InDirecto (V): Mindless + Depedro (Club Madchester, 16.12.2011)

Después de dos semanas consecutivas de una oferta musical inmejorable, el circuito itinerante de conciertos «Indirecto: Playmusic Vs Espantapitas» ponía el broche de oro a esta primera edición con un cartel que auguraba una noche prometedora de mano de Mindless y Depedro.

En estas cinco citas el dicho popular «lo bueno se hace esperar» estuvo más que presente. Con casi media hora de retraso aparecieron en escena el dúo almeriense Mindless. Ibán Padilla (voz y guitarras) y David Esteban (teclados y coros) consiguieron meterse al público en el bolsillo desde el minuto uno y llenaron por completo el escenario con su rock electrónico, que nos hizo a todos vibrar y entrar en calor. Al más puro estilo de un festival de Djs, fueron desgranando temas como «Rock it» o «You are the One», casi sin pausa alguna entre ellos, lo que no daba tregua al respetable que cada vez estaba más entregado, especialmente con el enérgico «Touboul», que hizo las delicias tanto de los evidentes incondicionales de Mindless allí presentes, como de los que los descubríamos esa noche. A pesar de ser una intervención breve pero intensa, dejaron patente su tarjeta de presentación: «Mindless es música en cuerpo y alma».

Por fortuna para los asistentes, la espera para ver a Depedro no se prolongó demasiado. Pasada la medianoche se dejó ver bajo una tenue luz un sigiloso Jairo Zavala que nos cogió a todos desprevenidos, incluso llegando a escucharse entre el público un «Hey, que ya está ahí». Acompañado únicamente por su guitarra, abrió el concierto con «Chilla que tiemble», esta vez en forma acústica, más sencilla, íntima y delicada, que la hacen si cabe aún más especial de lo que ya es, envolviéndonos a todos en una emoción contenida. Acto seguido entró en escena el resto de la banda para continuar el espectáculo con la sensacional «Llorona», canción que para algunos puede estar muy manida, pero que ellos han conseguido versionarla, a nuestro criterio, como muy pocos.

Todavía no llevábamos media hora de concierto cuando se produjo uno de los grandes momentos de la noche de la mano del tema que da título a su último trabajo, «Nubes de papel». Como si de un director de orquesta se tratase, el señor Zavala interrumpió los coros del público y al resto de componentes de la banda en tres ocasiones, hasta conseguir una fusión perfecta entre ambos. Tal fue el estado de euforia que nos gobernó a todos que, durante el estribillo -«mira soy más de lo que crees… «-, Jairo dio un mal golpe a su guitarra, mostrando un gran gesto de dolor que se repitió en varias ocasiones a lo largo de la noche. Por suerte no llegó a más y sus dedos aguantaron estoicamente los aproximadamente noventa minutos de concierto.

Otro hito importante a señalar, fue el protagonizado por Lucas Álvarez (teclados y coros) que, como ya está siendo tradición en ésta gira, nos deleitó con una magistral interpretación del archiconocido «Blister in the sun».

Se iba acercando ya el final del concierto y, con él, el primer y único bis de la noche, precedido por uno de los temas más coreados y favoritos entre el público, «Como el viento», con el que se despidió brevemente Depedro. Y decimos brevemente porque casi sin dar tiempo a entonar el «otra, otra» la formación reapareció en el escenario. El regreso nos trajo dos joyas incluidas en su anterior álbum, «Te sigo soñando» y «Comanche», dejándonos a todos con unas increíbles ganas de mas, con el sector despistado -o impuntual- de la sala pidiendo a gritos «Chilla que tiemble» –encontrándose con la respuesta de Jairo: «la tocamos la primera», y la otra parte reclamando, sin éxito, «Diciembre». Aunque ésta vez no pudo ser, nos quedamos con la promesa que nos hace esta canción, que seguro Depedro cumplirá: «Ya volveré el año que viene».

