Para quien escribe estas líneas Nixon y Niños Mutantes son dos grupos de sobra conocidos y cuyos directos había disfrutado hacía relativamente poco tiempo. Con lo cual, alguien podría pensar que el concierto no se planteaba suficientemente atractivo. Nada más lejos de la realidad, la ocasión de escuchar a ambas formaciones en un gran auditorio como el de El Ejido era una oferta más que tentadora. Además, si a eso le añadimos que Nixon se despedía de los escenarios por un tiempo –para grabar nuevo material- y que no teníamos agendada ninguna fecha próxima para ver a los granadinos –que siempre es un placer-, la solución no podía ser otra que comprar entradas e ir dispuesto a darlo todo. Porque seamos realistas, nadie puede esperar que en un concierto de este tipo alguien se vaya a quedar sentado en su butaca.
Por fin llegó el día “N”. Los encargados de abrir la noche salieron al escenario entre gritos y aplausos. Comenzaron su actuación con “Diamantes”, un tema de ritmo suave, buena elección para ir caldeando el ambiente. Terminado el tema saludaron a los presentes y dieron las gracias a todos los que hacían posible el concierto. Prosiguieron con “Viaje Interestelar”, que con su estribillo potente terminó por meter a todo el mundo en harina.
Tras un par de temas más en eléctrico -uno de ellos un adelanto de lo que será su nuevo trabajo de estudio- Alex y Juanmi se quedaron solos en el escenario para interpretar “El mundo” desenchufados y a capela, incorporándose el resto para afrontar la segunda mitad en eléctrico. Con “Eclipse” anunciaron una retirada que se hizo efectiva con “No puede ser” y todos los presentes aplaudiendo y vitoreando a Nixon.
Terminado el turno de los almerienses, les llegaba el turno a los granadinos, con una breve pausa para los cambios de escenario. Niños Mutantes empezó su concierto con “Es lo que hay”, un tema de estrofas suaves y estribillo potente que nos hizo ponernos de pie a algunos de los presentes. Muchos otros también se pusieron de pie o se salieron a los pasillos con el siguiente tema, y es que “Hermana mía” es un cañonazo que te hace mover los pies y la cabeza irremediablemente.
Una vez concluido “El circo”, los Mutantes se dirigieron por fin al público para saludar y preguntar quién estuvo en Almería el otro día. Varios levantamos las manos. Entonces Juan Alberto hizo referencia al recinto: “Estamos en este teatro tan grandioso que parece de Manhattan. ¡Qué de dinero había en España!”. Tras “Robot” y “Sto Domingo” comenzaron a sonar temas de sus trabajos anteriores como “Las noches de insomnio”, “La puerta” –dedicada para el jefe de aquellos que trabajen- y “Náufragos”.
Después de “Barronal”, Juan Alberto y Andrés se quedaron solos para interpretar “El miedo”. Terminado el tema y con toda la banda al completo vivimos uno de los momentos más sorprendentes de los vividos en un concierto por quien escribe estas líneas. La banda invitó al escenario a Arancha y Javi, una pareja de fieles seguidores que estaba disfrutando del concierto bailando en un lateral, porque ella quería darle a él una sorpresa. “¿Se lo preguntas tú o se lo pregunto yo?”, le dijo Juan Alberto a Arancha. Y entonces presenciamos en vivo y en directo la petición de matrimonio mediada por Niños Mutantes. Fue muy emocionante y la banda le dedicó al futuro matrimonio “Manual de autoayuda”, según Juan Alberto, la canción más romántica que tienen, deseándoles toda la felicidad aunque -como él mismo apostilló- “no hace falta casarse para eso”.
A continuación volvieron a coger el ritmo del concierto sucediéndose temas como “Días complicados”, “Caerán los bancos” o “Empezar de cero”, una canción que todo el mundo cantó a pleno pulmón. Los de Granada siguieron despachando un tema tras otro sin apenas pausa hasta que con “Hundir la flota” anunciaron una despedida que se hizo efectiva con “Huesos”.
Abandonaron el escenario acompañados de aplausos y vítores, con un público que pedía más, tanto a gritos como con sonoros zapatazos en el suelo de madera.Se hicieron poco de rogar y más pronto que tarde volvieron al escenario para deleitar a los presentes con cuatro temas de su artillería más potente. El primero en sonar fue “Todo va a cambiar”, otra de esas canciones que te hacen saltar y cantar a pleno pulmón, seguido por “No puedo más contigo”. Entonces llegó por fin el himno mutante por excelencia “Errante”, que dio paso al tema que habitualmente sirve para poner el broche de oro a los directos de los granadinos, “La voz”.
Y así, agotados y casi sin voz por nuestra entrega total, salimos a la calle con un hambre voraz –entramos poco después de las 21h y salimos pasadas las 0h- poniendo rumbo al único establecimiento que sigue sirviendo comida a esas horas en la zona. Saciado el hambre cogimos la autovía rumbo a casa esperando que el tiempo pase rápido y podamos volver a disfrutar de otro día “N”, en El Ejido, en Almería o donde se tercie.