Después de semanas de polémica por tipos de entradas, horarios, solapamientos,… llega por fin el día señalado para la celebración del Alhambra Sound Festival.Nuestra intención es llegar a la ciudad de la Alhambra con tiempo suficiente para entrar al recinto del Festival antes de que empeice la actuación de Genérica -banda vencedora del concurso promovido por el Festival- pero un atasco monumental a la salida de Almería echa por tierra nuestros planes.
Una vez acreditados ponemos rumbo al Escenario Inside para ver si escuchamos algo de Genérica. Y sí, llegamos cuando se están despidiendo con su tema “El despido”. Han congregado a bastante público a pesar de la hora y comprobamos que bastantes asistentes se saben la letra. Nos asusta un poco que el sonido no sea demasiado “limpio” y no sabemos si es por la banda o por el escenario, así que toca esperar a posteriores actuaciones para salir de dudas.
Nos mudamos entonces al Escenario Negrita para volver a ver a Sexy Zebras. Como siempre que les hemos visto, su actuación es un derroche de energía, pero controlando que esa energía no acabe por desbordarles y terminen sonando mal. El trío madrileño dispone de media hora escasa y está dispuesto a aprovecharla, haciendo bailar al público -que ha aumentado algo en número respecto a la actuación anterior- con temas como “Libres”, “Vagabundos” o “Caníbales”, tema antes del cual agradecen a la gente que haya dejado de comer para ir a verles.
Como hay más gente, mudarnos de escenario no va a ser tan sencillo –sólo hay un pasillo directo entre los escenarios- así que optamos por sacrificar el último tema de Sexy Zebras para llegar a tiempo de ver el comienzo de Neuman, que hace ya mucho tiempo que no les hemos visto en directo.
Para Neuman se trata de una ocasión especial, porque ahora Paco vive en Granada y es la primera vez que presenta If (Subterfuge, 2014) a sus nuevos paisanos. La entrega de Paco, Fernando, David, Juan y Dumdaca es total, pero no suenan tan bien como nos tienen acostumbrados; aún así disfrutamos su concierto al máximo. La sospecha de que el escenario no está a la altura de lo que se espera empieza a tornarse certeza. Durante los 50 minutos de que disponen ofrecen temas sobre todo de sus dos últimos trabajos, sonando “You fill my heart”, “Turn it” o “Tell you”. El ambiente es increíble y la comunión con el público es total. En la última pausa entre canción y canción Paco aprovecha para hacer una foto al público. “Luego os etiqueto a todos,” comenta jocoso y anuncia su próximo concierto en Granada (17 de octubre en Planta Baja) ya sin restricción de horario. El tema que cierra su actuación es el siempre impresionante “Sil Fono”, que hace mover “el pelazo” hasta a los más parados.
Tras finalizar el concierto de Neuman ponemos la directa para mudarnos de escenario y ver a los chicos de Napoleón Solo. Este año les hemos visto poco en los festivales de verano así que acudimos a su concierto con muchas ganas. El número de asistentes es más o menos el mismo que en Neuman (los que entran nuevos compensan los que se quedan comiendo en los puestos) que no son pocos y menos considerando la hora. Eso sí, nos hubiera gustado comprobar cuántos de los que se quejaron de la exclusividad de 14h a 16h luego realmente acudieron en ese tramo. Los de Arjonilla se muestran distendidos en su actuación y muy comunicativos con el público llegando a comentar que “pensábamos que no iba a haber nadie” e incluso pasando lista. “A ver los de entrada preferente, ¿estáis? –muchos levantan la mano y gritan- ¿Y los de abono normal? –se repite la reacción- ¿Y hay algún VIP aquí? –vuelve a ocurrir lo mismo- Habéis podido entrar todos, ¿no? Pues a disfrutar”. En su poco más de tres cuartos de hora hacen disfrutar al público, que corea las letras y baila con temas como “Perdiendo el tiempo”, “El intercambio” o “Antes de que ocurriera”. Pero son sin duda sus dos “chicas”, “Ramira” y “Lolaila Carmona”, las que se llevan la palma en cuanto a nivel de fiesta por parte del público. Se despiden con “Adiós” dejando un buen sabor de boca y ganas de más.
Llega el turno de Full, banda a la que vimos por primera vez en vivo en la primera edición del Alhambra Sound y que en esta ocasión volvía por méritos propios y petición popular. Aumenta la afluencia de asistentes pero dista todavía del lleno total que reflejan las entradas agotadas hace tiempo. Los sevillanos se meten al público en el bolsillo desde el primer tema, un público exaltado desde el comienzo hasta el final de la actuación. En sus 40 escasos minutos los chicos de Full destilan sus temas más intensos como “Un espectro más”, “Burbuja de Champagne” o “Adiós”. Pero también hacen hueco para un tema nuevo –suponemos que adelanto de un nuevo trabajo que esperamos como agua de mayo- de título “Aullando”. Su actuación se nos pasa volando y cuando queremos darnos cuenta se están despidiendo; menos mal que en unos meses volveremos a verlos en el Madchester Club.