InDirecto (IV) o el experimento sociológico (Caramelo, 09.12.2011)

El pasado viernes llegaba la cuarta entrega del festival itinerante InDirecto a otro local de la capital. En esta ocasión el emplazamiento elegido para la velada musical con  The Real Me y Juan Perro fue una conocida discoteca de la ciudad, Caramelo. Efectivamente, la primera sensación al conocer la elección del local fue sorpresa, que dejó paso al recelo… ¿Cómo aceptarán los “parroquianos” del lugar que se celebrase allí un concierto de buena música? La respuesta la desgranaremos a lo largo de la crónica.

Como suele ocurrir, por más que insistan en la puntualidad de los conciertos, en esta ocasión volvió a comenzar con retraso. Los cuatro componentes de The Real Me, David (voz y guitarra), Paco (guitarra), Antonio Ángel (batería) y Alberto (bajo), aparecieron ante un respetable que casi llegaba a llenar el local. Abrieron la noche con “The Flipside”, tema que seguramente formará parte del LP que van a entrar a grabar en breve. La banda defendió un setlist bien equilibrado, alternando temas de ritmos acelerados como “Schizophrenic love” con otros más calmados cercanos al pop británico o al folk como “Gone fishing”. La actuación del grupo almeriense hizo las delicias de los asistentes y quedó patente en los aplausos que se sucedieron tras cada tema. The Real Me cerraron su actuación de doce temas con “Soul on fire”, pasando a recoger rápidamente sus instrumentos para dejar paso a Juan Perro, a pesar de las peticiones de más por parte del respetable.

La rapidez de The Real Me para desmontar sus bártulos hizo pensar que Juan Perro aparecería en breve sobre el escenario. Nada más lejos de la realidad. La espera se hizo tan larga que algunas personas empezaron a abandonar el local, a la vez que los habituales del mismo iban haciendo su aparición. A partir de ese momento los asistentes nos dividimos en dos grupos: los que estábamos allí para disfrutar de una buena noche de música en directo y los que iban allí como cada fin de semana. Y aquí fue donde vino el problema.

Cuando Juan Perro por fin hizo su aparición, junto al maestro Joan Vinyals, los que estábamos allí por el concierto aplaudimos y aguardamos con ansia que empezaran a sonar los acordes. Sin embargo, los que estaban allí como cada fin de semana siguieron a su rollo. Algo que no hubiera resultado molesto si lo hubieran hecho a un menor número de decibelios, pero no fue así. La algarabía que armaban era tal que hasta el propio Juan Perro les pidió que callaran tras terminar el primer tema. Caso omiso, como quien oye llover. Cada vez se escuchaba más gente intentando hacer callar “a los de la barra” de diversas maneras. “Por favoooor…”. “Shhhhh”. “¡¡¡Silencio!!!” Pero no había forma. Finalmente, hasta el propio Juan Perro les dedicó con mucha clase y humor una canción. No sé si realmente se callaron o fue que ya nos habituamos a su “ruido”, pero lo que importa es que dejaron de molestarnos.

El ánimo de la gente fue sufriendo algunos altibajos durante las primeras canciones, puede que la espera y el ambiente hicieran mella. Sin embargo, con “La charla del pescado” una ola de energía invadió al público que se mantuvo participativo y animado hasta el final de la noche. Juan Perro siguió desgranando los temas de su repertorio, a la vez que contaba anécdotas e historias relacionadas con los mismos, e incluso llegó a hacer alusiones lugares típicos de Almería o “Almariya”, como la nombró en varias ocasiones haciendo referencia a su pasado musulmán. Los ritmos de Juan Perro nos llevaron de viaje desde las calles de Nueva Orleans hasta “Malasaña” -que fue uno de los temas más coreados de la noche-, pasando por Cuba, Barcelona… Hay que remarcar que la voz de Santiago Auserón sonaba limpia, clara y potente, algo que demostró sin lugar a dudas con la interpretación de un tema totalmente a capela; sólo con su voz desnuda –quitando algunos “shhh” que se escucharon de fondo- puso el vello de punta a más de uno y seguro que será recordado por muchos como un momento muy especial.

