Un año más, volvimos a asistir con ilusión y ganas a una nueva Fiesta de Bienvenida de Cooltural Fest. En esta ocasión llegamos cuando los técnicos de La Garfield estaban terminando de montar sus instrumentos, así que no pudimos comprobar cómo sonaba la propuesta de Noelia Hernández.
Cuando los componentes de La Garfield subieron al escenario, ya había bastantes asistentes, pero todavía era de día y faltaba aún mucha gente por llegar. Nos sorprendió que arrancasen su actuación con uno de los temas que más nos ha gustado desde que les conocimos, cuando se anunció su participación en el festival, «Óyeme bien». Sonando realmente bien y con la poderosa y sedosa voz de Valentina Marentes, quedamos enganchados, al igual que el resto del público desde el primer tema. Roto el hielo, la formación mexicana siguió compartiendo temas con tintes de jazz y fusión como «Verte otra vez» o «Cómo amarte». El público aplaudia entregado cada tema; eso sí, todavía poca gente se animaba a bailar.
Así pues, tras el sexto tema, Valentina se dirigió al público: «Sabemos que la tarde recién empieza, pero a mí me dijeron que aquí se baila, y yo quiero verles bailar, Almería», dicho lo cual comenzaron a interpretar «Un poquito más», un tema de ritmo pegadizo que ayudó al público a cumplir la petición de la vocalista. Tras «Love» anunciaron la despedida que se hizo efectiva con «Luna de plata», otro de sus temas más movidos. Su actuación, de 10, les convirtió sin lugar a dudas en el descubrimiento de esta edición del festival.
Después de La Garfield llegaba el turno de LA, la formación capitaneada por Luis Albert Segura, que venía a Cooltural Fest después de tener que cancelar su actuación el año pasado por problemas con la cancelación del vuelo. Nosotros teníamos muchas ganas de volver a verles, y suponemos que ellos de quitarse la espinita del año pasado; sin embargo, la suerte es caprichosa y esta vez no se inclinó a su favor. Cuando vimos que músicos y técnicos estaban en el escenario moviéndose de un lado a otro, probando cosas, ya muy cerca de la hora anunciada, entendimos que algo estaba pasando.
Con 15 minutos de retraso sobre la hora marcada como comienzo de su actuación, Luis Albert y Dimas tomaron posiciones, y fue Luis Albert el encargado de dirigirse al público para anunciar que tenían problemas, que les había fallado el equipo y que iban a hacer lo que pudieran para tirar para delante. Así que, a guitarra, voz y batería, trataron de hacernos cantar con un repertorio de 6 temas, escogiendo algunos de los más importantes de su discografía, como «Perfect combination» o «Stop the clocks».
Lo cierto es que ellos lo dieron todo, y el público se entregó totalmente, pero su concierto distó mucho de la calidad a la que nos tienen acostumbrados, dejando un regusto agridulce, dulce por volver a verles, y agrio por las circunstancias técnicas. Esperemos que la gira de salas haga parada en Almería y podamos por fin quitarnos esta espinita.
Tras L.A. llegaba el turno de La Habitación Roja, a los que habíamos visto en mayo en acústico en los conciertos de las bodegas del festival Murmura. En esta ocasión el grupo valenciano venía al completo y en eléctrico. Abrieron con el tema que abre también su disco de estudio más reciente, «Crear siempre es mejor que destruir», haciendo referencia a la situación que vive el pueblo palestino.
El buen hacer sobre las tablas de La Habitación Roja, junto con unos temas que forman parte de la banda sonora de la vida de muchos de los presentes, hizo que su actuación fuese una de las más cantadas y aplaudidas de la noche. Temas como «El eje del mal» o «La moneda en el aire» conviertieron la explanada junto al rehabilitado Cable Inglés en un karaoke multitudinario. Tras «Voy a hacerte recordar», Jorge Martí tomó la palabra para dedicar el siguiente tema «A todos los que hacen posible el Cooltural Fest, a Crash Music, los técnicos, el público», lanzándose entonces a interpretar «Indestructibles» para el disfrute de los presentes. Después del décimo tema anunciaron la despedida con «Los últimos románticos», haciendo así las delicias de sus seguidores más veteranos.
Una vez realizado el nuevo cambio de instrumentos, le llegó el turno a Barry B, el artista arandino que ha pegado con fuerza en el panorama musical, sobrepasando el millón de reproducciones en algunos de sus temas. El tema elegido para abrir su turno de actuación fue «Joga bonito», el cuarto corte de su disco Chato (Universal Music, 2024).
En su repertorio sonaron temas como «Taj Mahal», «Tussi», «Soleá» o «El lago de mi pena», que en disco canta junto a Gara Durán. Un tema pegadizo y emotivo sobre una relación en crisis que afronta sus últimos coletazos. El recibimiento por parte del público no pudo ser mejor.
Después del decimosegundo tema, anunció que se estaba acabando, pero sonaron unos cuantos temas más, entre ellos «Monster truck» y «Yo pensaba que me había tocado Dios», tema que su versión grabada cuenta con la colaboración de Carolina Durante y que le ha permitido alcanzar a gran parte del público de los madrileños.
No sabemos que camino cogerá Barry B, pero después de verle en directo y acercarnos a su propuesta, comprobamos como los temas cortos (menos de 2 minutos) y de estilo más urbano, nos dejaron más tibios, mientras que los temas de mayor duración y con melodías más trabajadas, nos atraparon bastante. Seguramente será cuestión de gustos, pero canciones como «Infancia mal calibrada» nos parecieron motivo suficiente para seguirle la pista de cerca a Barry B.

El último grupo en saltar a las tablas fue Karavana, un grupo que ya habíamos visto alguna que otra vez, pero que confesamos no seguir muy de cerca. Aunque la formación defina su música como de «guitarras sucias y letras cursis», lo cierto es que el directo no fue de sonido sucio. A pesar de la hora, había todavía mucho público, y éste se entregó totalmente en temas como «Resaca pop» o «Martes, sábados».
El potente directo de Karavana puso a todo el mundo a bailar y saltar, hasta tal punto que se formaron varios pogos durante su actuación. A pesar de que lo estábamos disfrutando, mientras sonaba «Pastillas», el noveno tema que tocaban, vimos que las fuerzas nos empezaban a fallar y, siendo conscientes de que todavía quedaba mucho festival por delante, optamos por despedirnos de nuestros amigos y marcar retirada.
El balance de la noche, quitando los problemas ténicos de L.A. (una verdadera pena, la verdad), fue muy bueno. Pudimos disfrutar de un amplio abanico de propuestas, algunas novedosas para quien escribe estas líneas, y que es de agradecer descubrir en directo.
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