El viernes 21 de octubre pusimos rumbo a Sevilla para asistir a un acontecimiento que llevábamos esperando desde el mes de febrero (casi un embarazo), la primera edición del nuevo festival Interestelar Sevilla. Aunque nos pusimos en marcha con tiempo de sobra, la entrada a Sevilla nos sorprendió con un atasco que hizo que llegásemos casi una hora más tarde de lo previsto a nuestro alojamiento (seguro que los haters también le echarían la culpa de esto a la Organización del festival). Dada la hora que era, comimos cerca del alojamiento y pusimos rumbo al recinto.
Con las pulseras ya en las muñecas, accedimos al recinto mientras sonaba “Culpa y castigo” de Carmen Boza desde el Escenario Negrita. Era la tercera vez que veíamos a Boza en formato trío este año y, aunque sonaba bien, esta vez nos pareció que le faltó un poco de energía, sobre todo para tratarse de una actuación en un festival. A pesar de ello, disfrutamos de su buen hacer con temas como “Mi Do menor” o el combo de la versión de “This mess we’re in” de PJ Harvey enlazado con su “Fieras” que siempre nos pone las púas de punta. Cerró su concierto -tras afinar a conciencia la guitarra- con uno de los temas más aclamados por los presentes, “Octubre”.
La tarde avanzaba con un cielo encapotado, pero que, afortunadamente, no llegaba a descargar más de una ligera llovizna esporádica. Cambiamos al Escenario DeFestivales para encontrarnos con otro de los grupos más presentes en los carteles de los festivales de esta temporada, Mucho. La formación compartió su “mandanga cósmica” con los presentes, que se entregaron a la formación manchega mientras sonaban temas como “Grupo revelación”, “Perro negro S.L.” o “Las puertas del infierno”. Como siempre, Mucho ofreció un gran concierto, pero sí que es verdad que teniendo casi una hora de actuación nos hubiera gustado que hubieran incluido algún tema más de su disco debut.
El relevo a Mucho lo cogieron Anni B Sweet y sus músicos. A pesar de no haber estado tan presente en el circuito festivalero, teníamos todavía reciente su concierto en el pasado Granada Sound. Quizás alguien pueda pensar que ver dos veces en menos de un mes el “mismo” concierto pudiera provocar aburrimiento, pero nada más lejos de la realidad. La malagueña y sus músicos volvieron a demostrar que su propuesta, por más que a algunos les pueda parecer tranquila para un festival, aúna ritmo y sensibilidad de una forma muy singular, algo que consideramos marca de la casa y que tiene como ejemplo “Chasing illusions”. Durante su concierto pudimos escuchar temas de toda su discografía como “Drive”, “Ridiculous games 2060” y una de nuestras preferidas, “Motorway”. Si Anni B Sweet hace que caigamos rendidos a sus pies sin necesidad de abrir los ojos, el día que cante temas como “Monster” manteniendo la mirada, van a tener que recogernos del suelo.
Cambiamos de escenario para encontrarnos con otro grupo que nos conquistó hace ya unos años, en la primera edición del hoy conocido como Granada Sound. Los chicos de Full estaban en su tierra y demostraron que se puede ser profeta en tu tierra, ya que en el multitudinario público se congregaron tanto residentes como foráneos, pero todos entregándose por igual en temas como “Aullando”, “Adiós” o “Mejor opción”. A pesar de estar disfrutando con el buen hacer de Full sobre el escenario, haberlos visto hacía menos de un mes nos facilitó la decisión de sacrificar parte de su concierto para ir a encontrarnos con lo que fue para nosotros la revelación del pasado Sonorama Ribera, Shinova.
Cuando llegamos al Escenario Obbio, comprobamos que Shinova ya estaba dando su concierto, en el que se había congregado bastante gente a pesar de ser el escenario “pequeño”. Para nuestro regocijo, llegamos a tiempo de disfrutar de “Doce meses (el año del maravilloso desastre)”, uno de nuestros temas favoritos. Siguieron con uno de los temas que más hacen bailar, “Para cambiar el mundo”, cuyo estribillo fue además coreado por muchos de los presentes. Tomaron algo de aliento con “La ciudad dormida” para terminar por todo lo alto con “A treinta metros” seguida de “El país de las certezas”. Volver a verles en Interestelar Sevilla nos reafirmó nuestras impresiones en Sonorama Ribera y sólo podemos esperar que poco a poco lleguen a más gente y ocupen una posición destacada en el panorama patrio; a nosotros por lo menos su combinación de ritmos, letras y entrega en el escenario nos ha convencido.
