El viernes 14 de octubre, Jairo Zavala volvía a la capital almeriense. Quien escribe estas líneas acudió siempre a la cita con Depedro con mucha ilusión y esta vez, si cabe, con más, por la espinita de no haber acudido en diciembre de 2020 al Auditorio Maestro Padilla, pero en aquella ocasión, la precaución por mi salud me hizo quedarme en casa.
Casi dos años después, con todas las dosis de las vacunas contra la COVID y con una mascarilla FFP2 puesta, volví a pisar una sala de conciertos. Había gente que me miraba raro, pero qué sabe nadie de los riesgos que corre cada uno si decide ponerse o quitarse una mascarilla; normalicémoslo, por favor (o no, en realidad a mí me da igual que me miren).

Por si la situación no era ya de por sí intensa, se le sumaba que era la primera vez que pisaba una sala de conciertos desde la desaparición de Madchester Club, y parecerá una tontería, pero, en parte, me sentía como si estuviese traicionando a mi sala de cabecera, aunque ya no exista.
Gracias a Jairo Zavala, Héctor Rojo, Javier Gómez y Raúl Marques, todos los sentimientos que me rondaban la cabeza, desaparecieron al verles salir al escenario y adoptar posiciones entre los vítores y aplausos del público. Antes de arrancarse a tocar, Jairo se acercó al micro y, con una amplia sonrisa, preguntó «¿Esto está pasando?», a lo que público respondió con un sonoro sí, tras el cual, siguió contando que «Como cerca de aquí, en Cabo de Gata, casi empezó todo, vamos a empezar por el principio», y se abrió el concierto con el primer tema que conocimos de Depedro allá por 2008, «Como el viento».
De su primer trabajo, saltó a un tema de El Pasajero (Warner, 2016) con «¿Hay algo ahí?», para después volver a viajar al pasado con «Un hombre bueno», el tema que daba nombre a su disco de 2013. Fue entonces momento de disfrutar de la canción que da nombre a su disco de estudio más reciente «Máquina de piedad». El resultado con todas las canciones, nuevas o antiguas, era el mismo, el público entregado, coreando y dejándose llevar donde Depedro quisiera llevarlo.
Llegó después uno de los momentos más graciosos de la noche, con «Nubes de papel», pues hay un trozo de la canción en el que se espera que el público cante en respuesta a Jairo, sin embargo, como suele pasar, hubo bastantes despistados y el músico madrileño se dirigió a los presentes: «¿13 años cantando esto y no lo sabéis?» (puedo confirmar que pasa lo mismo con Amaral cuando cantan «Cómo hablar» o Niños Mutantes o Vega cuando cantan «Como yo te amo»), algo que sacó carcajadas al público y que le puso las pilas para no volver a fallar cuando Depedro retomó la canción.
La noche prosiguió con «DF» y una de las que siempre me emocionan, «Déjalo ir». Entonces, Jairo confesó que «Me da mucha envidia veros ahí, y estando cerca de Cabo de Gata, no podía no hacerlo», dicho lo cual los músicos se bajaron del escenario para meterse entre el público a interpretar «El Pescador», tema que Depedro siempre recuerda que es para bailar en pareja, animando al público presente a hacerlo. Para la vuelta al escenario eligieron un tema que «Contiene unas palabras que son herencia cultural y ojalá algún día haga una canción que le llegue al talón» decía Jairo antes de lanzarse con su versión de «Fiesta» de Serrat.

La noche siguió alternando temas de toda la discografía de Depedro, antiguos como «Panamericana» o «Diciembre» -de la que Héctor Rojo cantó una parte- y nuevos como «El puñal». Antes de «Flores y tamales», Jairo preguntó si sabíamos que Javier Gómez Pachecho (aka Javi Skunk) era de Almería, a lo que el público respondió afirmativamente con rotundidad. Tras «Mañanita», Jairo inició la despedida dando las gracias a todos los que habían hecho posible el concierto, todo su equipo, la sala, etc. Después de «Llorona» los músicos abandonaron el escenario mientras la gente seguía con los coros de la canción. El «oooh-oh-oh-oh…» siguió durante varios minutos, aderezado con aplausos y gritos pidiendo más.
No fue hasta que Jairo volvió al escenario y se acercó al micro que los coros se pararon para dejarle hablar.»Gracias por el recibimiento que me dáis siempre en esta tierra, ojalá seguir viniendo muchos años». Tras el mensaje de agradecimiento, interpretó en solitario, en formato más intimo, «Noche oscura» y «Solo quería». Con el regreso del resto de la banda, Depedro se despidió del público almeriense con la energía de «Comanche».
El balance de la noche, como siempre que hemos visto a Depedro, fue muy bueno. Su directo, la magia que se crea durante el concierto, el buen ambiente que se vivió, hizo de la noche una grata experiencia que guardar en la memoria hasta que volvamos a tener oportunidad de volver a encontrarnos.
Depedro (Berlín Social Club, 14.10.2022)
- Como el viento
- ¿Hay algo ahí?
- Hombre bueno
- Máquina de piedad
- Nubes de papel
- DF
- Déjalo ir
- El pescador
- Fiesta
- Te sigo soñando
- Miedo
- El puñal
- Panamericana
- Flores y tamales
- Diciembre
- Mañanita
- Llorona
Bises
18. Noche oscura
19. Solo quería
20. Comanche