Al igual que los marineros de la Antigüedad sucumbían a los cantos de las sirenas (como cantaban Los Peces), nosotros caímos rendidos a los pies de Maui y los Sirénidos desde que los conocimos en Alamar 2009. El gran directo del sonido sirénido y el desparpajo y la gracia de Maui nos fueron todo un descubrimiento, una brisa de aire fresco que irrumpió de lleno en nuestro propio panorama musical. Sigue leyendo
