Para quien siente y vive la música como algo importante en su vida, cada cita en directo genera unas expectativas. Pero cuando además, llevas tiempo sin ver a uno de tus grupos de cabecera y marcas una fecha en el calendario con muchos meses de antelación, las expectativas crecen de forma exponencial. Las expectativas muchas veces son un problema, pero los que somos conscientes de ello, ponemos de nuestra parte nuestra alma en disfrutarlo lo máximo posible. Si el grupo hace lo mismo, la experiencia es brutal, una experiencia cercana al éxtasis místico, en la que se pierde la conciencia del tiempo y espacio, y eso fue lo que pasó con Viva Suecia en la Industrial Copera de Granada.

A las 21 de la noche del 4 de febrero, con puntualidad británica, se apagaron las luces de la sala y se cortó la música que amenizaba la espera. Mientras alguna gente gritaba «Viva Murcia», arrancó una visual muy efectista en la gran pantalla que ocupaba toda la trasera del escenario, y entonces comenzaron a salir los componentes de Viva Suecia entre aplausos, acercándose al borde del escenario a saludar.
El tema elegido para romper el hielo fue «No hemos aprendido nada», el tercer corte de su largo más reciente El amor de la clase que sea (Universal Music, 2022) y que traía en su gira de presentación a «los suecos» a la ciudad de la Alhambra. La respuesta del público no pudo ser mejor. Sin prisa pero sin pausa interpretaron «Los años» y «Casi todo» antes de dirigirse al público para dar las buenas noches y preguntar al público cómo estábamos. Tuvieron entonces unas palabras de recuerdo para su primera vez en Granada con Modelo de Respuesta Polar, a la vez que agradecían al público de la ciudad su respuesta. Aprovecharon también para anunciar que, al tratarse de un concierto de sala, iban a tocar el disco entero.
Y tras la breve pausa, siguieron el concierto con «El mal» y «A donde ir», con un público entregrado desde el principio, el concierto más que un concierto era un karaoke multitudinario. Confesaré que a estas alturas ya había soltado alguna lágrima, porque hay temas en los que, mientras cantas a pleno pulmón, es imposible que no se escape una lagrimilla de emoción. Entonces volvieron a tomar la palabras para confesar que «Nos estábamos quejando porque en el camerino hacía frío, pero ya se ha ido el frío a la mierda». Claro que se había ido el frío, el público estaba «on fire», el ambiente era todo felicidad y, a pesar del solt out, se estaba a gusto, sí, estaba lleno, pero no éramos sardinas en lata (algo que hay que agradecer).
Después de «Hacernos polvo», confesaron que cuando estaban grabando El milagro, tenían una canción que les gustaba mucho, pero que pensaban que la gente no iba a tener tiempo de escucharla. Sin embargo cuando salió el disco, se convirtió en un tema imprescindible, y tuvieron que darle la razón al único que siempre confío en ella, Fernando Campillo. Interpretaron entonces «Días amables» y continuaron las noche alternando canciones de trabajos anteriores con temas del disco más reciente, hasta confesar que «en realidad, vamos a tocar todo el disco menos una» y que «una de las que no se queda fuera es la siguiente, que la tocamos porque es la favorita de nuestro mánager y de nuestro técnico de monitores», dicho lo cual volvieron a la carga con «Lo que queda de cariño»
En el siguiente tema de la noche, Rafa se bajó a cantar entre el público y, de vuelta al escenario, para el siguiente tema, sacaron un piano eléctrico y Rafa se sentó dirigiéndose al público «Vamos a pedir una cosa, y no imponer, que cada uno haga lo que quiera, pero estaría guay que durante 3 minutos guardaráis los móviles y silencio». Y sí, hubiera sido mágico que cuando empezaron a sonar los acordes de «Rincón exquisito», la gente se hubiera callado, porque nos habría puesto el vello de punta. Sin embargo, continuó el karaoke masivo, demostrando que el público de Viva Suecia también conoce a Second y seguramente echará en falta a la formación murciana tanto como nosotros.
Tras enlazar «Rincón exquisito» con «Gracias», la noche prosiguió con «Parar la Tierra» y «Qué querías ser de mayor», tras la cual Jess recordó cuando vivia en Granada y pinchaba en la Vogue «¿Alguno conocía el Sugarpop? Entonces sois viejos». Entonces cantaron un fragmento de «Errante (Canción mutante)» en homenaje a Granada y el público volvió a responder con un karaoke unánime. Desde luego, quedo claro que Niños Mutantes sí son profeta en su tierra.

