Cada vez que acudimos a un concierto, siempre que compramos entradas, avisamos a nuestros amigos por si algún@ se quiere apuntar. Cuando compramos las entradas para el acústico de Zahara en la Sala Radiolab, algunos rechazaron la propuesta. Pero el sábado por la mañana, con el sold-out asomando, un amigo decidió apuntarse, a pesar de no haber escuchado sus canciones más allá de alguna vez en mi coche. Me encanta la experiencia de acudir a un concierto con alguien que jamás ha presenciado un directo de ese artista y ver esa primera impresión. Sigue leyendo