InDirecto (III): El fin del mundo (Malevaje, 08.12.2011)

La noche del jueves volvía a la carga el festival itinerante “InDirecto”, esta vez con la actuación del grupo local El Fin del Mundo en Malevaje. Los miembros del grupo anunciaron en su página de Facebook que el espectáculo comenzaría puntualmente y que, por tanto, no querían quejas si la gente llegaba tarde. Pero, como bien dice ese gran sabio que es el refranero español, no se puede escupir al cielo: como suele pasar, el concierto empezó con más de media hora de retraso.

Quitando esto, no hay objeción alguna que se les pueda poner a los almerienses, que defendieron un breve pero intenso setlist con diez temas propios. Las malas lenguas los tachan de “inspirarse” en Vetusta Morla; sin embargo, el grupo tiene su estilo propio, un sonido oscuro, en ocasiones desgarrado, pero con mucha energía e incluso un punto gamberro (sólo hay que echarle un vistazo al setlist “tuneado” que tenían a sus pies). Abrieron la noche con “Cine mudo” y  el público se entregó desde el principio a su potente directo.  El tercer tema de la noche, “Pedazos de otros”, refrescó en nuestras memorias su actuación en la tercera edición del Maldito Sol Festival, donde quedó patente su buen hacer sobre el escenario.

La actuación siguió su curso, dejando lugar entre tema y tema para diversos agradecimientos y dedicatorias, pero la que más nos llamó la atención fue algo así: “La mitad de los que estáis aquí esta noche habéis venido para vernos; la otra mitad, para criticarnos. Esta canción va dedicada a ese 50% que ha venido a criticarnos, porque gracias a ellos el local está lleno”.

Con el tema que da nombre a la banda cerraron la noche, o eso parecía, pero ante la insistencia de los presentes accedieron a presentar un tema recién salido del horno, tanto que aún quemaba, porque lo habían terminado esa misma mañana. De hecho el tema no tenía ni título y pidieron comprensión por si su ejecución no era todo lo buena que debería. A pesar de algún momento de distorsión, el tema funcionó bien y fue un gran cierre para el concierto de una banda que esperamos dé que hablar más allá del circuito local.

InDirecto: segundo (y accidentado) asalto (Madchester, 03.12.11)

A la Asociación “El Marrajo” parece que le hayan lanzado una maldición y desde luego que si ponen un circo les crecen los enanos. La segunda cita del festival itinerante “InDirecto: Playmusic vs. Espantapitas” debía haberse celebrado la noche del sábado con los almerienses Ortofálico Chisme y los barceloneses Mendetz y Fundación Tony Manero en la discoteca Chamán (Los Escullos). Sin embargo, las lluvias del viernes por la noche dejaron inundado el local y la organización, con el apoyo del recién inaugurado Madchester, reubicó el evento, trasladándolo al citado local de la capital. Por otro lado, la Fundación Tony Manero desapareció del programa sin explicación ninguna por parte de la organización, simplemente un cartel escrito a mano en la puerta que rezaba algo así “Menú del día: Ortofálico Chisme + Mendetz a partir de las 23:30”.


Centrándonos en las actuaciones, los primeros en aparecer sobre el escenario, en contra de lo que cabría esperar, fueron Mendetz. Los catalanes lo hicieron con casi una hora de retraso sobre la hora prevista, agradeciendo la paciencia del público y justificando el retraso por el cambio de emplazamiento. Abrieron su setlist con “2012”, el primer corte de su último trabajo “Silly Simphonies”, y desde el primer momento la gente se entregó a los desenfadados y frenéticos ritmos de este grupo. Entre el público asistente había una buena parte de seguidores que ya se granjeara el grupo en estas tierras con su participación en el Creamfields de hace unos años, algo a lo que ellos mismos hicieron referencia en una de las pausas entre temas.

