Si hay una cita que marcamos en rojo en el calendario festivalero, antes incluso del nacimiento de este blog, es la de Pulpop Festival. Este año sin embargo fallamos la jornada del viernes. Es cierto que Maika Makovski visitaba por primera vez Almería en el Festival Alamar (que desde hace años se celebraba en junio y no había solape con el Pulpop, mal cambio Ayuntamiento de Almería), pero a sabiendas de que el concierto de Maika duraba 70 minutos escasos, la idea inicial era empalmar ambas citas. Sin embargo, la tarde del viernes ya vimos que las energías no iban a acompañar al plan, así que optamos por ir a ver a Maika y volver pronto a casa a descansar.
El sábado con energías renovadas pusimos rumbo a la Plaza de Toros de Roquetas de Mar. Gracias a la nota de prensa enviada por Kiko Salinas, ya sabíamos entonces que el ganador del concurso de bandas, y por tanto primer grupo confirmado de Pulpop Festival 2019, había sido Pájara Rey, formación procedente de la vecina Murcia, que se impuso a No Crafts e Increíbles Ful en el concurso con una actuación en la que hicieron gala de una gran actitud a la hora de defender su propuesta power punk.
Cuando llegamos a la Plaza de Toros, empezamos a hablar con algunos amigos que asistieron a la jornada anterior y cuyo comentario más repetido fue lo que les impresionó la rigidez de la cantante de Los Punsetes; seguro que tuvo que ser chocante para quienes no conocieran al grupo.
Antes de que nos diéramos cuenta, ya estaban subiendo al escenario los encargados de abrir la jornada, los ganadores del concurso de bandas de la pasada edición, J.J. Sprondel. Ante un público algo escaso, tónica habitual en las primeras actuaciones, los de Málaga se entregaron en cuerpo y alma a un directo de apenas 30 minutos, en el que sonaron bien y con el que consiguieron captar la atención de los presentes con temas como «Seres eternos», «1931» -con el que afirmaron soñar con una Tercera República- o «Yo». Se despidieron con «Formal y cortés» lanzando a los presentes un desafío «regalamos un abrazo y/o un disco a quien primero adivine de qué grupo argentino hemos sacado gran parte de este tema».
Todavía con algo de luz natural hacía su entrada en escena la formación local de la noche, Loudly. Si con su EP Laguerraconstante (Aneurisma Records, 2016) ya nos impresionaron, con su primer largo Elfactorgrotesco (Clifford Records, 2017) han venido a conquistarnos completamente. La propuesta de Loudly aglutinó algo más de público, sobre todo a partir del tercer tema, «La mayor catástrofe». Nos alegró mucho que el máximo de gente posible llegase a tiempo de este tema, porque es uno de los que más nos gustan de la banda y que creemos que mejor representan su sonido. Un tema que empieza de forma suave, casi meloso, para después pasar de golpe a un ritmo enérgico con una batería contundente, volviendo de nuevo a la calma, para luego volver a subir,
todo ello mientras se habla de los vaivenes de una relación. Un reflejo fiel de la realidad que cualquiera puede haber vivido y que, a nosotros, nos puso las púas de punta. En el repertorio de su actuación también sonaron temas como «La mañana», «Un año de destierro» -para el que pidieron al público que hiciera palmas-, o «Elfactorgrotesco», tema que da nombre a su largo y con el que pusieron el broche de oro a una brillante actuación.
Si con Loudly había subido la temperatura del coso roquetero, Ángel Stanich y su banda salieron dispuestos a prender la mecha para que terminase de explotar. Que Ángel Stanich es un valor seguro en directo es algo que hemos repetido bastante, pero es que es una realidad. Siempre que vemos a Ángel y los músicos que le acompañan suenan de lujo y se entregan al máximo, como se diría en ámbito deportivo, sudan la camiseta (en este caso la camisa). Nosotros les vimos un par de semanas antes con algo más de tiempo de actuación y por tanto con un repertorio más extenso que permitió algo más de juego a la hora de jugar con el ritmo. Sin embargo en Pulpop el tiempo de actuación era breve y el grupo salió a echar el resto, jugándoselo todo a la artilleria pesada y a no dar tregua al público, convirtiendo su actuación en una de las más frenéticas de la historia del festival. Arrancaron con «Un día épico» y la gente se metió en el concierto desde el primer momento. A partir de ahí el público se dejó llevar, bailando y cantando temas como «Mezcalito», «Hula Hula» o «Metralleta Joe». Épico también fue el final con Ángel terminando «Mátame camión» entre el público.
