El último jueves de agosto tuvimos el honor de ser invitados a un concierto privado de Antonio Álvarez. Si ya de por sí el plan era apetecible, cuando nos enteramos del entorno donde tendría lugar, con la puesta de sol desde un terrao en Cabo de Gata, lo hacía irresistible.

Antonio Álvarez arrancó su concierto con un tema de los años 20, seguido de una versión de “Message in a bottle” de Police. Presentó entonces un tema de Sonora, su nuevo proyecto junto a la vocalista Eva Penélope, “La gran dulce alianza”, un tema que habla de flashes entre dos ciudades, Almería y Bristol. Volvió al repertorio ajeno con una versión de “L.O.V.E.”, tema interpretado por grandes artistas, desde Frank Sinatra a Michael Bubble. Pero no sólo de crooners se nutre el repertorio del músico oriundo de Pechina, y tardó poco en aparecer un tema mítico del rock patrio “Rock and roll star” de Loquillo.

Mientras el sol se iba ocultando, ofreciéndonos una gran gama de colores en el cielo, las canciones se iban sucediendo, desde Neil Young a Bowie, desde The Beattles a Patti Smith, un repertorio lleno de grandes éxitos de la música que hicieron las delicias de los presentes. Volvió a los temas de su autoría con “Circular”, anunciando que deja de hacer conciertos en solitario por un tiempo.

En el último tramo del concierto se centró en éxitos de la música en español, con temas como “Flamenco” de Los Brincos, “Que fue del siglo XX” de 091 o “Miña terra galega” de Siniestro Total. Aunque Antonio trató de despedirse con “Escuela de calor” de Radio Futura, el público pidió más y como todavía se veía algo, tuvo a bien regalarnos unos cuantos temas más.

El primero de los bises fue una versión de “Proud Mary” de Creedence Clearwater Revival -que quizás el público más joven asocie con “Rolling on the river” de Tina Turner-, seguido de un “Twist and shout” muy bien recibido (había bastante beatlemaníaco entre el público). El broche de oro a la velada lo puso interpretando “Insurrección” de El Último de la Fila.

Como siempre, Antonio Álvarez ofreció un gran concierto, sonando nítido, limpio, directo, demostrando lo que se puede brillar armado sólo con una guitarra y una armónica. Y es que, cuando de música se trata, en los montajes sencillos y las distancias cortas es donde realmente se demuestra el talento, y de eso Antonio Álvarez va servido.

No podemos despedirnos sin agradecer a nuestra anfitriona la invitación a este concierto tan especial, muchas gracias Nanny, y ya sabes que nosotros encantados de volver si se repite.

Álbum de fotos