Pocas veces se tiene la oportunidad de presenciar un concierto tan completo como el que Elbow y los Howling Bells ofrecieron el pasado sábado. Fueron la guinda del pastel, tras haber disfrutado anteriormente en la misma sala, dentro de la iniciativa “Conciertos Imperdibles», a Mogway y Explosions in the sky.
Howling Bells con sus potentes guitarras eléctricas nos hicieron disfrutar de lo lindo. Aunque sean un grupo de registros muy diferentes a Elbow, la combinación de ambos resultó gratamente sorprendente. Su música llena de fuerza, incluso caótica en ocasiones, y de tintes oscuros, nos hizo bailar sin descanso. La voz desgarradora e impactante de su vocalista, Juanita Stein, hace que te tiemble todo el cuerpo, sobre todo al escuchar las primeras notas de ese estupendísimo tema que es «Charlatan». Howling Bells es uno de esos grupos que por su intensidad, sin duda alguna lo incluiríamos en la banda sonora de nuestras vidas. Algunos los tachan de “los Pretenders del siglo 21”, pero a nosotros no nos gustan las etiquetas, y estos chicos tienen personalidad propia además de una visceralidad incomparable.
La banda del codo, Elbow, para algunos ya mítica, compuesta por Guy Garvey (voz), Mark Potter (guitarra), Peter Turner (bajo), Craig Potter (teclados) y Richard Jupp (batería) no defraudó, sino todo lo contrario, entusiasmó hasta límites insospechados. Levantaron la sala tocando sólo temas de los tres últimos discos. Todos los que presenciamos el maravilloso espectáculo, caímos rendidos a la simpatía, al virtuosismo y el carisma de los de Manchester. Los “erizos” nos sentimos abducidos por esos sonidos experimentales, acústicos, armónicos y corales mezclados con arreglos magistrales, cuyos efectos nos trasportaron a un mundo lleno de todo tipo de emociones.
Con cada canción cambiaba nuestro estado anímico y no negaremos que en canciones como “Weather to fly” o “One day like this”, alguna que otra lagrima de nostalgia paseó por nuestras mejillas. Pero quizás el gran momento de la noche llegó con “Grounds for divorce”, donde Guy animó al personal a que le acompañaran. Otro tema «The bones of you» hizo las delicias de los “erizos”, por algo “The seldom seen kid”, es nuestro álbum favorito, a la vez que el más premiado de la banda. Como grandes artistas que son, lograron captarnos y conquistarnos durante todo el concierto con su amplia gama de colores musicales.
Entre las múltiples anécdotas de la noche, podemos destacar cuando, en el momento más intimista del concierto, el teclista Craig Potter buscó desesperadamente entre el público a alguien que pudiera traducir todo lo que decía, para más tarde echarlo por no saber hacerlo. Tampoco podemos olvidar cuando Guy, como si de una fiesta en un pub inglés se tratara, nos animó a que cantáramos todos cumpleaños feliz en español.
Para nosotros los erizos fue una noche inolvidable y una experiencia mágica.
Buen resumen …Lo pase genial en este concierto!!!!
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Gracias Sara nosotros tb!una pasada!
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