Loudly conquista a un público variopinto en su concierto playero (A pie de calle, 16.07.2023)

Como cada verano, el Ayuntamiento de Roquetas de Mar (Almería) desde su Concejalía de Cultura, prepara una agenda de conciertos y actividades considerable, enmarcada en un programa bautizado «A pie de calle». Muchos de ellos, además, con caracter gratuito, entre los que destaca nuestro adorado Pulpop Festival, o el concierto que nos ocupa hoy, el de Loudly.

El concierto estaba fechado en domingo noche, pero no uno cualquiera, sino el de la Virgen del Carmen, fecha grande del verano con diversos actos y procesiones tanto en Almería capital como en Aguadulce y Roquetas. Lo primero que hicimos fue comprobar si la ruta para llegar pasaba cerca de alguna de las procesiones. Solucionado este asunto, sólo nos quedaba esperar pacientes la fecha y poner rumbo a Roquetas de Mar.

Al llegar a la ubicación del concierto, comprobamos que el escenario estaba colocado en la zona de la playa que contaba con césped, lo que permitió a muchos de los asistentes sentarse sobre él o en sillas de la playa. Eso sí, hay que decir que gran parte de los asistentes preferimos quedarnos de pie para poder bailar y entregarnos compleamente a los ritmos ofrecidos por la formación.

Loudly, encabezado por Juantonio Góngora, eligió para abrir su concierto una canción nueva, que formará parte del disco que esperamos salga pronto al mercado. Puede parecer un poco arriesgado abrir el concierto con material nuevo, pero la música es riesgo y, en este caso, la forma de llevar la carrera de Loudly nos parece muy orgánica y natural, desde las entrañas y el sudor, como el que se dejaron en el escenario durante el concierto.

Pero es que no quedó ahí la cosa, sino que en el repertorio de la noche tuvo gran peso el nuevo material. Todas las canciones nuevas encajaban a la perfección con sus antecesoras, publicadas en Elfactorgrotesco (Clifford Records, 2018) -y que, por cierto, está de rebajas en su web-. Canciones con letras evocadoras, voz desgarrada, batería y bajos contundentes, y bien de guitarrazos, todo muy característico de la formación. Además, tenemos que confesar que en esta ocasión el sonido fue mucho mejor que en la última ocasión que acudimos a verles (el mes pasado en un local de la capital) y cuya crónica se nos quedó en el cajón por falta de tiempo.

De entre las canciones que sonaron de Elfactorgrotesco podemos mencionar «Nada volverá a ser igual», «Un año de destierro» -cuyas palmas hicieron al público arrancarse a compañarles- o una de nuestras favoritas, cuyo estribillo nos es imposible no cantar a pleno pulmón mientras saltamos (la pulsera inteligente con su medidor de pulsaciones pueden dar prueba de ello), «La mayor catástrofe». Durante el concierto, además, dieron las gracias varias veces, tanto a los presentes, como a los que lo habían hecho posible.

El cierre de la cita, transcurrida una hora, vino de la mano de otro tema nuevo, que empieza de forma suave y va aumentando en volumen e intensidad, terminando por todo lo alto con una banda que demuestra su buena sintonía y complicidad, acabando exhaustos y dejando a quien escribe estas palabras con esa ambigua sensación de estar satisfecho con lo presenciado pero con ganas de volver a presenciarlo pronto. Gracias a Juantonio, Lalo, Isaias y Carlos por otro concierto para el recuerdo; esto es lo que nos da vida a algunos.

Terminado el concierto, nos dimos cuenta de que los mosquitos, a pesar de haber utilizado el repelente de un conocido supermercado que asegura 6H de protección, nos habían acribillado. ¿Puede que el sudor lo hiciera ineficaz? No sabemos, pero mis amigos y yo pusimos rumbo a casa mientras nos aplicábamos un roll-on para picaduras, sin arrepentirnos de haber acudido a la cita, a pesar de las picaduras, porque como dice el refrán, sarna con gusto no pica.

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