No es una garantía; no siempre es sinónimo de calidad, pero cuando un músico disfruta sobre el escenario, la probabilidad de que el espectáculo sea un éxito es mucho más alta. Y si algo se puede decir de la puesta de largo de “El viaje del sonámbulo” en Joy Eslava es que Marcos Cao, 50% de La Sonrisa de Julia, disfrutó de lo lindo sobre las tablas. Fue el cántabro un auténtico torbellino, que en la hora y tres cuartos que pasó la formación sobre las tablas debió perder por lo menos un par de kilos.
No fueron puntuales. La cita con el público de la capital estaba prevista para las 9 de la noche, pero los cuatro músicos no aparecieron sobre las tablas hasta casi media hora más tarde. Mientras, eso sí, la música de The National amenizaba la espera. El arranque fue toda una declaración de intenciones; saltaron al escenario revolucionados y dejaron, así de entrada, la tríada “El viaje del sonámbulo”, “Errante” y “Bipolar”, primera descarga de energía y reflejo de lo que iba a ser la tónica general durante casi todo el concierto. La voz de Marcos sonaba imponente y tanto a él como a sus tres compañeros de viaje se les veía con muchas ganas.
Tras “Bipolar” llegaron los primeros saludos y agradecimientos. “Presentamos disco, presentamos compañeros de viaje. Queremos agradecer por penúltima vez lo que para nosotros es un acto heroico con la que está cayendo: comprar una entrar una entrada para un concierto”. El público supo responder y, aunque tardó un poco en meterse de lleno, cuando lo hizo cumplió con creces.
Con el foco puesto en su reciente largo -el quinto ya-, siguieron cayendo las canciones. Tras los pegadizos coros de “Mitos” –primera vez que Marcos pidió ayuda al público- y “Tormentas” llegó un ligero parón. Seguramente uno de los pocos peros que se le pueden poner a la noche, porque por unos minutos la cosa pareció perder ritmo. Sería “Déjà vu” la canción que permitiese recuperar la mejor senda. Hiperactivo el frontman cántabro, enchufadísimo Raúl -su otra mitad musical- a la batería y cada vez más metido el respetable, que terminó de espabilar con uno de los mejores temas de la discografía de La Sonrisa de Julia. “El hombre que olvidó su nombre” sonó potente, muy enérgica y provocó una total comunión entre grupo y público que se mantuvo hasta el último acorde de la noche.
Se despidieron con “Puedo”, pero esperaban aún unos largos bises. Marcos reapareció solo. “Es un pequeño lujo que me he querido permitir”. Y así, con la única compañía de su Telecaster, hizo una espectacular versión de “Náufrago”, que enlazó con el “Hallelujah” de Leonard Cohen. Antes de que sus 3 compañeros volviesen también, echó la vista atrás y se acordó de la que fuese la carta de presentación de La Sonrisa de Julia hace camino de una década, “Llevo tu voz”.
Un último respiro nos iban a conceder antes de la traca final. “Luces de neón”, dedicada a Julia, Oliver y Lucía –“Mi familia,” dijo Marcos- dio paso a la fiesta. La Joy –casi llena para la ocasión- bailó con ganas al ritmo de “Muévelo”, igual que Marcos, que había cedido su guitarra –a Ibis, amigo de la banda y único invitado de la noche- e iba de lado a lado del escenario. Se despedían de nuevo al acabar aunque seguía sin parecer definitivo. “Tened cuidado; estos están muy sordos e igual no os oyen”, decía Marcos, que se quedaba en un lateral del escenario alentando los gritos de la muchachada. Quedaba aún el mejor final.
“Extraño” y “Euforia” pusieron, ya sí, punto y final a la noche, con banda y público igual de entregados, bailando y cantando. Con el telón cayendo ya –literalmente- sobre ellos, los músicos se despedían agradecidos y alguno con los ojos más que vidriosos. Lo decían una y otra vez, pero era innecesario: había sido sin duda una gran noche.
La Sonrisa de Julia (Madrid, Joy Eslava – 09.05.2013)
- El viaje del sonámbulo
- Errante
- Bipolar
- ¿Hay alguien más ahí?
- Mitos
- Tormentas
- Despertar
- El error más bello
- Nadie lo sabe
- Déjà vu
- El hombre que olvidó su nombre
- Loco
- Puedo
- Náufrago / Hallelujah
- Llevo tu voz
- Luces neón
- Muévelo
- Extraño
- Euforia