Hace años que Pulpop Festival cuenta con una cita diurna la jornada del sábado, pero nosotros, que el calor y el sol lo llevamos regular (la parte del «albino» del Erizo no es literal, pero casi), no solemos asistir. Sin embargo, este año había una razón de peso para que nos acercásemos a la carpa instalada en la explanada del Puerto de Roquetas de Mar, el regreso de Monogay a los escenarios. No sabemos decir exactamente la fecha, pero podía hacer prácticamente 10 años que no veíamos en directo a Monogay y, la verdad, había muchas ganas.

Cuando llegamos a la carpa, comprobamos que no éramos los únicos, estaba casi al completo, lo que nos alegró por la formación y por el festival. La formación saltó al escenario y comprobamos el primer cambio, ya que una de las guitarras ya no estaba en manos de Last Splash (aka Piquel Durancelix), al que más tarde vimos entre el público, sino de un nuevo componente del que no apuntamos el nombre; esperamos arreglarlo pronto en una nueva cita. Arracaron el concierto con «Esunmason», single que vio la luz hace un par de años y que esperamos forme parte de un cercano nuevo largo de Monogay.

El repertorio de Monogay repasó algunos de sus éxitos como «Monogaxx Planet», «Módulo 7» o «Bastard son», en la que un gorila salió a bailar entre el público (esto marca de la casa). También se pusieron pelucas (menos Piolo del Male que se puso una máscara de mono) antes de tocar su tema más reciente, que acababa de ver la luz, «Sicav». Con un público entregado, que no paraba de bailar y disparar confeti, lo cierto es que el concierto fue muy disfrutón, pero no estuvo exento de problemas. Antes del nuevo tema, la guitarra de J.D. Fumangie dejó de funcionar, y parecía que no iban a poder seguir. Tras unos minutos de incertidumbre, finalmente consiguieron arreglar el problema y reanudaron.

«Sicav» iba a ser el tema de despedida, la hora se había cumplido, pero la gente pidió más y volvieron a los instrumentos y comenzaron a tocar «Yamata Wayne». Sin embargo, a los pocos segundos de empezarlo, el sonido se fue y la gente protestó y la organización rápidamente acudió a la mesa y dijo que sí, que podían hacer el tema, con una respuesta de aplausos y alegría por parte del público (Rectificación: al publicar la crónica la organización nos ha confirmado que lo que pasó fue que saltó el generador, en ningún momento se pensó en cortarles el sonido).

Tras Monogay llegó el turno de conocer en directo la propuesta de Aiko el grupo, que eligieron «La peste» como punta de lanza. Con una mezcla de pop y punk, melodías pegadizas y gritos desgarrados, nos dejaron impresionados. Sin pausa, continuaron con «Amigos para nunca (confía y te la lían)», un tema más fresco y melódico, con una letra con la que nos sentimos plenamente identificados. Después de los dos temas se presentaron y comentaron que «Estamos genial en Roquetas, es la primera vez que venimos a Almería, muchas gracias por haber venido».

El concierto siguió avanzando con canciones que viajaban por terrenos entre el pop, el powerpop y el punk, haciendo bailar y disfrutar a los presentes. Temas cortos (pocos superaban los 3 minutos), con estribillos pegadizos y letras directas y claras. Algunos de los que sonaron fueron «Me parece muy fuerte», «Truchita (nunca volveré!!!)» o «Romantinski» (que incluye un homenaje a la «Sopa fría» de M-Clan). Además de canciones propias, Aiko el grupo interpretó una versión; la escogida fue «Toro» de El Columpio Asesino.

Con «Sexo Fender (Cenicero)» anunciaron que se acercaba la despedida, a lo que la gente respondió con un sonoro «¡No!». Prosiguieron entonces con dos temas más, siendo el tema elegido para cerrar su actuación «A mí ya me iba mal de antes», el tema con el que les conocimos, que empieza muy suave, pero luego sube en intensidad, con un estribillo que gritó gran parte del público, volviendo a bajar de intensidad en los últimos acordes.

Terminado el concierto, el grupo colocó su puesto de merchan y se arremolinó bastante gente, demostrando la buena acogida de su primera vez en Almería. Nosotros optamos por irnos a comer y realizar el encargo de su disco en nuestra tienda de referencia, Discos Caverna, que teníamos que coger fuerzas para lo que nos quedaba por delante en la noche del sábado de Pulpop.

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