A veces tengo la sensación de no ser capaz de seguir el ritmo al que se mueven mis días y cuando me quiero dar cuenta han pasado las semanas y se me han quedado demasiadas cosas en el tintero.
Hoy, con una taza de café y un sol muy primaveral entrando por la ventana, he decidido que, aunque haya pasado ya un mes, esto era algo que no quería que se me quedase sin contar. Así que, treinta y dos días después, por fin me paro a escribir lo que dio de sí la tarde del pasado 7 de marzo.
Febrero ha sido el mes que ha visto a Lucía Scansetti presentar sus “Dimensions of dialogue” por una cuantas Fnacs de todo el país.
Nosotros elegimos el 8 de Febrero, en Fnac Callao, para encontrarnos con la madrileña en la distancia corta. Y aunque no era la primera vez que la veíamos así, cerca y con poquita gente, sí terminó siendo la primera que el público le brindó el silencio y respeto que todo artista merece. Y eso ya es media victoria.
A veces tengo la sensación de repetirme. Quizá sea porque en ciertos casos tengo tan claras las sensaciones que algo o alguien me transmite, que sólo un cambio muy radical podría cambiarlas. Sea como fuere, la cuestión es que justo eso es lo que me pasa con ella: cada vez que vuelvo a verla en directo me transmite las mismas ganas, el mismo oficio y, por encima de todo, la misma honestidad. A veces, diría, incluso más. Y en ese momento se me olvida que tal vez el disco A o el disco B no me termine de convencer. Sigue leyendo →
La tarde en Madrid estaba desapacible. Cielo gris y lluvia intermitente que parecían invitar a mantenerse a cubierto, lejos de las nubes. Pero nos pudieron las ganas y a eso de las seis y media éramos parte de una considerable cola a las puertas de la tienda Fnac de Callao. Cuando por fin nos dejaron entrar, minutos después de la hora prevista para la actuación, tardamos poco en llenar un fórum que pareció quedarse pequeño. Y eso que hacía menos de un mes que la malagueña había estado en la capital. Sigue leyendo →
Por los pelos y con la lengua fuera, llegamos a Fnac Callao y nos encontramos a Miguel Rivera, voz de Maga, subido al escenario con su guitarra. Ni rastro del resto de integrantes de la formación sevillana. El fórum, sin embargo, está lleno; todos los asientos ocupados, gente sentada en el suelo de los estrechos pasillos y otro buen puñado de personas de pie, al fondo, peleándose por ver algo entre las cabezas que llenan el recinto.
El set es breve, apenas 6 canciones en media hora escasa, pero el sonido es inmejorable. Llega limpio, la voz de Miguel –probablemente de las mejores del panorama nacional- suena impecable y él, además, derrocha simpatía mientras nos cuenta, por ejemplo, de dónde viene eso de Satie contra Godzilla, o pide que le hagamos algo de acompañamiento sin miedo. Y así, empieza la sesión enlazando tres temas nuevos, “Antorcha humana”, “El gran final” y “Hagamos cuentas”. Y cuando llega al cuarto, nos presenta su particular versión de ese gran clásico que es Insurrección, con la petición de que si nos la sabemos, por favor, le acompañemos.
Para rematar la sensación de que no es una presentación al uso – y entiéndase por ‘al uso’ una de esas en las que el artista o grupo en cuestión se limita a los temas de su más reciente trabajo-, le toca el turno a ‘Silencio’ y nos vemos obligados a confesar que para nosotros se convierte en el gran momento de la tarde. Porque nos encanta y porque, como vieja conocida que es, consigue que buena parte del público acompañe a Miguel, no sólo con palmas, sino también animándose a cantar con él esta joya de su anterior disco, A la hora del sol (2010).
No queda tiempo para más. El ruido que me sigue siempre, la canción que ha servido como adelanto de Satie contra Godzilla, cierra un breve pero intenso acústico, y deja paso a un buen rato de charlas, firmas y fotos.