Hay épocas en las que nuestro trabajo nos requiere tanto tiempo que el blog se resiente y hay crónicas que caen en el olvido, porque ha pasado tanto tiempo que nos parece demasiado para publicar algo. Este caso podía haber sido uno de ellos, pero a pesar de haber pasado tiempo, no queríamos dejar pasar la ocasión de contar lo que vivimos en la última cita que tuvimos en la terraza de PitaSound.
Seremos sinceros, acudimos a la cita por nuestra amistad con María y nuestro amor por PitaSound y la música en directo, pero no habíamos escuchado nunca a JJ Fuentes, así que como otras tantas veces, asistimos a la cita sin más pretensiones que comprobar que tenía que ofrecer el cantautor roquetero.
Tras saludar a muchas caras amigas, tomamos posiciones y esperamos pacientes el comienzo del concierto. Poco después de las 21h se presentó de una forma bastante original “Tengo ego, no necesito abuela y a veces la lío por Facebook… y he grabado un disco con Antonio Vicente”. Dicho lo cual se lanzó con un tema “nuevo” -para nosotros eran todos nuevos, claro está- pero hacía referencia a que era de nuevo cuño. A voz y guitarra la primera impresión que nos causó fue bastante buena.
Después cogió la armónica e interpretó “Polos opuestos”, tema incluido en su EP Orgánico (2016), un tema pop en español con tintes de folk, en el que pidió al público ayuda y consiguió que la mayoría se pusiera a hacerle los coros. José Javier volvió entonces a dirigirse al público “Soy cantautor, pero podéis cantar y sonreír, no todas las canciones son depresivas”. La actuación siguió su curso, con un JJ Fuentes ofreciendo un buen directo, simplemente con una voz clara y poderosa acompañada de una guitarra, dejando claro que, a veces, menos es más.
Durante su actuación sonaron tanto temas de su EP -“Tu miedo”, “Orgánico”- como otros de reciente composición como “El día de mi funeral” o “Manantial”. Pero no sólo de temas propios se nutrió su repertorio, sino que incluyó además algunas versiones como “Manual de buena fe” de Fumangie -consiguiendo que JD Fumangie y Antonio Vicente salieran del público para cantar con él- y “Madre, anoche en las trincheras”, una canción popular que interpretó con la intención de evitar que se pierda el patrimonio cultural. Tenemos que confesar que con esta canción, ya de por sí emotiva, llegó a tocarnos la fibra, hasta el punto de ponernos el vello de punta. También interpretó “Contra el mundo”, un tema de su proyecto anterior con Los Reflejos, con el que se presentaron al concurso MusicAula.
En su despedida, dio las gracias a María por su iniciativa, dejando patente que le hacía ilusión tocar en un escenario por el que habían pasado Kike Parra y Antonio Álvarez. Durante el transcurso del concierto nos llamó la atención por estar con el móvil, pensando que estábamos en redes sociales, así que le confesamos que estábamos tomando notas para esta crónica -uno ya no tiene cabeza para hacerlo sin apuntar nada-. Por eso en su despedida también se dirigió indirectamente a nosotros “Si alguien va a escribir un artículo o algo, que incluya esta frase: Todo lo que soy son canciones”. Dicho lo cual interpretó un último tema. Como era de esperar, el público pidió más y JJ Fuentes accedió a tocar uno de sus temas más queridos por el público, que lo pedía con insistencia pero que el roquetero parece que hacía tiempo que no tocaba porque “Hay canciones que duelen toda la vida”. Aun así, accedió e interpretó “Hija de la Alpujarra”, un tema de amor con referencias a elementos y paisajes de este peculiar paraje compartido entre Almería y Granada.
El balance de la noche, a pesar de algunos comentarios que el mismo JJ Fuentes confesó como bromas -“No vaya a ser que quien no me conozca piense mal”-, fue muy positivo. No conocemos su propuesta con banda al completo, pero desde luego en formato acústico nos sorprendió muy gratamente; le seguiremos la pista de cerca. Y si todavía no le conocéis, podéis escuchar su EP en su perfil de bandcamp aquí.
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