El último fin de semana de abril teníamos una cita que nos hacía especial ilusión, una nueva edición de Palabra de Músico nada menos que con Marlango, uno de nuestros grupos de cabecera. Cuando llegamos al Auditorio Maestro Padilla -y nos hicimos nuestra foto de rutina en el photocall instalado en las ediciones de Palabra de Músico-, entramos rápidamente a instalarnos en nuestras localidades, comprobando que el auditorio no acabó de llenarse, como a nosotros nos habría gustado, pero que había bastante gente.
Con puntualidad británica apareció sobre el escenario Carmen Salmerón, la periodista encargada de hacer la entrevista al dúo. Tras una breve introducción, dio paso a los protagonistas de la noche; Leonor se sentó en el sofá contiguo al de la periodista y Alejandro se quedó en el taburete del piano. La entrevista tuvo una duración de 40 minutos, y tuvo un ritmo bastante irregular, salvado principalmente por las respuestas de Alejando y Leonor. Sinceramente, al presentar Kuver a la periodista y su curriculum y leer que había trabajado en EFE EME, se me pusieron los ojos a hacer chiribitas como los de la fallecida Marujita Díaz. Así que no esperaba preguntas de enunciados largos y complejos que llevaban a la periodista algunas veces a trastabillarse y tener que reformular la pregunta, o incluso lo que me pareció un fallo, no saber que ya habían pasado por el Parque Natural Cabo de Gata cuando estuvieron tocando en El Chamán de Los Escullos en 2014, como bien recordaron ellos apostillando que “Hizo mucho viento y cenamos genial”.
A pesar de esos aspectos mejorables, la entrevista tuvo momentos míticos, como cuando en una de las preguntas grabadas en la calle preguntaron sobre la conciliación de la maternidad con su carrera – «asumo,» decía Leonor, «que la pregunta es para mí, pero Alejandro también tiene hijos, ¿tú como lo haces?”- a lo que ambos contestaron que organizándose, quizás mejor que alguien que tiene un trabajo de 9 a 19; o como cuando Alejandro dio una lección de sabiduría sobre los formatos de música y la elección de los mismos, aludiendo razones técnicas para escuchar a Pitbull en el móvil y a Mozart en vinilo (si esto está grabado, debería hacerse viral).
La entrevista terminó con el acto de entrega de un galardón de recuerdo del paso de Marlango por el formato Palabra de Músico y dio paso a un receso de unos pocos minutos mientras que el dúo se preparaba para la actuación.
Transcurridos esos minutos y con el telón todavía echado, comenzó a sonar el piano. Mientras se izaba el telón, veíamos a Alejandro sólo en el escenario, pocos segundos tardó en salir a escena Leonor a interpretar “Enjoy the ride”, uno de los temas más conocidos de su primer largo. Siguieron con “It’s all right” dejando claro que la propuesta de la noche no se iba a centrar en su último trabajo como cabría esperar, sino que iban a despacharnos un buen puñado de éxitos, revisitados en formato piano y voz.
A pesar de que “It’s all right” es uno de los temas más animados de la banda, la solemnidad del lugar y la buena acústica, hacían casi que fuese un pecado el levantarse a bailar, cantar o hacer palmas. El primer tema en castellano de la noche fue “Vete”, la magistral versión del tema de Los Amaya que no nos cansamos de escuchar y mucho menos en directo.
Tras “Dame la razón” se lanzaron con otra versión, en esta ocasión “When I’m sixty four”, un tema de Paul McCartney en su época en The Beatles que seguro hizo las delicias de los beatlemaníacos presentes en el auditorio (en Almería hay muchos).
Otra de las versiones que nos emocionó fue otra que confesaron que hicieron improvisada durante un homenaje a Chavela Vargas, “El último trago” de José Alfredo Jiménez. Volviendo al repertorio propio interpretaron “Hold me tight” y lo que según ellos debería ser el himno nacional, “Ay pena, penita, pena” de Quintero, León y Quiroga popularizada por Lola Flores.
Durante la actuación, entre tema y tema Alejando y Leonor (que dejaron claro que era un repertorio abierto, limitado sólo por si recordaban o no letra y música), escuchaban atentos las peticiones. Una de ella fue “Pequeño vals” y para interpretarla Leonor se acercó al público, sentándose en las escaleras y el público en esta ocasión acompañó al dúo silbando en los momentos correspondientes.
La noche estaba siendo mágica, como demostraban el estruendo de aplausos al terminar cada tema. Los músicos llegaron incluso a bromear con llevarse al público de gira, por cómo respondían con cada tema y como escuchaban en silencio.
Con Leonor de nuevo en pie interpretaron otra de sus versiones más conocidas, “Semilla negra” de Radio Futura. Entonces vino otro momento álgido, la interpretación en recuerdo de Prince, de “Purple rain”. Simplemente espectacular. No nos dábamos cuenta, o no nos queríamos dar, pero la actuación estaba entrando en su recta final. “El porvenir”, tema que da nombre a su último largo, vino seguido por “Si yo fuera otra”, de su anterior disco Un día extraordinario y que sirvió para anunciar una despedida que se hizo efectiva tras interpretar “Lo que sueñas vuela”, también del mismo disco.
El dúo se despidió tímidamente y la gente en pie aplaudía pidiendo más, así que pocos segundos después regresaron a escena para regalarnos unos cuantos temas más.
El primero de los bises fue una versión que no habían hecho nunca, como explicaron – “Queríamos hacer algo especial para la ocasión”-. El tema elegido fue “Time” de Tom Waits y fue muy bien acogido por el público. Prosiguieron con “Gira” y pusieron el broche de oro a la velada con “Via con me (It’s wonderful)” de Paolo Conte.
El resumen de la noche lo podemos hacer de la siguiente forma: si se editase en cd o cd+dvd, correríamos a comprarlo. Es obvio que quedaron muchos temas en el tintero, porque entre discografía propia y versiones Marlango tiene repertorio para hacer un concierto maratoniano (si alguna vez se lo proponen, que cuenten con nosotros, que vamos), así que sólo nos queda esperar que no tarden mucho en volver ver si escuchamos algunas de las que echamos en falta mientras disfrutamos con su buen directo.
Bien, pero os ha faltado algo de opinión crítica. Muy descriptivos. Gracias.
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