Este año se cumple un milenio de la formación del Reino de Almería, algo que las Administraciones parece que van a pasar por alto -a juzgar por la falta de actividades conmemorativas-. No está de más recordar que Almería fue el último territorio en ser reconquistado antes de la toma de Granada. Pues bien, la ciudad actual se parece a aquella antigua en que -musicalmente hablando-, sigue siendo una plaza difícil de conquistar.
No es raro que artistas de primer nivel del panorama patrio acudan a esta tierra y se topen con una afluencia de público menor que la que están acostumbrados. Sin embargo, hay veces que esta tendencia se rompe. Supersubmarina es uno de esos grupos que, aún no siendo tan conocidos la primera vez que acudieron a Almería, ya consiguieron atestar el desaparecido Lili Marlene -llegando a agotarse el abastecimiento de cerveza-. Desde entonces, cada visita de los de Baeza a esta tierra ha sido sinónimo de éxito ya que sus seguidoras y seguidores nunca faltan a la cita. Tanto es así que las dos últimas veces que han acudido a este rincón peninsular, han agotado las entradas del Auditorio Maestro Padilla.
Cuando los miembros de Supersubmarina salieron al escenario, el público los recibió con aplausos y vítores. Abrieron su concierto con “Cometas” -canción incluida en su último largo Santacruz- sonando de una forma un tanto irregular. De hecho, a los pocos segundos se pudo ver bajar raudo las escaleras del patio de butacas a un técnico de sonido, que tras escuchar unos segundos, volvió a su puesto como alma que lleva el diablo. Unos minutos más tarde la cosa sonaba algo mejor, pero el sonido no llegaba a ser totalmente limpio.
Cada persona tiene un tema o canción favorita y cuando acude a un concierto siempre tiene la incertidumbre de si entrará en el set list de la noche. En esta ocasión no había cabida para esos temores, pues esta recta final de la gira Santacruz tenía como base el repaso a todos los temas de la banda, a modo de gesto con su fiel público, para que nadie se quedase sin escuchar su tema preferido y así contentar a todos.
Quedó claro que en Almería consiguieron su objetivo, el público tardó pocos minutos en levantarse de sus asientos para entregarse completamente a los ritmos y cantar a pleno pulmón las letras de la banda jienense. Puede que no sonase perfecto, pero desde luego la actitud y entrega de Pope, Juanca, Jaime, Javi y Jose Chino sobre el escenario se contagió a todos los presentes, haciendo que los presentes disfrutásemos con cada uno de sus temas. En esta ocasión, incorporaron un breve set acústico compuesto por los temas “LN Granada” y “Niebla”, durante el cual el público volvió a sus asientos.
Durante el concierto Jose Chino se dirigió a los presentes, recordando las anteriores visitas del grupo a varias salas de la ciudad y su participación en el Play Music (anteriormente conocido como Espantapitas y de momento desaparecido), obteniendo una efusiva respuesta a modo de aplausos y vítores. También hubo referencias a la situación de crisis, al panorama político y a lo acontecido en el barrio de El Gamonal en Burgos. Pero ante todo, el concierto fue pura diversión, como cuando Jose Chino pidió al público que moviera el trasero al ritmo del punteo de “Elástica Galáctica” o cuando pidió que se diese un puñetazo al aire cada vez que se citaba a uno de los componentes que hacen posible la gira de la banda. Para poner punto y final los temas escogidos fueron “Tecnicolor” y “En mis venas”, una combinación que resultó apoteósica y sirvió para dejar al público con un gran sabor de boca.