Cuando a principios de abril se anunció el Día de la Música 2014 como The Big Stereoparty, hubo opiniones de todo tipo. Algunos se quejaban de que, tras varios años con carteles potentes, la propuesta no estaba a la altura. Otros no necesitamos leer todos los nombres del cartel para decidir que era una cita que no nos queríamos perder. No sólo porque entre la lista de bandas se oculten algunas de nuestras debilidades confesas, sino porque se nos ocurren pocas formas mejores de celebrar el día de la música que brindando por el cuarto de siglo de una discográfica clave en el panorama nacional. O al menos en ese panorama musical nacional que goza de menos minutos de tele y de radio; ese que algunos llaman indie o alternativo, que no suele llenar palacios de deportes, pero sin el que difícilmente se podrían entender cosas como, por ejemplo, el actual circuito festivalero. Ese que ha dejado hits que cualquiera que se moviese entre la adolescencia y la veintena en la década de los noventa conoce de sobra. Porque es el del “Chup chup” de Australian Blonde, “Al amanecer” de los Fresones Rebeldes, “Someone like you” de Sexy Sadie o –también- de canciones como “Serenade” de los primeros Dover.

Para la ocasión, no sólo se ha gestado la reunión de muchas de esas bandas que ayudaron a plantar la semilla hace más de dos décadas –Mercromina, Australian Blonde, Sexy Sadie, Killer Barbies o Los Fresones Rebeldes-. También vuelven hijos pródigos; aquellos que pegaron el salto a otros sellos pero cuyo origen no puede entenderse sin el sello madrileño –Marlango, Dover, Ellos-. Y, como no, están también los de ahora, los que forman los actuales pilares de Subterfuge – como Corizonas, Anni B Sweet, Arizona Baby, The Bright o Neuman-.

Es imposible ver el cartel que hay preparado para estos dos días en el Matadero de Madrid y no pensar una única cosa. Que va a ser una fiesta. Y nosotros no nos la vamos a perder.