Esta crónica en realidad no iba a existir; de hecho, acudimos al concierto sin nuestra cámara de fotos habitual porque no pensábamos escribir nada, sólo centrarnos en disfrutar. Sin embargo, por diversos motivos (entre ellos que se publiquen en prensa mal los títulos de las canciones), la parte sureña de este Erizo se ha animado a escribir este texto.
Sigue leyendo
