo soberbio a las seis cuerdas, sobre todo cada vez que se enfundaba la Gretsch, y el único que sí sonó de forma nítida a lo largo de la hora y cuarto de concierto.

Tras el derroche de buen rollo y energía de «Como yo no hay dos», carta de presentación de La Cuenta Atrás, el respetable, rendido a la cordobesa desde el principio, se encargó de arrancarle las lágrimas una vez más, con una mezcla de vítores y aplausos . Ella correspondió con la mejor interpretación de la noche. Porque con «A tientas» sí que sonó nítida y potente su voz, sí que se impuso y consiguió levantarse por encima de todo lo demás, sirviendo así para poner un gran broche a una noche especial para Mercedes y que, con lo bueno y a pesar de lo malo, mereció la pena compartir con ella.

Vega (Madrid, Sala Joy Eslava – 28.10.2011)

01. La cuenta atrás
02. La tregua
03. Réquiem
04. Grita
05. 48 horas
06. Me compadezco de ti
07. El más feliz
08. Como yo te amo
09. Lolita
10. Sin dudar
11. Mejor mañana
12. 700 cartas
13. Para bailar
14. Cuánta decepción
15. 1906 estrellas nuevas

Bises

16. Nueva York
17. Como yo no hay dos
18. A tientas

Copiloto y su Círculo de Confianza (Sala El Sol, 22.10.2011)

La noche madrileña está templada. Es un sábado de otoño de esos en los que la lluvia se insinúa pero no llega a caer. Ideal para pasear y tomarse unas cañas antes de acudir a la cita con Copiloto y su Círculo de Confianza. La cita es en la sala Sol, el lugar elegido para presentar ante el público de la capital los temas del tercer largo del oscense, ‘El inicio, el desencanto y el círculo de confianza’. Un disco éste con el que parece que el señor Almazán va definiendo un poco más su estilo. Si «Defensa del artista que no existe» nos sirvió para conocer su música y «Un segundo luminoso» para tener claro que había llegado para quedarse, este tercero es toda una declaración de intenciones.

Con media hora de retraso sobre la hora oficial, Alberto Iniesta abre fuego y, acompañado tan sólo de un sintetizador, repasa algunos de los temas del repertorio de Ultranol, entre los que cabe destacar ‘Cortando y pegando’. Algún problemilla con el sintetizador amenaza con estropearle la noche, pero sale airoso, sonriente y simpático. Tras un breve set, deja el escenario libre para el plato principal de la noche.

Sin apenas tiempo de espera, Javier Almazán irrumpe en el escenario armado con su Rickenbacker y flanqueado por los 4 músicos que le acompañan sobre las tablas, Rafa Domínguez (guitarra, teclado y coros) y los tres miembros del Círculo de Confianza: Javier Polo (batería) Jorge Pérez (bajo) y Javier Tafalla (guitarra). E, igual que el disco, empiezan con «Prêt à Porter» y siguen con «Yo se lo tengo que decir». No suena mal, pero en los primeros temas las guitarras -tres en total- eclipsan un poco la voz, que aún así, va ganando enteros con las canciones.

Con muy buen hacer, los cinco músicos van desgranando uno a uno los temas del último disco y recordando algunos de los antiguos, con Almazán abandonando a ratos la guitarra en favor del piano para atacar temas como «Lista de convocados» o «El modelo de Watson y Crick».

A pesar de la entrega de la banda, la respuesta de la sala, a medio llenar, es tibia y el respetable no da sensación de estar totalmente metido en el concierto. Sólo en el tramo final parece animarse más y son temas como «Moleskine» o un gran «Salvar el día», con la banda crecida, los que arrancan las mejores reacciones, justo antes de los bises.

Despedida en falso, un par de minutos de espera y reaparece Almazán, solo esta vez, porque explica que le apetece mucho tocar el siguiente tema pero a la banda no le ha dado tiempo prepararlo. Y así, sólo guitarra y voz, suena «Copiloto», su carta de presentación hace más de tres años. Y suena nitidita, limpia, intensa y lo presentes se arrancan tímidamente a cantar en uno de los mejores momentos de la velada.

No queda ya casi nada y con «Vendrá Cantando» y un gran derroche de energía para rematar la faena con «Chicos en pie de guerra» dan por finalizada la velada. Y dejan claro que con Copiloto y su Círculo de Confianza, de desencanto nada.

 Copiloto & El Círculo de Confianza (Madrid, Sala El Sol – 22.10.2011)

01.  Prêt à Porter
02.  Yo se lo tengo que decir
03.  Sidecar
04.  La conjura de los necios
05.  Lista de convocados
06.  Ayuda internacional
07.  EL modelo de Watson y Crick
08.  Ya me conoces
09.  Direcciones y flechas
10.  Enésima canción de autoayuda
11.  Que tu suelo se mueva
12.  SP
13.  Yo no quiero a nadie
14.  Dotes innatas
15.  Moleskine
16.  Salva el día

Bises

17.  Copiloto
18.  Vendrá cantando
19.  Chicos en pie de guerra

El Erizo Albino

El erizo albino es un pequeño animal que nació una calurosa tarde de agosto. Aunque entonces no era ni erizo ni albino. El erizo albino está formado por pequeñas células repartidas entre el desierto almeriense, la sierra granaína y la meseta central. El erizo albino es un grupo de amigos que se conocieron gracias a la música y que a veces están de acuerdo y otras muchas pueden pasarse horas discutiendo sus diferencias de opinión.

El erizo albino no entiende de etiquetas y no tiene grandes pretensiones: disfruta con la música y quiere compartir con el mundo lo que ve y lo que oye. Los acordes que lo mueven y las imágenes con las que su cámara inmortaliza esos momentos. Y en un arranque de ambición, el pequeño erizo sueña con transmitir una parte de ese disfrute, por pequeña que sea, a quien decida regalarle unos minutos, en algún lugar, frente a alguna pantalla.

Bienvenid@s.