Hace años que seguimos la propuesta de Dry Martina (todavía se nos ponen las púas de punta recordando su paso por Madchester Club), así que recibimos con algarabía el anuncio de su concierto en El Ejido dentro de la programación del Festival de Teatro de El Ejido. Así pues, el sábado 14 de mayo pusimos rumbo a la citada localidad del poniente almeriense, y aquí vino el contratiempo.

El lugar de celebración del concierto era «Plaza de la Iglesia»; dado que hay varios templos en El Ejido, pusimos «plaza de la iglesia El Ejido» en el navegador de Google y nos llevó hasta Balerma. Nos pareció un poco raro, pero como el progama «Al Natural» hizo también escala en la localidad costera, decidimos llegar hasta allí. Al llegar, comprobamos que nos habíamos equivocado, así que pusimos rumbo a El Ejido, pero seguíamos sin saber, como canta Viva Suecia, a dónde ir. Así que paramos a la entrada de El Ejido y decidimos buscar en la vista satélite qué iglesia tenía una plaza más plausible para la realización del concierto. Optamos por la iglesia junto al Ayuntamiento. Llegamos casi media hora tarde, pero acertamos en la elección y todavía no había empezado el concierto (¿gracias a Dios?).
Las veces anteriores que habíamos visto a Dry Martina fueron en formato de banda completa, así que teníamos mucha curiosidad por ver cómo sonaban las canciones en el formato trío que descubrimos al llegar. En esta ocasión, Laura Insausti venía acompañada de Pablo Guzmán (guitarra) y Nacho Loring (teclados y trompeta). Justo cuando nos estábamos sentando en las sillas dispuestas para el concierto, comenzaron a interpretar el primer tema «Ahora!», que también daba nombre a su álbum de 2015 (su último largo hasta la fecha).
Una vez roto el hielo, Dry Martina fue alternando temas de sus anteriores largos como «Plan B», «Malahierba» o «He perdido el swing»; con algunos de los temas que ha ido compartiendo en plataformas digitales durante los últimos años como «Lo mejor», «Al son de la buena vida»; y con nuevos temas que esperamos formen parte de un largo que más pronto que tarde se termine de grabar y tengamos el placer de disfrutar.
Si en algún momento alguno de los presentes se planteó la duda de que en el formato trío las canciones iban a quedar deslucidas, nada más lejos de la realidad. Toda duda quedó despejada con el buen hacer de los tres músicos sobre el escenario, la «ayuda tecnológica» y, sobre todo, con la energía de esa frontwoman que nos hizo bailar a pesar de estar sentados en nuestras sillas y con un acuiciante calor.
El concierto, aunque nos permitió disfrutar de un repertorio de 11 temas, se nos pasó como una exhalación, prueba fehaciente de que lo pasamos en grande, como todas las veces que hemos acudido a un concierto de Dry Martina. Así que desde aquí, sólo podemos dar las gracias al Festival de Teatro de El Ejido y a Crash Music por hacer posible este concierto; eso sí, por favor, la próxima vez agradeceríamos una forma más clara para informar de la localización del concierto a los no lugareños.
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