Jero Romero es el primero en disponer de una hora completa. Que hace buenas canciones y las defiende a la perfección está claro, pero lo que quien escribe estas líneas no ve tan claro es que su espectáculo encaje en un festival de este tipo. El público enloquece con Jero y temas como “También” o “Devolverte”, pero a nosotros nos baja el ritmo y optamos por ir a comer, que son las seis de la tarde y, aunque hemos picoteado algo antes del Festival, estamos hambrientos y queda mucho por delante. En menos de un mes podremos acudir al concierto de Jero en Madchester Club y disfrutar de su directo, ya que pensamos que las salas, teatros y auditorios son las plazas fuertes para este artista.
Retomamos los conciertos con León Benavente. Los hemos visto no sé cuántas veces en los últimos 3 meses, y siempre hemos flipado –literalmente y sin necesidad de psicotrópicos- con sus actuaciones, la última el sábado pasado en el B-Side Festival. Tienen razón en decir que las comparaciones son odiosas, porque comparar el sonido de la semana pasada con éste deja al Escenario Inside en mal lugar. A pesar de ello, León Benavente es una banda de músicos experimentados y consigue meterse al público en el bolsillo desde el primer tema. Comienza su actuación con “Década” siguiendo con “Estado provisional”, “Las Hienas” y “Revolución”. Empezamos a notar el cansancio y como el sonido no les hace justicia, optamos por poner rumbo a descubrir la Zona VIP, que todavía no habíamos tenido ocasión de visitar. Nos sentamos un rato a descansar las piernas y comprobamos como desde la Zona VIP ni se ve ni se oye ningún concierto de ningún escenario Decepcionante.
Con fuerzas renovadas ponemos rumbo al concierto de Izal. Cuando llegamos al foso podemos constatar cómo ha aumentado el número de asistentes; ya casi se roza el lleno total -“Si antes costaba trabajo cambiar de escenario, verás tu ahora qué risa” es nuestro primer pensamiento-. Que una banda repita dos años seguidos en el cartel de un festival no es habitual, pero el «fenómeno Izal” es así. Si el público en general enloquece cuando los chicos de Izal salen a escena, lo de las primeras filas es indescriptible, ¡qué nivel de gritos! Durante su actuación suenan temas como “Tóxica”, “Qué bien”, “Agujeros de gusano” o “Tu continente”, que hacen al público bailar y cantar con ellos desde el primer acorde. La banda derrocha buen rollo y parece estar disfrutando sobre el escenario tanto o más que el público. Si todas las canciones son cantadas y coreadas, “Magia y Efectos especiales” es uno de los momentos álgidos, con todo el mundo gritando “Todos a la mierda, sobre todo tú”.
Con Izal llega el primer solape de la noche, así que optamos por abandonar su concierto para llegar a tiempo de poder ver el arranque de Second y acceder a hacer fotos desde el foso. Como atravesar la multitud es inviable, optamos por bordear toda la explanada y cruzar por el pabellón. Llegamos con tiempo de sobra, así que pasamos a saludar a algunos amigos que ya estaban esperando a los murcianos. Cuando Second sale a escena el público enloquece, y es que la mayoría de los presentes son fieles seguidores de la banda. Siguiendo el mismo esquema que en la mayoría de conciertos de esta gira, abre con “2502” para seguir con “Psicopáticos”, un arranque muy movido que deja patente que Sean, Jorge, Fran, Nando y Javi vienen dispuestos a hacernos mover el esqueleto con temas como “Las Serpientes”, “Lobotomizados” o “Autodestructivos”. Pero los murcianos no sólo saben hacernos bailar, también saben tocarnos la fibra y hacernos cantar con temas como “Rincón exquisito” o “N.A.D.A.”. Sin darnos cuenta nos encontramos saltando y cantando con “Rodamos”, tema que pone el punto final a una actuación que se nos ha pasado en un suspiro. No ha sido la noche que mejor han sonado esta gira, pero lo hemos disfrutado como si no hubiera un mañana.
