El año pasado acudimos a la primera edición del nuevo festival que, con centro de operaciones en Granada, viene dispuesto a postularse como el broche de oro de los festivales veraniegos. Desde luego elementos no le faltan para conseguirlo: mucho trabajo, un gran cartel y todo ello enmarcado en una ciudad tan mágica como Granada. Pero no todo el monte es orégano y hay que mantener la objetividad. Sigue leyendo