Llegó entonces el momento de uno de los temas que ansiaba escuchar en directo, de los que más veces escuché en Spotify en bucle cuando salió y de los que me hacen parar el vinilo y levantar la aguja para volverlo a poner, «Justo cuando el mundo apriete». Sí, volví a llorar. No sé explicarlo, hay temas que van más allá de poner la piel de gallina, llegan a tocar alguna fibra, calan hondo, y escucharlo por fin en vivo, pues me hizo emocionarme, como cuando se llora en la boda de un ser querido. Terminado el tema, volvieron a dirigirse al público «¿Habéis entrado ya en calor? ¿Podemos hacer ruido?», preguntas retóricas porque estaba claro que sí, aunque el público respondió un sonoro «SÍ» a pleno pulmón. Reanudaron entonces con «El rey desnudo», para dar paso a a un bucle de música que dejaron sonando mientras ellos salían del escenario y después dejarnos en silencio con unas luces moradas fijas.
Obviamente no era la despedida, volvieron a salir y presentaron a todos sus técnicos y personal que les acompaña. Entonces recordaron que uno de sus primeros conciertos fue un acústico en Murcia teloneando a una banda que admiraban mucho, que da miedo conocer a quién admiras, pero que en este caso, la experiencia no pudo ser mejor. Salieron entonces al escenario los componentes de Niños Mutantes (a excepción de Juan Alberto) e interpretaron juntos «El bien». El buen rollo sobre el escenario fue patente, y la euforia por parte del público también. Vamos, que si se hacieran una minigira de «Niños Suecos», compartiendo repertorio, podría ser toda una experiencia (por soñar que no quede).
Después de los abrazos de despedida, Viva Suecia continuó con el concierto con «Lo que te mereces», bajándose al público esta vez Alberto y Jess. Los temas elegidos para cerrar la noche fueron «Bien por ti» y «Amar el conflicto (Todo lo que importa)», que hicieron que el público terminásemos en todo lo alto, agotados pero con ganas de más.
El balance de la noche no pudo ser más positivo, el buen sonido, los visuales, el ambiente (quitando el no silencio en el momento piano), las 2 explosiones de confeti… Sinceramente, ahora que se está discutiendo tanto sobre el precio de las entradas, el de este concierto de Viva Suecia, a 25€, me parece más que justificado y ajustado, en relación a lo que se ofrece. De otros grupos reciéntemente hemos pagado más por conciertos en salas menos confortables, con peor acústica y menos efectos. Ojo, que no nos arrepentimos, porque también los hemos disfrutado, pero que, igual que nos quejamos cuando el precio no nos parece correcto, creemos que también hay que poner en valor cuando el precio lo vale o incluso lo supera.

Del repertorio, nos quedó por escuchar «La parte díficil», que si el 25 de marzo no tienen nada y se van a hacerla al inicio de gira de Luz en Roquetas de Mar, pues oye, nos harían muy felices (por pedir y soñar, que no quede). De las antiguas, obviamente, quedaron muchas en el tintero, pero es totalmente comprensible, y como las disfrutamos en su momento, tampoco hay que hacer un drama de ello, esperemos tener una larga carrera sueca para ir rescatando canciones y disfrutándolas de nuevo.
También nos gustaría decir que nos hizo muy felices ver cómo Viva Suecia ha ido colgando el cartel de no hay entradas en todas sus citas. Ver como ha crecido desde sus inicios en Clifford Records, y como siguen recordando su pasado, y cómo se muestran de agradecidos, les honra. Y por último, si os gusta Viva Suecia, como a nosotros, por favor, apoyad también a las salas y grupos más pequeños, que es de donde vienen «los suecos», no queremos perdernos a otro grupo o artista que nos pueda llegar como ellos porque no haya un tejido de base que soporte el nacimiento y crecimiento de nuevos artistas.
Viva Suecia (Industrial Copera, 04.02.2023)
- No hemos aprendido nada
- Los años
- Casi todo
- El mal
- A donde ir
- Hacernos polvo
- Días amables
- Lo siento
- Hablar de nada
- La voz del presidente
- Algunos tenemos fe
- Lo que queda de cariño
- Hemos ganado tiempo
- Rincón exquisito / Gracias
- Parar la Tierra
- Qué querías ser de mayor
- Errante (Canción mutante) – fragmento
- Justo cuando el mundo apriete
- El rey desnudo
- El bien
- Lo que te mereces
- Bien por ti
- Amar el conflicto (Todo lo que importa)