Vuelta a la carrera para llegar al foso del Escenario Negrita a tiempo de poder hacer algunas fotos de Vetusta Morla. Los chicos de Tres Cantos siguen el mismo esquema que cuando les vimos hace un mes en Almería –y suponemos que en el resto de la gira- abriendo con “La Deriva”, “Fuego” y “Golpe maestro”. Una terna que hace que el público se deje llevar por La Deriva, porque están seguros que les llevará a buen puerto. Aunque su espectáculo es brutal, preferimos optar por hacer una breve pausa en la zona VIP para hidratarnos y sentarnos unos minutos –no mucho porque no se ve ni se escucha el concierto-. Después del descanso nos incorporamos a la fiesta en la que se ha convertido el concierto de Vetusta Morla mientras suena “Tour de Francia”. Nos ubicamos en la puerta del pabellón, un sitio desde el que disfrutar sin agobios del gran espectáculo que está ofreciendo la banda. Tras “Mapas” cambiamos de escenario para hacer algunas fotos de Kakkmaddafakka y volver nuevamente al show vetusto. Porque sinceramente, Kakkmaddafakka serán un derroche de buen rollo, frescos y divertidos –y los que mejor sonaron en el Escenario Inside según algunos- pero puestos a elegir, para este Erizo no hay lugar a dudas: Vetusta Morla combina a la perfección el buen sonido, la fiesta y unas letras que nos encantan.
Durante la espectacular salida de Kakkmaddafakka –primer grupo internacional en la historia del festival- al escenario caen algunas gotas que nos dan un poco de miedo. Pero nuestros temores son infundados porque no pasan de ahí. Los suecos ponen a saltar al público desde el primer tema y podemos ver que algunos asistentes hasta se saben las coreografías. Suenan bastante bien y son divertidos pero nuestra decisión estaba tomada y su arranque no nos hace cambiar de opinión, así que volvemos raudos a disfrutar con la recta final del concierto de Vetusta Morla.
Cuando llegamos está sonando “Fiesta Mayor” y terminado el tema se lanzan con “El hombre del saco” que alargan en el tramo final para agradecer y pedir aplausos para promotores, grupos, equipo técnico,… y sigue rimando “derivas” hasta terminar con “cada cual que tome sus medidas” –una frase que nos parece una llamada de atención para ver si la sociedad despierta y apuesta por un cambio-. Cierran su actuación con una interpretación magistral de “Los días raros” que pone la piel de gallina incluso a los más reacios –si es que allí hubiera alguno-.
Ahora viene otro de esos momentos en los que el don de la ubicuidad hubiera venido bien. El concierto de Lori Meyers y la sesión de The Zombi Kids empiezan a la vez. Optamos por acercarnos al foso del Escenario Negrita y hacer las fotos a los primeros, para después tratar de llegar a tiempo de hacer alguna al dúo residente en Madrid. Nuestro gozo en un pozo. El comienzo de los granadinos se retrasa y cuando llegamos al Escenario Inside nos dicen que nuestro tiempo ha pasado. No siempre se puede llegar a todo.
Centrándonos en el concierto de Lori Meyers, la banda se muestra exultante por tocar en su ciudad y eso logran transmitirlo al público a pesar de configurar un setlist con un tramo inicial algo tranquilo en el que suenan temas como “Corazón elocuente”, “Luciérnagas y mariposas” o “Tokio ya no nos quiere”. El ritmo empieza a subir cuando dedican “Luces de neón” a sus familias, al público, Izal y el resto de bandas,… desatando la locura que se va a mantener –o incluso aumentar- con “Explícame”, “Emborracharme” o “Huracán”. Que Anni B Sweet salga a cantar en “El tiempo pasará” me encanta, pero considerando que gran porcentaje de los presentes hemos visto a la banda y la malagueña colaborar en sucesivas ocasiones, venderlo como “una sorpresa especial” hace que se nos arquee una ceja y pensemos»…¿en serio? vete a otros con el cuento…». Los de Loja eligen para iniciar el tramo final “Alta Fidelidad”, uno de sus temas convertido en himno y cierran con “¿A-ha han vuelto?” enlazada con “Mi realidad”, logrando un final apoteósico.
Terminado el concierto de Lori Meyers una gran parte del público abandona el recinto. Nosotros acudimos a hacer algunas fotos a ElyElla Djs y a despedirnos de algunos amigos que están en la Zona VIP. Tras unos cuantos temas de la gran sesión que se marcan ElyElla Djs el cansancio nos vence, así que optamos por retirarnos. A pesar de todo lo que hemos comentado a tener en cuenta para posibles mejoras, ha sido un gran día y lo hemos pasado genial. Hay gente que dice que el recinto se ha quedado pequeño, pero sinceramente a nosotros nos da miedo que el Festival cambie de recinto, crezca demasiado en tan poco tiempo (el año que viene será la cuarta edición) y acabe muriendo de éxito. Decidan lo que decidan los organizadores, nuestros mejores deseos para ellos y larga vida a Alhambra Sound.