Hace unos meses, cuando se anunció que la Gira INDI de Ellos volvía a Madchester Club, puse un círculo rojo en mi calendario y me mantuve atento para cuando salieran las entradas a la venta -la vez anterior casi se llena la sala-. La noche de autos, pusimos rumbo a la sala a la hora indicada, ya que augurábamos una masiva afluencia y que, además, al contar con Victimae Paschali -un grupo desconocido para nosotros y del que no pudimos encontrar información- como teloneros pensábamos que el retraso no sería demasiado grande.
Sin embargo, al llegar al Madchester Club pudimos comprobar que la afluencia era escasa. Pensamos que la gente, curtida en otros conciertos de Ellos, llegaría más tarde o que directamente pasaban de los teloneros. El tiempo pasaba y la gente llegaba con cuenta gotas, así que empezamos a lanzar exclamaciones cuando entraban más de 3 personas juntas.
Contaba ya una hora desde la hora programada como comienzo del concierto y ni rastro de Victimae Paschali, así que ya conjeturamos sobre su asistencia e incluso su existencia. El tiempo transcurría y lo estábamos pasando bien, porque teníamos buena música y cerveza fresquita, pero habíamos pagado una entrada por un concierto que empezamos a dudar que fuera a tener lugar.
Casi dos horas después de la apertura de puertas, con un tibio recibimiento Guille Mostaza y Santi Capote subieron al escenario, pero de repente Santi bajó rápidamente de él… su guitarra no estaba allí. Solucionado el tema instrumental, se arrancaron con «Lengua Viperina», tema que da nombre al primero de los cuatro maxisingles que conforman el último proyecto de la formación -financiado por crowdfunding-. Finalizado el tema se escucharon los primeros aplausos, a lo que el señor Mostaza respondió “Ahora sí, Almería”. Yo entiendo que el recibimiento no fuera de su agrado, pero empezar hora y media tarde, sin salir si quiera a decir un “vamos a esperar a ver si viene más gente” ni dar una explicación, pues no es el mejor caldo de cultivo para una calurosa bienvenida.
Dieron paso entonces a un hit del pasado, “En tu lista”, que cosechó gran respuesta con el público coreando casi todo el tema. El ambiente se iba animando. Guille estaba bastante comunicativo, así que contó que era el tercer concierto consecutivo tras Madrid -que fue sold out– y Granada -donde al parecer muy poca gente se enteró de que tocaban-, así que nos dejó claro que “Nadie se ha enterado de que veníamos; sois los mejor informados de Almería”.
El concierto continuó, alternando temas de sus últimos trabajos como “Mientes” o “Lo nuestro” de Cardiopatía Severa, con otros de sus comienzos como “Dicen que te vas” o “Campeón” de Ni lo sé ni me importa. Entre tema y tema, Guille interactuaba con el público, especialmente con un sector que estaba bastante animado, quizás demasiado animado. Al principio parecía que la situación estaba bajo control, pero las conversaciones fueron extendiéndose llegando a durar más que los temas; no sabíamos si estábamos en un concierto o en una performance con tintes surrealistas orquestada por Fernando Arrabal. Tanto es así que algunos se subieron al escenario a hacerse una foto con él y le dieron la enhorabuena, algo que -en palabras del propio Guille- nunca le había pasado antes de acabar. La situación terminó con los dos componentes de Ellos sentados en sendos taburetes (subidos por ese público exaltado) y Guille cantando a capela “La fuerza del destino” y -por si no nos habíamos dado cuenta- él mismo sentenció “Soy inigualable”.
Abandonaron el escenario por primera vez y volvieron anunciando que iban a tocar un tema más, “Lo dejas o lo tomas”, y que si en esos 5 minutos alguien se ofrecía voluntario a subir al escenario, cantarían también “El regalo”. Afortunadamente hubo una chica voluntariosa de nombre María que subió al escenario y a medias interpretó el tema con Ellos, poniendo así punto y final a un concierto que como bien dijo Guille “Os aseguro que no habéis estado ni volveréis a estar en un concierto igual en lo que os queda de vida”.
Pensábamos que ya se había terminado -de hecho algunas personas se habían ido ya- cuando volvieron a salir a escena. Al parecer, se habían dejado en el tintero algún tema, así que interpretaron “El anillo” e invitaron a su amigo Juanjo Aguilar -o, como lo llamó Guille, “el príncipe egipcio”- para interpretar “Aunque te rías de mí”, tema que da título al último maxi editado hasta la fecha.
El balance de la noche se puede resumir en la frase que dijo un amigo: “Yo pensaba que venía a un concierto de Ellos, no a una rave”. Esperemos que la próxima vez haya más público y sea un concierto un poco más tradicional.