No sabes dónde mirar. Te planteas incluso cerrar los ojos y limitarte a escuchar. Porque sobre el escenario hay siete tipos que son un auténtico espectáculo. En el centro de atención están Javi Vielba y su arsenal de gestos, su forma de alentar al personal, sus flirteos con el theremín y la batería. A su izquierda, el duelo de guitarras del tándem Pardo-Marrón –lo de Rubén Marrón a la acústica es todo un recital-, el primero, además, dándole una réplica perfecta a Vielba como segundo maestro de ceremonias. Sigue leyendo
Cuando se anunció la programación del mes de julio en Sala Chamán nos alegró mucho comprobar que el día 25 la banda Corizonas volvía a tierras almerienses. Hacía poco más de año y medio desde su anterior concierto en la discoteca Cibeles de la capital y en aquella ocasión también fuimos testigos de una gran velada de rock.