A comienzos de 2024 un video en Instagram de un hombre joven cantando en la calle, vistiendo un abrigo de paño marrón y gafas de sol, llamó poderosamente la atención de quien escribe estas líneas. De forma casi instantánea lo compartió en un grupo de WhatsApp en el que estaba la persona responsable de que el concierto del que vamos a hablar hoy haya sido una realidad. ¡Gracias, Jesús!

Y es que la propuesta de Paco Pecado, que así se hace llamar Javier Morales de forma artística, ya apuntaba maneras mucho antes de haber cogido forma de disco en «Entre bodegas y ferias». Con una poderosa energía escénica, letras pegadizas y emotivas, y una armoniosa voz, Paco Pecado ofrece un espectáculo como pocos hemos visto en nuestra vida.

El concierto de Paco Pecado en Super 8 no era el primer concierto en el local, pero sí el primero en contar con un escenario algo más adecuado, después de una pequeña reforma para darle cabida al mismo. Creemos que también era la primera vez de Paco Pecado tocando en Almería (se nos puede haber escapado alguna anterior, pero lo dudamos). Por eso teníamos algo de incertidumbre respecto a la respuesta del público, y más considerando que ese mismo día se celebraba en Granada el festival Hyper H. Sin embargo, cuando se fue acercando la hora de comienzo de la actuación, el público llegaba casi a la zona de la entrada.

Y hablando de entrada, apoteósica fue la entrada; mientras Adrià Serarols, también conocido como Bofirax, salía al escenario y se colocaba en una silla junto a un teclado, un ordenador y otros equipos, el protagonista indiscutible de la velada entraba por la puerta del local, guitarra en mano y comenzando a tocar y cantar cuando se encotró ya inmerso en el público.

No vamos a entrar en pormenores, porque tampoco queremos desvelar todo el espectáculo de Paco Pecado, pero podemos decir que su propuesta, en directo, se crece. El repertorio es una montaña rusa emocional, una veces estamos inmersos en una ola de nostalgia y delicadeza como con «Luna del mediterráneo», y otras estamos entregados a ritmos hipnóticos como el del «Tango del clavel», que acabó con todo el mundo cantando el estribillo al terminar el tema.

Pero no sólo los músicos pisaron las tablas durante el concierto, sino que en algunos de los temas, Paco Pecado invitó a algunas personas del público a subir a bailar, e incluso a personal del local a cantarse con él una rumba catalana para cerrar el concierto.

En el concierto se cantó, se bailó, se sudó, hubo emoción, nostalgia, alegría, efuoria…, porque como el propio Paco Pecado dijo en su primera despedida en falso: «Mis bolos son como la vida, a veces va arriba y abajo».

Tras la despedida definitiva con «El muerto vivo» de Peret, Paco Pecado invitó a subir al escenario a Vera GRV, que estaba entre el público disfrutando del concierto, para darle la enhorabuena por su nominación al Grammy, y la almeriense le dio las gracias y aprovechó para anunciar su concierto en El Mesó Gitano el próximo 31 de enero.

Así concluyó el concierto de Paco Pecado, del que sólo podemos deciros que, si tenéis la oportunidad, vayáis a verle; os aseguramos que no os dejará indiferentes. A nosotros, y creemos que al resto de los asistentes también, nos conquistó y esperamos que, esta primera pica puesta en Almería, sirva de base fuerte para futuras ocasiones, que ya sabemos lo dura que es la plaza almeriense en cuanto a giras se refiere.

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