En las giras hay conciertos mejores y peores, no siempre es igual porque influyen muchos factores, pero hay citas que para los músicos y bandas tienen connotaciones especiales, por lo que tratan de hacerlo todavía mejor de lo que lo suelen hacer: el arranque, el fin de gira y la cita en su tierra. El arranque de la gira Utopía de Nixon tuvo lugar en la sala Costello de Madrid el miércoles 7 de febrero, así que a esa cita no pudimos acudir. Sin embargo, a la presentación del disco en su Almería natal no podíamos faltar, después de tantos años siguiendo a la formación (muchos antes de existir este blog).

La cita almeriense venía de la mano del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería, incorporando el concierto en su Programa de Invierno y ubicándolo en uno de los recintos más grandes de la ciudad, el Auditorio Maestro Padilla.

Poco antes de la fecha del concierto nos enteramos de que Nixon contaría para la ocasión con la presencia de Chica Sobresalto como artista invitada para abrir su concierto. Para nosotros era la primera vez que íbamos a ver a Chica Sobresalto en directo y estábamos intrigados porque nos hablaron muy bien de ella cuando se confirmó su presencia en la primera edición de Cooltural Fest.

Llegó por fin el día 16 de marzo y pusimos rumbo al auditorio. Una vez sentados, comprobamos que, aunque había bastante gente, había algunos huecos que dejaban claro que todavía faltaba gente por llegar.

Con gente todavía entrando al patio de butacas, Chica Sobresalto hizo su aparición sobre el escenario. En formato acústico, acompañada únicamente por su guitarra, Maialen Gurbindo se presentó al público almeriense diciendo que “cuando salgo a cantar me pasan cosas, pero sobre todo una, y os la voy a cantar”. Dicho lo cual se lanzó con “Proyecto sobresalto”, tema que abre su primer largo. Si antes de empezar a cantar alguien tenía la impresión de que Chica Sobresalto era un proyecto naif y blandito, en cuanto empezó el tema, esas ideas debieron disiparse instantáneamente, o por lo menos, pensar que escondía algo más.

Con unas letras de mensajes en apariencia claros, los temas de Chica sobresalto versan principalmente sobre problemas sentimentales (“…necesito ser para que seamos…”, “…me gusta imaginarme como alguien me espera…”) y existenciales (“…yo solo quiero ser la mejor versión de todas las opciones de mí…”) que puede tener cualquier joven actual, pero con pinceladas de otros temas más reivindicativos (“…como domadas nos comportamos, señoritas no gritan…”).

Si a la buena voz e interpretación de unas buenas canciones, le sumamos que entre tema y tema demostró bastante desparpajo con comentarios como “Habéis tenido suerte porque me he comprado un afinador” o dando las siguientes alternativas en función de lo que nos hubiera gustado el concierto: “Si os ha gustado mucho, hay disco fuera& si os ha gustado regulín, estoy en las redes sociales; si no os ha gustado nada, lo siento mucho”. Quien escribe estas líneas optó por la primera y está deseando volver a verla por esta tierra en Cooltural Fest (como muy tarde) y, a juzgar por las palmas espontáneas en “Mejor que nadie”, no fui el único.

Con Chica Sobresalto fuera de escena, volvió a entrar un nutrido grupo de personas. Ante un auditorio que se deshizo en aplausos, los componentes de Nixon fueron ocupando posiciones y arrancaron su turno de actuación con “La fiesta”. tercer corte del largo Utopía (Dromedario Records, 2018), un tema potente y enérgico, con el que la gente se arrancó a hacer palmas. A pesar de lo acertado de la elección, un pequeño fallo de sonido en la primera parte del tema deslució un poco el arranque del concierto, que los chicos de Nixon y su equipo técnico supieron arreglar rápidamente, mejorando sustancialmente en la segunda mitad del tema.

Tras otros dos temas del nuevo largo, llegó el momento de mirar atrás e incorporar en el repertorio algunas de sus canciones anteriores como “Infinito”, “Viaje interestelar” o “Echo de menos Berlín”. El repertorio siguió entonces nutriéndose del nuevo disco, y los temas nuevos eran recibidos por el público con el mismo entusiasmo que los ya conocidos.

Como ya dijimos al comienzo, hay conciertos que son especiales y este lo era; Nixon prometió sorpresas y las hubo. Después de “El pasajero”, los chicos salieron del escenario. Entonces se apagó la luz y bajó del techo una bola de discoteca de gran tamaño. Volvieron a salir a escena y con un pequeño cambio en las posiciones -con Pedro pasando a los sintetizadores- interpretaron el tema que da nombre al disco.

De vuelta a sus posiciones originales, volvieron a mirar atrás con “Eclipse” para terminar por todo lo alto -con lluvia de confeti incluida- con “La tribal”, anunciada con un mensaje previo haciendo alusión a abrir las mentes y liberarse de etiquetas y estilos, disfrutando de la música independientemente del tipo que sea.

El balance de la noche fue realmente bueno, los almerienses demostraron poder ofrecer un concierto de gran nivel, que sí, puede ser algo mejorable, pero nada tiene que envidiar a otras propuestas del resto de panorama patrio. La única queja que tenemos de la noche fue que se dejase seguir entrando al público durante la actuación de Chica Sobresalto por las puertas inferiores; no es de recibo, se debían haber cerrado. Téngalo en cuenta quien corresponda para futuras ocasiones.

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