El pasado 12 de julio amaneció el día con un viento de poniente considerable, así que temimos que la edición de El Ejido Al Natural corriese peligro de cancelación. Afortunadamente, no llegó a cancelarse, pero sí que la organización tuvo que reajustar los horarios para retrasar un poco el comienzo y asegurar una menor velocidad del viento durante la celebración del evento. De esta forma, Nixon, el grupo encargado de abrir la velada, pasaba a encargarse de cerrarla, manteniéndose el resto de los horarios sin cambios.
Como el anuncio del cambio nos pilló de camino, aprovechamos para ir a merendar a uno de los locales del cercano puerto deportivo de Almerimar. Con la buena dosis de azúcar en el cuerpo, pusimos rumbo al recinto, para entrar con tiempo y pillar buen sitio. A la hora señalada, todavía con algo de viento soplando, Merino hacía su aparición sobre un escenario adornado con ramas blancas, muy efectista, haciendo referencia al videoclip de «El árbol [2007]».

El tema elegido para abrir su actuación, y por tanto el festival, fue «La niña [2000]», acogido entre aplausos, y casi sin pausa vino «El árbol [2007]», siguiendo el mismo orden que en su último disco de estudio El Bosque (Hook Ediciones, 2025). Tras el tema, Sandra Merino, se dirigió al público para dar las gracias «Por venir a ver a los grupos del principio» y deseando que «Ojalá os guste este viaje de la infancia a la edad adulta».
Retomaron con «El laberinto [2012]» y cuando parecía que iban a tocar el último disco al completo siguiendo el orden, cambiaron a su disco anterior con «Demasiado grande», que vino seguido de «Cerca del invierno», tema que en el disco cuenta con la colaboración de Mikel Izal y que esperábamos que se materializase en vivo, ya que el pamplonica compartía cartel, pero no sucedió. El dúo madrileño, acompañado en esta ocasión por Bito Vittone al bajo y teclados, siguió compartiendo temas, emotivos como «Un clásico [2022]», o esperanzadores, como «Apareciste». Cuando quisimos darnos cuenta, Merino ya estaba anunciando su despedida que se materializó tras «Me voy» y «El bosque [2025]».
El balance de la actuación de Merino fue muy positivo, se escucharon buenos comentarios entre el público, con bastante gente gratamente sorprendida pues no les conocían. Nosotros sólo podemos esperar que la gira de salas haga parada en Almería y poder disfrutar de un concierto un poco más largo, pues 9 temas se nos quedaron cortos para las ganas que les teníamos.
Después de Merino llegaba el turno de Mikel Izal, y mientras se cambiaban instrumentos y escenario, los Agro DJs amenizaron la espera haciendo bailar al personal. Mikel hizo su aparición en la parte posterior del escenario, cantando el primer tema en lo alto de una escalinata. El tema elegido para abrir su actuación, así como el capítulo 1 -el repertorio estaba estructurado en capítulos-, fue el que daba nombre a dicho capítulo, «El miedo». Objetivamente, cuando Mikel comenzó su concierto acompañado por su banda, la congregación del público era bastante mayor que al inicio del festival, y se podría decir que se desató una locura casi unánime.
El repertorio repasó tanto sus nuevos temas en solitario como su etapa anterior con Izal, eso sí, revisitando un poco los temas, cambiando algunos arreglos, bajando algo el ritmo en algunos de ellos, … consiguiendo un nuevo aire, pero no demasiado distinto de la versión inicial, haciendo las delicias de los seguidores granjeados en aquella etapa. Pudimos disfrutar así de temas como «La increíble historia del hombre que podía volar pero no sabía cómo», «Pánico práctico», «El pozo» o «Qué bien».
Como no podía ser de otra manera, pues sino mucha gente se sentiría decepcionada, obviamente «La mujer de verde» también hizo su aparición, justo antes de la despedida marcada por «El paraíso». El balance, un concierto correcto, que sonó bien e hizo cantar y bailar al público asistente, pero en el que, para quién escribe, quizá echó en falta algo más de garra.
La siguiente formación en la noche era Shinova, y de nuevo, mientras se sucedían los vertiginosos cambios en el escenario, Agro DJs amenizaban la espera haciéndonos bailar.

Con todo listo, la formación vizcaína saltó a escena entre aplausos y tardaron poco en conseguir poner al público en estado de gracia. En el primer tramo sonaron tanto temas de su último largo, por ejemplo «Gloria» y «Movimiento», como de discos anteriores, «El álbum», «Para cambiar el mundo» o «Mirlo blanco» entre otras.
Quitando el momento de la presentación del grupo, lo cierto es que no dedicaron mucho tiempo a hablar, sino a seguir compartiendo temas, que, siguiendo la tónica marcada en el comienzo, se sostuvo en un repaso a la ya considerable discografía de Shinova. Es cierto que sonaron muchas de nuestras favoritas (además de las ya mencionadas, «Cartas de navegación», «Qué casualidad» o «La sonrisa intacta»), pero claro, es que hay muchos temas que nos gustan, y no entraron todos -y es comprensible porque el tiempo es limitado y es imposible- por eso fue de agradecer que, tras poner el broche de oro con «Te debo una canción», Gabriel cantase a capela parte del estribillo de «Volver».
Desde que vimos a Shinova por primera vez en vivo no hemos vivido un directo de ellos que no nos haya hecho bailar, cantar y emocionarnos; sus directos son enérgicos y logran conectar; para quien escribe estas líneas, una apuesta segura para un buen concierto en el panorama nacional.

En el esquema original, Shinova habría cerrado esta edición del festival, pero el viento, igual que transportó a Dorothy a la tierra de Oz, se llevó a Nixon al cierre del festival. Por última vez, Agro DJs amenizaron la espera del cambio de escenario, aunque una parte del público, quizás por la hora, optó por marcar retirada. Nunca sabremos si para Nixon hubiera sido mejor abrir el festival, pero desde luego la experiencia, para quien escribe estas líneas, fue más que satisfactoria.

El tema elegido por el grupo almeriense fue «La fiesta», y una fiesta es lo que vivimos con ellos encima del escenario. Tras cinco años sin pisar el escenario de un festival, tal como comentó Alex, Nixon demostró que quien tuvo, retuvo, y es que su concierto en El Ejido Al Natural fue una explosión de energía y buen rollo, que se notaba en el escenario y que contagiaba al público. Es cierto que fue un concierto corto, sólo 7 temas, pero muy bien elegidos, incluyendo «Invencibles», el tema que hicieron para la Fundación Music For All, «Gravitacional» o «El pasajero».

Antes de la despedida, dieron las gracias a Raúl de Lara por el sonido, al equipo técnico y a la gente de Crash Music. El broche de oro, a su actuación y al festival, vino de la mano de «Tribal», tema con el que nos hicieron bajar al suelo para subir de un salto en el último estribillo; descarga de endorfinas. Ahora sólo podemos esperar que Nixon retome su actividad, que compongan nuevos temas y que vuelvan a hacernos vibrar como siempre han hecho; se les echaba de menos, la verdad.
En general, esta edición del festival estuvo bastante bien; quitando el viento inicial y el fresco inusual para esta época del año (cosas por otro lado fuera del control de cualquiera), lo demás funcionó bien. Los grupos tocaron y se escucharon bien, las colas en la comida y las barras no fueron excesivas, los accesos fueron rápidos,… También se agradecen los festivales como éste, de una única jornada, que algunos no tenemos ya los cuerpos para mucho trote. Así que esperamos volver el año que viene a disfrutar de una nueva edición.
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