En este blog seguimos la trayectoria de Mäbu, el grupo capitaneado por María Blanco Uranga junto a Txarlie Solano, desde sus inicios. Sin embargo, no les hemos visto en vivo tantas veces como nos hubiera gustado, es lo que tiene vivir en esta esquinita de la península, un tanto aislada y un tanto áspera hacia la música en directo -si no se trata de un artista de masas o de moda-. Por eso, cuando se da la posibilidad de cuadrar un concierto de una formación como Mäbu, a una distancia asequible como la vecina Murcia, dudamos poco en hacerlo.
Así, en cuanto se anunció el concierto del 24 de mayo en la Sala Ítaca lo apuntamos en el calendario, con la esperanza de poder cuadrarlo con el trabajo y eventos familiares (mayo es un mes complicado). Finalmente, todo cuadró y pudimos poner rumbo a Murcia. Una Murcia con precios de hotel que duplicaban los precios de la anterior escapada a Murcia para ver a Vega en la Sala Rem en marzo (no sabemos si efecto de la primavera o del concierto de Chayanne en la Plaza de Toros).

Como la Sala Ítaca está ubicada cerca de la Plaza de Toros, fuimos previsores y decidimos irnos ya por la zona a merendar, y así tener la tranquilidad de aparcar el coche y no ir luego con prisas. Cuando nos acercamos a la sala un rato antes de la hora indicada de apertura, comprobamos que ya había una cola de gente esperando, así que pedimos la vez y aguardamos pacientemente la apetura. Una vez dentro, nos colocamos inicialmente en unas de las sillas habilitadas para el concierto, pero la llegada de alguien más alto que quien escribe (que ya roza 1,90 m) al asiento delantero, hizo ver claro que ubicarse de pie delante de una columna, iba a ser mejor opción para intentar hacer alguna y foto y poder ver todo el escenario sin problemas.
A las 21:20 Txarlie recorrió el pasillo que había en mitad de las sillas y mientras comenzaban a sonar los aplausos, se colocó en el lado derecho del escenario, agarrando la guitarra y comenzando a tocar. Apareció entonces Susi Gamboa y ocupó la parte central del escenario con la percusión. Por último, acompañada por un aumento en la intensidad de los aplausos, apareció María, que se colocó en el lado izquierdo y tras enfundarse la guitarra, comenzaron a tocar ya todos juntos «Santos y demonios», tema publicado en su disco de estudio Un año más (Altafonte, 2021), dentro del EP dedicado al verano. Prosiguieron con «Utopía», pasando al EP Primavera que forma parte del mismo largo.
En otras ocasiones quizá se podría decir aquello de «Roto el hielo…», pero en esta ocasión no había hielo que romper. Mäbu no tocaba en casa geográficamente, pero sí en términos alegóricos, porque el público estuvo entregado y participativo desde el segundo uno. Así pues, María se dirigió a los presentes para contar que llevan 17 años de carrera y que probablemente fuese la vez 17 que venían a Murcia, «Pero hoy os ha dado a todos por venir, muchas gracias» comentaba entre risas. Acto seguido anunció que el repertorio haría un repaso a todos sus discos y que imaginásemos que estábamos en el salón de una casa, «Y si os la sabéis cantad, que si canta el público es más bonito», lanzó como petición. Petición que recogió el público y que siguió a pies juntillas.
Entonces se hizo la magia. A pesar de estar varias decenas de personas, y de no conocer a nadie de los presentes, más allá de nuestra amiga Inés, se consiguió esa sensación de intimidad y complicidad, como si de verdad fueramos un grupo de amigos en el salón de una casa, sonando de put* madre, eso sí (¿acabo de decir un taco? sí, pero lo voy a dejar porque creo que describe fielmente el sentimiento).
Con «Quédate a dormir» quedó claro que todo el público se sabía la letra, como bien resaltó María, «Ésta os la sabíais, a ver si os sabéis la siguiente», dijo antes de lanzarse con «Terapia» y «Antes y después», que vinieron casi juntas, pero que efectivamente, todo el público volvío a cantar (pero cantando bien, sin gritos, escuchándose bien al grupo, una experiencia de lujo, de verdad).
Llego entonces el turno del único tema no propio, una versión que habían pasado por el filtro de Mäbu, «que es melancólico siempre» describía María antes de comenzar con «Groenlandia». Vino después uno de los momentos más emotivos, cuando explicó las circunstancias que acompañaban la composición de la siguiente canción. «¿Alguna vez os ha pasado algo que ha provocado que construyais un muro para que no os vuelva a pasar? Pues yo compuse está canción cuando todavía tenía ese muro, pero me di cuenta que lo valiente es vivir fuera de ese muro, porque solo vivimos una vez», dicho lo cual interpretaron «En Navidad».

Con la emoción todavía a flor de piel por lo emotivo del tema, siguieron con otra canción del primer disco, «A la vez», y entonces, su técnico de sonido, Julen Zaldua (que también es cantante, productor, ingeniero de sonido…) empezó a cantar con María desde el final de la sala, subiendo al escenario y terminando el tema todos juntos; toda una sorpresa.
Sucedió entonces un bloque dedicado al primer disco que hicieron al completo desenchufados entre el público, que asistía con respeto y complicidad; de verdad, mágico. Al volver al escenario, María recordó todas las salas en las que habían tocado en Murcia y añadió «Nosotros hacemos lo que hacemos en las salas, y gracias a las salas por estar ahí».
Vino entonces una de las nuevas, que tan bien empastan con las antiguas, «Guerra y paz». La noche siguió avanzando, sin prisa, pero recortando un poco las presentaciones de los temas, hasta que sin prácticamente darnos cuenta (es lo que pasa cuando estás disfrutando) tras «Los amantes» daban las gracias a Julen por el sonido y a la Cooperativa Ítaca por el espacio, y anunciaban que «No hacemos bises, pero vamos a ir acabando con esta que sacamos en marzo», y sonó entonces «El ruido», el tema con el que conocimos el nuevo disco de Mäbu. En directo tuvo tan buen recibimiento como los temas antiguos.

Supuestamente ya se había terminado, pero guardaban una última petición: «Poneos de pie», dicho lo cual sonó la canción que más resonó en sus comienzos, y que incluso dejaron de tocar por un tiempo, «Con mi voz», que, en este caso, podría cambiarse por «nuestra voz», porque el público al completo cantó y bailó el tema, poniendo un broche de oro a una noche memorable.
Cuando poníamos rumbo al hotel, pensando sobre Mäbu y su visita a Ítaca, y relacionado con todo el discurso sobre el éxito y su alcance como grupo, que expuso María hace unos meses en sus redes sociales, entendimos que Mäbu (y nos gustaría pensar que nosotros en nuestras vidas también), se marcan como objetivo el propio camino; Ítaca no es «la meta», como en la Odisea de Homero; Ítaca es «el camino», como en el poema de Kavafis. Que nos veamos en muchas Ítacas más.
Álbum de fotos (pincha en la imagen siguiente)
Mäbu (Sala Ítaca, 24.05.2025)
- Santos y demonios
- Utopía
- Quédate a dormir
- Terapia
- Antes y después
- Groenlandia (versión de Zombies)
- En Navidad
- A la vez
- Hazme el amor
- Hallo
- A solas
- Estoy bien como estoy
- Guerra y paz
- De negro y amarillo
- Mi mala suerte
- Paralelo
- Los amantes
- El ruido
- Con mi voz