La noche avanzaba alternando temas nuevos con otros ya conocidos de la formación hasta llegar a uno de sus más conocidos, “Futuresex”, con el que hicieron la primera despedida, que no suscitó muchos silbidos porque se notó de lejos que era una falsa despedida, como bien dijo el bajista Oriol Francisco al regresar el escenario: “Esto no siempre nos sale bien”. El primero de los bises fue “Dryness”, de su álbum debut, y cerraron su actuación con una gran versión de “Freed from desire”, dejando al público con un grato recuerdo y en estado de euforia.


Pero el estado de euforia fue decayendo, porque la espera para ver a Ortofálico chisme se prolongó demasiado, no por su gusto, claro está, sino por diversos problemas técnicos a los que tuvieron que hacer frente. Cuando ya parecía que estaba todo arreglado, los almerienses irrumpieron en escena haciendo lo que mejor saben: llamar la atención con una puesta en escena estridente, superhéroe de mallas rosas y capa amarilla incluido. El tema elegido para abrir su actuación, “T de Teppeta”, está incluido en el nuevo álbum de la banda. Sin embargo, la actuación comenzó torcida al irse el sonido del micrófono del cantante.

Tras una pequeña pausa volvió a sonar la música y los Ortofálico fueron desgranando los temas de sus dos largos, “Ortofálico chisme” y “Ortoland”, con su característico estilo bizarro, lleno de sonidos estridentes y mucha distorsión. Con el tema “Frankie Franklin”, el superhéroe dio paso a un Frankenstein que incluso se paseó entre el público para acabar en una especie de “silla eléctrica”. El setlist siguió su curso hasta llegar el tema más conocido de la banda, “Chica y cerdo”, cuyo videoclip se proyectó durante la interpretación, a la vez que Frankie fue sustituido por “Cerdo”. Después llegó un megamix de fragmentos de versiones de temas como “Bailaré sobre tu tumba”, “Light my fire”, “No controles”, “En tu fiesta me colé”, “Embrujada”… amén de algunas más, que en conjunto se puede valorar como positivo, aunque algunas versiones fueron más meritorias que otras. Llegados a este punto, aún sabiendo que al concierto no le quedaría mucho más, el cansancio de estar 4 horas de pie, bailando y dando saltos, nos venció, así que nos retiramos a nuestras madrigueras y pedimos disculpas a Ortofálico por no quedarnos hasta un final que seguro fue apoteósico.

InDirecto (I): Monogay (Demodé, 01.12.2011)

La noche del pasado jueves se dio el pistoletazo de salida para una nueva iniciativa organizada por la Asociación Cultural “El Marrajo” en colaboración con el Instituto Andaluz de la Juventud. Después del retraso y posterior cancelación del festival Playmusic el verano pasado, los organizadores prometieron que el año, a pesar de la escasez de fondos, no quedaría en blanco. Ante la situación actual de crisis, en “El Marrajo” han agudizado el ingenio y han organizado el InDirecto, un festival itinerante por distintas salas de Almería y un cartel variado y atrayente.

La primera de las citas corrió a cargo del grupo local Monogay, que ya actuó en la fiesta de presentación del que debería haber sido el segundo Playmusic Festival. El lugar elegido para la celebración del concierto fue Demodé, un referente para la buena música y la cultura de las noches de la capital. El único inconveniente que se le puede sacar a un concierto en Demodé, es que el aforo es muy reducido, pero éste es a la vez un gran aliciente. El ambiente que se crea en un concierto con un público tan reducido es muy especial, aunque sí que da pena la gran cantidad de gente que se tuvo que conformar con quedarse en la puerta.

De cualquier modo, los almerienses Monogay demostraron que en acústico no pierden un ápice de su fuerza y que los temas, con esos sonidos más limpios y nítidos, cobran una nueva dimensión. El carisma como “frontman” de Juan Diego, más conocido como Fumangie, quedó patente y se le vio resuelto en su trato con el público, llegando a bromear invitando a la gente a pasar a una inexistente terraza. La banda fue alternando temas de su primer disco Monogaxx planet como “Módulo 7” o “Bastard son” , con algunas versiones de las que destacamos “Enola gay”. Además, también hubo cabida para algunos adelantos del que será su nuevo trabajo de estudio, que tienen previsto entrar a grabar en breve.