En la vida, a veces no se pueden hacer planes. Pero ya lo dice el refrán que «no hay mal que por bien no venga», así que, como el motivo que me impedía hacer planes en el mes de julio se había esfumado, tardé poco en proponerle a mi amiga Inés acercarnos a Ibros al concierto de Maui, ya que nos pillaba más cerca que Londres, donde estrenaba su nuevo espectáculo Puerto Alegría.

Si hay alguien por aquí que siga el blog hace tiempo, sabrá de nuestra debilidad por la artista de Utrera, así que no hay pereza en hacerse una escapada express para disfrutar de su propuesta en directo. Además, teníamos la espinita de no haberla podido ver el año pasado en el festival Anfitrión en Almuñécar (que no había pillado el coronavirus en toda la pandemía y tuve que cogerlo justo en esa fecha, y no lo pase suave precisamente).

Cuando pillé las entradas, no conocía Ibros ni sabía lo que eran las Murallas Ciclópeas, así que busqué en Google algo de información y entonces descubrí que el concierto iba a tener lugar en un entorno muy especial, de esos en los que la magia del lugar juega a favor de obra.

Con todos esos ingredientes, el sábado pusimos rumbo a Ibros, con parada en Baeza para registranos en el alojamiento que habíamos reservado. Al llegar a Ibros, aparcamos cerca de la dirección que señalaban las entradas y comenzamos a buscar la puerta de entrada. Al llegar a ella vimos que estaban terminando de colocar las sillas y, mientras esperábamos, comenzó a llegar más gente, alguna como nosotros venida de otras provincias. Unas chicas nos comentaron que la habían conocido a través de María Pelaé, y nosotros les comentamos que para nosotros fue al contrario, seguíamos a Maui hacía años y a través de ella conocimos a María Pelaé.

Al entrar el recinto, muy «recogidico» y de aforo reducido, fuimos raudos a coger buen sitio, pues las entradas no eran numeradas, y después descubrimos que no había ningún tipo de ambigú o barra donde comprar si quiera un poco de agua, algo que se podría plantear como una posible mejora para posteriores ediciones.

Tras una breve espera, en la que podíamos escuchar como Maui y sus acompañantes preparaban su salida, salieron en forma de comitiva, con Maui portando una cesta de mimbre de la que iba repartiendo margaritas a las primeras filas, Paco Soto a la guitarra y Juan Carlos Gil y Kiko Martín con diferentes percusiones, interpretando de esta manera desenchufada el primer tema de la noche «Guaguancó», incluido en Problemología (La Mar Sonora, 2010), su tercer disco junto a Los Sirénidos.

Ya en el escenario, Maui se dirigió al público para presentarse y dar las gracias a la organización y a los asistentes. La tónica de la noche fue ir presentando los temas, con su gran teatralidad y chispa, incorporando incluso los inconvenientes surgidos con el sonido en cierto punto del concierto (que menos mal que se solucionaron pronto). Además de un repaso por temas propios, tanto de sus discos en solitario, como «De baldosas amarillas», como de su etapa con Los Sirénidos, como «Por alegrías», tuvo a bien compartir 2 temas inéditos (cómo nos gusta esto y cómo engancharon a primera escucha), así como llevarse a su terreno un tema compuesto por Manuel Alejandro y popularizado por su tío Bambino, «Procuro olvidarte».

Los conciertos de Maui siempre tienen algo especial, ella lo da todo, el público suele responder, y se crea un ambiente de disfrute comunitario, en el que Maui es el elemento agregador de canciones, actuación, interacción,… Todo aderezado con su toque personal y su luz propia. Cuando, además, los acompañantes suman con su maestría, como es el caso, el resultado no puede ser otro que el que tuvo lugar en las Murallas Ciclópeas de Ibros: el público puesto en pie pidiendo más cuando terminó «La noche perfecta», que fue el tema anunciado como despedida. Tanto es así que la formación al completo había abandonado el escenario ya, pero la gente seguía pidiendo otra, así que volvieron a subir y Maui decidió que se despidiesen con «Nada», esta vez, ya sí, de forma definitiva.

Obviamente, Maui tiene una dilatada carrera a sus espaldas y seguramente habrá gente que eche en falta un tema u otro en el setlist, pero hay que decir que el espectáculo, porque lo de Maui no es sólo un concierto, tuvo un repertorio vertebrador muy equlibrado y coherente, que sirvió para conquistar a seguidores y neófitos por igual.

No podemos terminar esta crónica sin volver a decir lo que ya hemos dicho en otras ocasiones: si tenéis la oportunidad de ir a ver a Maui, hacedlo; no os arrepentiréis.

Álbum de fotos

Maui – Ibros Es Música (08.07.2023)

1. Guaguancó
2. De baldosas amarillas
3. Quererte a medias
4. Juan
5. Por alegrías
6. Requete
7. Inédita 1
8. Inédita 2
9. Procuro olvidarte (versión)
10. Tiempo al tiempo
11. La noche perfecta
12. Nada