En la vida, a veces no se pueden hacer planes. Pero ya lo dice el refrán que «no hay mal que por bien no venga», así que, como el motivo que me impedía hacer planes en el mes de julio se había esfumado, tardé poco en proponerle a mi amiga Inés acercarnos a Ibros al concierto de Maui, ya que nos pillaba más cerca que Londres, donde estrenaba su nuevo espectáculo Puerto Alegría.
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