Terminado el concierto de Shinova, aunque en uno de los escenarios grandes estaba Iván Ferreiro, decidimos quedarnos en el Escenario Obbio para volver a ver a otro de los grupos que no tenemos tantas ocasiones de ver como nos gustaría. Correos aparecía sobre las tablas con un sorprendente estilismo, camisa y pantalón negro con chaqueta blanca. “Rubicón” y “No creas las promesas”, de su último trabajo de estudio Seres (Warner, 2015) estuvieron entre las primeras en sonar. Antes de llamar a un invitado para compartir una canción, Fermín Bouza (guitarra y voz) se dirigió a los asistentes para pedir que mandaran toda la energía posible a su padre, ingresado en la UVI hacía ya 15 días luchando por su vida -desde aquí todo volvemos a mandar toda la energía y ánimos para el padre de Fermín al que le deseamos una pronta recuperación-. Ante tal confesión el público arrancó en aplausos, un aplauso que sonaba a abrazo, fuerza y esperanza. Entonces salió el invitado especial para el tema “Jóvenes”, que no fue otro que el sin par Javier Ajenjo, un torbellino de hombre que pasó de cantar a subirse a tocar la batería y no dejaba de incitar al público a que se entregase todavía más. Prosiguieron con una versión de “Blowing in the wind” que hizo de intro a “Todo el mundo necesita un corazón”.
Aunque no había terminado su concierto, en el Escenario Defestivales llegaba el turno de Miss Caffeina y allá que fuimos para verles seguramente por última vez en mucho tiempo, a no ser que se alineen los planetas y nos cuadre alguna nueva fecha que tengan a bien anunciar. Abrieron su actuación con “Venimos”, para después llevarnos de Sevilla a “Detroit”. En su actuación comprobamos el buen estado de forma de la banda y lo entregado del público con cada tema, tanto de temas nuevos como antiguos. En su repertorio hubo hueco tanto para canciones recientes como “Desierto” o “Titanes” como para el resto de su discografía como “Mi rutina preferida”, “Lisboa” o “Modo avión”. Cerraron, como viene siendo habitual, con “Mira como vuelo” y un público visiblemente más que satisfecho.
Llegaba entonces el turno de otro de los platos fuertes de la noche, Mando Diao. Después de la desilusión por su falta de energía en Sonorama Ribera, acudimos a esta nueva cita expectantes, para comprobar sin embargo que esta vez tampoco terminaron de engancharnos. No es que no lo intentaran; desde luego, todos los miembros de deshicieron en gritos animando al público, se movieron mucho por el escenario, pero las interpretaciones de sus mayores éxitos -“Gloria” y “Dance with somebody”- distaron de sonar con el ritmo y la energía que suenan en disco y sonaban antaño en directo. Para nosotros lo normal es que este tipo de temas te hagan vibrar más en directo que en disco, pero este no fue el caso. A pesar de nuestra desilusión, el público estaba totalmente entregado a una actuación en la que también sonaron temas como “Losing my mind” o un tema nuevo.
Las fuerzas nos empezaban a fallar; haber madrugado para llegar temprano a Sevilla se estaba notando, pero no queríamos irnos sin asistir a otra de las citas a la que le teníamos muchas ganas, el turno de Fuel Fandango. Si por algo se caracterizan las actuaciones de Fuel Fandango, además de por su sonido y estética particulares, es por ser un derroche de energía. Y eso mismo fue lo que ocurrió desde que Nita y compañía subieron al Escenario Defestivales, que el público se contagió de esa energía y se creó una gran fiesta en la que los temas de Aurora (Warner, 2016) se fueron intercalando con los del resto del repertorio del grupo. Así sonaron temas como “Nature”, “Shiny soul”, “Toda la vida” o “Always searching”, una de nuestras preferidas (y que siempre nos rememora esos momentazos de giras anteriores con el público en cuclillas y Nita lanzando papelitos brillantes mientras se levanta de un salto). Cerraron con “Salvaje” poniendo el broche de oro a una gran actuación, tras la cual, el cansancio volvió a apoderarse de nosotros así que optamos por retirarnos a descansar.
La segunda jornada del festival se vio truncada por la persistente lluvia que cayó desde la madrugada hasta casi mediodía, dejando el recinto impracticable. A nosotros, que nos enteramos de la cancelación cuando íbamos de camino, la decisión nos pareció la más adecuada si no se podía garantizar la seguridad del personal. Así que, tras cambiar los tokens sobrantes e intentar en vano conseguir entradas para alguna de las actuaciones improvisadas de los artistas del cartel de ese día, optamos por conocer cafeterías y bares de Sevilla, que tampoco es mal plan.