Cuando eres aficionado a la música, normalmente intentas estar informado de los sitios y momentos en los que poder disfrutar de música en directo. Por eso, mirando las fechas de Dry Martina nos sorprendió que había un festival en Almería provincia que no conocíamos, La Ventolera, que se celebra desde 2010 en Taberno. Como coincidía que estábamos de vacaciones y que teníamos muchas ganas de volver a ver a los hermanos Insausti y compañía, nos liamos la manta a la cabeza y pusimos rumbo a este pueblo almeriense (con alojamiento en un pueblo cercano, eso sí, que volver a la capital de madrugada no era una opción).

La hora de comienzo estaba anunciada para “a partir de las 22h”. Así que llegamos sobre las 21 y cenamos -muy bien, por cierto- en un bar cercano a la plaza del pueblo donde estaba montado el escenario, en el que estaban probando sonido Dry Martina.

Cuando dieron las 22h fuimos a coger posiciones; entonces comprobamos que en la barra instalada para el festival (y suponemos que para las fiestas) además de las típicas bebidas, también se podía pedir comida e incluso limón granizado. Vimos a la gente coger sillas y colocarlas haciendo un arco alrededor del escenario, sobre todo gente mayor. Nos descolocó un poco, pero al tratarse de un festival gratuito, podía ser que la gente mayor del pueblo se acercase también al festival. Pero no, lo que pasaba es que antes del festival tuvo lugar el pregón de las fiestas, a cargo de un señor del pueblo que contó anécdotas de su vida e incluso, en contra del consejo de sus amigos, realizó alguna queja al Ayuntamiento, todo con mucha gracia y salero.

Con todo esto, pasaba la media noche cuando River Side Blues subía al escenario. Durante 1 hora de reloj estuvieron ofreciendo un concierto que alternaba inglés y español para defender un repertorio en el que el blues era el eje principal con temas como “San Fransciso Bay Blues”. Los murcianos lo dieron todo en el escenario y el público respondió bastante bien, sin embargo, a nosotros la forma de interpretar blues del frontman del grupo nos pareció algo forzada o sobreactuada. No terminó de convencernos.

Tras 45 minutos de cambio de escenario, Limando subían a escena. Abrieron al son de una versión de la marcha imperial de Star Wars con la que se metieron al público en el bolsillo. El concierto de Limando fue una hora de alegría y fiesta para todo el mundo. Aunque no les conocieses o no te guste ese estilo de música, es inevitable que se te vayan los pies y te pongas a bailar con temas como “Shopping” o el popurrí de temas tan dispares como “Ilarié”, “Yo quiero bailar”, “Un rayo de sol”, “Se me enamora el alma” o “Volando voy”. Durante su concierto invitaron a cantar con ellos a dos componentes de “No potable”, que interpretaron junto a Limando los temas “Buen tiempo” y “Cae la carretera”. Tras una salida en falso, volvieron para interpretar 3 temas, cerrando por todo lo alto con “La secreta” y “Más barato” ante un público completamente entregado.

Mientras Limando recogía sus instrumentos y se colocaban los de Dry Martina, nos entretuvieron con una batucada. Era la primera vez que veíamos una y la verdad que nos impresionó el ritmo y la vitalidad que transmitían sus componentes.

Eran casi las 3 y media de la madrugada cuando Dry Martina subía al escenario pidiendo a la batucada que se quedasen un momento e interpretaran con ellos “Plan B”. Así, con la percusión de la batucada, arrancaba de forma espectacular Dry Martina su concierto, para después seguir con “Ahora” y “Mala hierba” -una de nuestras preferidas y que solemos escuchar en bucle-. Sonando muy bien y con un público muy entregado -sobre todo unos extranjeros con pinta de nórdicos que bailaban muy bien-  el concierto que tanto estábamos esperando se nos pasó en un suspiro. Si bien durante la primera mitad de su concierto primaron los temas propios, durante la segunda mitad abundaron los mash up marca de la casa que fueron muy bien recibidos por el público.

Cuando quisimos darnos cuenta Dry Martina ya se estaba despidiendo; la verdad es que el concierto se nos pasó en un suspiro a pesar de la hora. Todavía quedaba mucho festival por delante, pero nosotros decidimos optar por poner rumbo al hotel que teníamos reservado y echarnos a dormir unas cuantas horas antes de volver a casa con una pregunta en nuestras cabezas, si Dry Martina da semejantes conciertazos, ¿por qué no están en todos los carteles de festivales este verano? Ante la imposibilidad de conocer la respuesta, nos limitaremos a estar atentos a sus fechas y acudir a todas las que nos cuadren en tiempo, espacio y presupuesto, que ojalá sean muchas.

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