Son las ocho de la tarde de un 14 de febrero y hoy nuestros pasos nos han traído -de forma totalmente intencionada- hasta Torrelodones. A un plan que pronto será oficialmente denominado como ‘precena’ por los protagonistas de la cita, porque, dirán, es lo que va a suceder antes de ‘ir a cenar y a hacer esas cosas del amor’.
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