Como ya os hemos contado alguna vez, hay épocas en las que vamos bastante mal de tiempo, y al final, algunas crónicas se quedan guardadas en el baúl de los recuerdos. Sin embargo, siempre intentamos rescatarlas, aunque sea meses después. Es lo que ocurre con esta crónica de la tercera edición de Frenético Festival.
La noche del 24 de noviembre de 2018 pusimos rumbo a Madchester Club, donde a 15 minutos de la medianoche arrancó el festival de la mano de Los Garage, un grupo de la escudería Clifford Records, sello con el que editaron su EP Dolores en 2017. Su frenético directo se basó en temas intensos pero de corta duración (unos 2 minutos), con un sonido bastante «sucio», que a veces no permitía ni entender bien las letras, pero que entendimos que es la forma en la que el propio grupo quiere sonar. A nosotros ese tipo de sonido se nos atraganta un poco, la verdad, pero desde luego tenemos que reseñar su entrega sobre las tablas y la respuesta del público. Durante su actuación sonaron temas tanto de su etapa más reciente, como «Contacto» o «Cadáver ye-yé», como de cuando eran The Garage Players, como «27» o «En casa de Wau» , tema con el que cerraron su actuación.
El relevo sobre las tablas lo tomó Loudly, grupo almeriense que también milita actualmente en Clifford Records. Ver a este grupo, ya sea en acústico o en eléctrico, siempre es un placer y en esta ocasión no fue distinto. Abrieron con «Nada volverá a ser igual» y después siguieron desgranando Elfactorgrotesco (Clifford Records, 2018) sin prisa pero sin pausa, haciéndonos vibrar con temas como «La mayor catástrofe» -esa subida en «…Después de dormir media hora…» siempre nos pone el bello de punta hasta el final de la estrofa- o «El rey y sus faltas». También sonó algún tema nuevo, que nos causó buena impresión pero del que no haremos «spoiler».
La energía que desprenden Juantonio Góngora,
Isaías Arenas, Carlos Arróniz y Lallo Gallardo desde el escenario no se puede describir con palabras, por eso os animamos a que descubráis a esta formación (si es que no lo habéis hecho ya) y vayáis a verles en directo en cuanto tengáis ocasión. Cerraron su participación en el festival con el tema que da nombre a su último largo de estudio y que puso el broche de oro a una actuación que se nos antojó demasiado corta, aunque puede ser que la estuvimos disfrutando mucho y nos hubiera gustado escuchar algunos temas más.
El último grupo en subirse a las tablas fue Verona, que tocaba por primera vez en Almería. Nosotros tampoco los habíamos visto en directo, pero lo que habíamos escuchado de la formación a través de plataformas como Spotify o Bandcamp, no había terminado de convencernos. El motivo: su sonido en disco resultaba demasiado cercano a Neuman (de hecho Paco Román ha sido el productor tanto de su EP como de su largo) pero sin ser Neuman, y eso nos hacía ver a la formación como «un equipo filial». Puede que sea injusto, pero esa es la verdad de cómo lo sentimos.
Sin embargo, en directo esa gran semejanza se diluyó bastante y pudimos ver a Verona como un grupo con entidad propia y una propuesta con un camino propio que recorrer. Durante su actuación, que abrieron con «El oasis», pudimos disfrutar de temas como «Cada vez» o «El tiempo», además de algunos estrenos, incluso un tema compuesto aquella misma semana, que la formación tuvo a bien compartir para abrir los bises ante la insistencia del público pidiendo más cuando anunciaron la despedida con «El desierto».
En el balance de la noche, nos pareció que Loudly brilló con luz propia sobremanera, pero también valoramos positivamente el habernos quitado los prejuicios que teníamos con Verona. Casos como éste son los que nos hacen reafirmarnos en que hay grupos que ganan en directo.
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