Parece casi mentira, pero estamos a punto de completar la tercera semana de confinamiento. Son tiempos extraños, impensables hace apenas unos meses, y cargados de momentos duros. Pero también de pequeños rayos de sol. De profesionales que se dejan la piel para que todos estemos un poquito mejor, de personas que sacan lo mejor de sí mismos para que podamos ver que incluso en los momentos más oscuros hay un poquito de luz.
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