Las canciones deformadas de Ariel conquistan al público almeriense (Madchester Club, 30.05.2015)

Madchester Club despedía el mes de mayo con el concierto de un grande de la música en castellano, Ariel Rot. Quien escribe estas líneas no se puede considerar seguidor de su carrera en solitario, pero eso no fue inconveniente para acudir a disfrutar de su directo. Por primera vez, no llegamos puntuales a la hora de apertura, así que teníamos algo de miedo a que hubiera comenzado, pero al entrar comprobamos que llegábamos a tiempo.

AR_05

Sobre el escenario varias guitarras y un piano nos daban la bienvenida. La sala sólo estaba a medio aforo cuando llegamos, pero poco a poco acabó por casi llenarse. Cuando faltaban diez minutos para la medianoche salió al escenario Ariel Rot, en solitario, como rezaba el cartel de la cita. Y tardó poco en demostrar que él solo se basta y se sobAR_01ra. Cuando terminaron los gritos y aplausos de recibimiento, comenzó a tocar “Debajo del puente”, uno de sus temas míticos, que dio título a su primer disco en solitario. Sin pausa, se arrancó con “Lo siento, Frank”. Sonando francamente bien, Ariel ya se había metido al público en el bolsillo cuando se dirigió a los presentes “Bienvenidos a escuchar como deformo y prostituyo mis propias canciones”. Y es que, para el montaje de esta gira, el argentino ha revisitado parte de su discografía para darle otra vuelta de tuerca y ofrecerlas con un nuevo sonido.
El espectáculo prosiguió con temas como “Baile de ilusiones”, “Felicidad” o “Geishas en Madrid”, que iban alternándose con anécdotas o introducciones a los temas, como cuando contó cómo Sabina se le acercó en un garito y le dijo que quería que pusiera música a dos textos, a lo que él respondió yéndose a casa directo y haciendo las dos canciones, una de ellas la ranchera “Viridiana”.
Tras “Los tipos duros no bailan” se mudó al piano. El tema escogido para abrir esta parte del set fue “Para escribir otro final”. La velada estaba transcurriendo con normalidad, sonando bien y cumpliendoAR_07 con las expectativas. Sin embargo, parecía que a algunas personas entre el público les daba igual quién estuviera en el escenario, porque había un incesante murmullo que fue creciendo poco a poco. “Dos de corazones”, “La mirada del adiós” o “Una casa con 3 balcones” fueron algunos de los temas que sonaron en esta parte del set. Cuando finalizó “Pólvora mojada”, Ariel se dirigió a los presentes solicitando “un poco de silencio para este momento acústico”. Entonces explicó que “Cuando llegué a España en el año 66 me llamó mucho la atención la vida en la calle y en los bares” dicho lo cual interpretó “Bar Soledad”. Afrontando la recta final del concierto nos encontramos con “Muñeca rota” o “Eche 20 centavos en la ranura”.

El anuncio de despedida llegó a ritmo de tango, con una versión más que interesante de “Hace calor”. Pero la despedida fue en falso, pues, aunque llegó a bajar del escenario entre gritos y aplausos para cumplir con el ritual, Ariel volvió a salir a los pocos minutos para ofrecer unos bises. El primero de ellos fue “Cenizas en el aire”, tema que daba nombre a su cuarto disco en solitario. El tema elegido para cerrar la noche fue uno de los temas míticos de Los Rodríguez, “Milonga del marinero y el capitán”, que hizo las delicias de los presentes y puso el broche de oro a la noche.

AR_02
El balance del concierto podría resumirse como quién tuvo retuvo y guardo para la vejez. Porque sí, Ariel Rot ya no es un chaval –aunque sigue levantando pasiones, como pudimos comprobar en las primeras filas-, pero hay que ser valiente para enfrentarse al público en solitario, armado sólo con tus instrumentos y tu voz. Buena actitud y mejor aptitud, dos buenos ingredientes para un gran resultado.

Álbum de fotos

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s