El viernes 25 de octubre nuestro amor por la música nos llevó a Granada -a pesar de que los viernes estamos ya un poco para el arrastre-, pero no queríamos perdernos la cita granadina de la gira «¿Y tú quién eres?». Este proyecto conjunto de 4 artistas (Asier Martí, Maddi Alma, Reys y Sed), que nos pareció más que interesante por lo novedoso de la propuesta: todos tocan las canciones de todos pero la canta su autor, todos son instrumentistas del resto, pero se van colocando en la voz según de quién sea el tema.
No vamos a negar que el artista al que más conocíamos era Reys (aka Sergio Sastre), pero gracias a su EP Yeminai (Hook Ediciones, 2024), también habíamos empezado a escuchar algo de Asier Martí y Maddi Alma. Llegamos a la Sala Víbora a la hora de apertura de puertas, justo cuando empezaba a llover, así que entramos directamente y esperamos pacientemente que fuese llegando más público mientras disfrutábamos de la sesión de Sombra Doble, en la que sonó uno de los proyectos que echamos mucho de menos, Pastora.
Tadaron pocos minutos en aparecer algunas personas más y poco antes del comienzo del concierto ya había algo de gente, pero a nuestro parecer, por lo que pudimos vivir y el precio de las entradas, hubiéramos visto más que justo que se hubiera colgado el cartel de «Entradas agotadas».
Poco después de las 21:00 los artistas salieron al escenario; el encargado de romper el hielo fue Reys, con el tema que también abre Yeminai, «Básico», tema cantado por la gran mayoría del público; se notó que había ganas. Tomó el relevo en la voz Sed con «Lirón», segundo corte de su disco Cuerpo prendido (Autoeditado, 2024), un tema suave y pegadizo que hizo al público bailar. El repertorio siguió con «Alguien más» de Maddi Alma, un tema con el que descubrimos que la capacidad vocal y de tocar los corazones de la donostiarra en vivo supera con creces a lo que escuchamos en disco.
Entonces vino la primera sorpresa del repertorio, una versión de «Duele el amor» cantada por Maddi Alma y Asier Martí, dejando claro que no sólo de temas propios iba a beber el repertorio. Prosiguió Asier Martí a la voz con su canción «La estación», subiendo el ritmo de la noche.
Y así, con cambios rápidos de posición y haciendo una presentación de todos sus repetorios, siguió avanzando la noche. En el escenario se sucedían las miradas cómplices, sonrisas de oreja a oreja; el buen rollo destilaba por los poros, y, eso, se transmitía al público. Un público variopinto, de distintas edades y procedencias, que se entregó por completo a los artistas, cantando y bailando. Si hubiera que escoger una palabra para representar lo que se vivió en la Sala Víbora de Granada, sin lugar a dudas sería felicidad.
Si nos centramos en analizar la parte más técnica o estrictamente musical, podría decirse no sólo que en global sonaban bien, sino que la combinación de los cuatro artistas en sus diferentes roles sumaba para todos, es decir, se establecía una sinergia que beneficiaba a todos. Para quien escribe estas líneas, una buena voz o una voz bonita no tiene por qué significar un buen cantante o un buen artista, ni remotamente. Para quien escribe estas líneas, un buen artista es el que te hace emocionarte, y no hablamos de llorar, que también, sino que te genere una emoción ya sea de felicidad, de entusiasmo, de ternura, de melancolía… Y en este caso, eso ocurrió con todos; cada uno en su registro, consiguieron hacernos sentir, nos hicieron vibrar.
Unos nos hicieron bailar más, otros nos tocaron más la fibra sensible, pero la combinación de repertorios se construyó realmente bien, ofreciendo un viaje conjunto al público, que nos llevó por montones de lugares diversos. A Reys ya le conocíamos y sabíamos de su solvencia en directo, pero al resto no teníamos la suerte, y fue todo un descubrimiento encontrarnos con gente talentosa y que se entrega totalmente en el escenario.
Hoy día, en el que el consumo rápido ha llegado a la música, la oferta es inmensa y la industria devora propuestas a un ritmo vertiginoso que, a nuestro juicio, puede hacernos perder artistas y obras increíbles, a la vez que nos intenta «colar» mediante un algoritmo, propuestas vacías, carentes de un sentido -o incluso de melodía-. Por eso lo que ocurrió la noche del viernes en Granada fue tan especial; descubrir en directo 4 propuestas de esta manera, nos retrotrajó a otra época en la que el circuito de salas estaba vivo y daba voz a nuevas formaciones o artistas que no fuesen de masas, no como ahora, que las salas a veces se limitan a ocupar el hueco que no cubre la agenda festivalera.
Y no podemos terminar sin confesar algo: que nuestra amiga Dolo ya nos avisó de que nos iba a gustar esta gira y que iba a ser especial, pues ella acudió a la cita madrileña y nos conoce bien. No es que no nos fiásemos de su criterio, que siempre es acertado (y no sólo en lo musical), sino que hasta que no lo hemos vivido, no sabíamos cuánta razón había en sus palabras.
Para acabar solo podemos deciros que, si la gira sigue, no dejéis de acudir si tenéis la oportunidad, y si no sigue, os recomendamos que sigáis de cerca a Asier Martí, Maddi Alma, Reys y Sed. Tienen unos proyectos más que interesantes y esperamos que todo su talento y trabajo se puedan ver recompensados, sólo hace falta que les deis una oportunidad; hay vida más allá del algoritmo, no lo olvidéis.
¿Y tú quién eres? (Sala Víbora, 25.10.2024)
- Básico (R)
- Lirón (S)
- Alguien más (M)
- Duele el amor (versión Aleks Syntek & Ana Torroja) (M-A)
- La estación (A)
- Guerra (M)
- Dispare aquí (R)
- I want it that way (R)
- Fama (A)
- Prometo (S)
- La tortura (S-M)
- Campamento (A)
- Agujero negro (M)
- Ballena varada (S)
- Baila BB (R-S)
- El fin del mundo (versión Lalaloveyou) (A)
- Rap improvisado (A)
- Ni de ti ni de mi (R-M)
- Máscaras (A)
- Tontito (S)
- -nueva canción- (M)
- Tenía tanto que darte (versión Nena Daconte) (R-M)
El Erizo Albino 