Con Ángel Stanich se alcanzó el máximo de aforo en la noche, pero cuando Cooper comenzó su concierto ya había algo menos de público. Un fenómeno que se haría constante a lo largo de lo que quedaba de noche. Puede que la propuesta de Alex Cooper y sus músicos fuese algo menos intensa que la de Ángel Stanich, pero no por ello menos bailable. Los ritmos pegadizos de temas como «Hyde Park» o «La señal». Si en su anterior visita al festival, allá por 2009, acudió a presentar Aeropuerto (Elefant Records, 2009), este año hacía lo propio con Tiempo, Temperatura, Agitación (Elefant Records, 2018), incorporando al repertorio temas como «Graciela» o «Islandia», que fueron bien recibidos por el público, o «Dos grados bajo cero», que fue el tema elegido para cerrar su actuación.
Terminado el turno de Cooper llegó la hora de la nota internacional de la edición, The Primitives. Nosotros esperábamos con ilusión su actuación y no entendíamos que hubiera gente que se marchase justo antes de que empezasen, como si tuvieran la oportunidad de volver a verles cualquier otro día. En fin, nosotros nos centramos en disfrutar de su buen hacer sobre las tablas, y es que como dice el refrán, la experiencia es un grado, y si además le sumas actitud, como era el caso, ya tienes gran parte del trabajo hecho. Con un buen sonido y Tracy Tracy totalmente entregada, ofrecieron un repertorio que repasó desde temas más antiguos como «Stop killing me», de sonido algo más garajero, a los más recientes como «Petals», de un corte pop más fresco y ligero. Especialmente bien recibidas fueron «You are the way», «Nothing left» y el archiconocido «Crash», en el que se vivió un momento surrealista al aparecer de golpe decenas de móviles grabando la canción, parte de ellos de gente que estaba pasando bastante del concierto; es lo que tiene la era del postureo. Tras un par de temas más, The Primitives cerraron su actuación con otro de sus temas más contundentes, «Spacehead», dejando al público preparado para seguir la noche con Perro.
Los de Murcia volvían al festival como cierre y tiene sentido, porque después de un concierto de Perro es probable que las fuerzas comiencen a fallar. En esta ocasión disponían de poco tiempo, pero supieron aprovecharlo, haciendo que el público que quedaba, que era bastante pero menos que en otras ediciones, se entregase completamente a merced de sus ritmos. Con una puesta en escena apoyada en unas proyecciones más que llamativas (diseños geométricos, referencias ochenteras, Rick y Morty…), Perro fue lanzando un tema tras otro ante un público entregado. En el repertorio sonaron «Celebrado primo», «Reptiliano» o «Catán», pero como siempre, el estallido más enorme se produjo con «La Reina de Inglaterra». Cuando se despidieron nos pareció que era una despedida en falso, aunque ya sabemos que en los festivales no suele haber bises, pero se nos había pasado tan rápido su actuación que no lo podíamos creer.
El balance de la noche, musicalmente fue muy bueno, aunque sí que nos hubiera gustado que hubiera llegado a llenarse completamente como otros años en los que incluso se llegó a cortar la entrada de público a la plaza porque se había llegado al aforo máximo. No logramos alcanzar a entender qué más necesita el público para acudir en masa cuando se le ofrece un gran cartel sin coste de entrada. Veremos qué pasa el año que viene; nosotros esperamos poder volver, como hacemos cada año desde hace ya unos cuantos, porque señoras y señores, hay que cuidar lo poquito bueno que tenemos y no tener que dar lugar a valorarlo realmente cuando ya sea tarde. ¡Larga vida a Pulpop Festival!
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