Tengo que comenzar esta crónica confesando que, a pesar de lo que he disfrutado en los conciertos de León Benavente, y lo que me han enganchado sus primer y tercer álbumes, el anuncio de la cita almeriense no me hizo correr a por las entradas, pues con esto de estar este año trabajando en Invernalia, veía que tenía muchas papeletas de perdérmelo. Sin embargo, en un café de domingo por la tarde, varios amigos se compraron sus entradas y yo decidí asumir el riesgo.
