Si decimos que uno de los grupos más destacados de este año es IZAL, no estamos descubriendo la pólvora. El éxito del grupo es apabullante; casi podría decirse que el proyecto se está convirtiendo en un fenómeno de masas. Nuestra primera vez en directo con ellos fue en abril, cuando visitaron el Madchester Club junto a Cyan. Aquella vez ya nos conquistaron y han vuelto a hacerlo en cada festival en que los hemos visto este verano.Ahora, con un segundo largo bajo el brazo, vuelven a lanzarse a la carretera, con una gira que crece por momentos y que en algunos lugares ha llegado a añadir días extras. Éste es el caso de Almería, donde la rápida venta de las localidades para el sábado propició añadir también una nueva cita el domingo. Nosotros, que nos criamos con lo de “A mí me daban dos”, acudimos finalmente a ambas citas.

Al asistir a dos concierto consecutivos, vamos a hacer una comparativa entre ambos, como cuando te presentas a un examen de Cambridge y tienes que comentar dos imágenes de las que te presentan. El punto de partida de ambos conciertos era bastante distinto; mientras la hora del sábado era la habitual, cercana a la medianoche, el domingo se adelantó a las nueve para que los trabajadores no tuviéramos que trasnochar. No entiendo por qué, pero parece que a la gente le cuesta un poco más “meterse en faena” a esas horas vespertinas. En ambos conciertos el esquema seguido fue el mismo: el esqueleto principal del set list lo configuraban los temas de Agujeros de gusano, incorporando algunos de los temas de su anterior trabajo, Magia y efectos especiales.

En el concierto del sábado nos anunciaron que algunos de los temas que no iban a sonar ese día sonarían al siguiente, por si alguien se animaba al doblete. Sin embargo, el setlist difirió solamente en un tema, que no es un reproche, porque nosotros lo pasamos genial igualmente, pero también echamos de menos que “28 horas” o “Ajam” sonaran en alguna de las dos citas.

Se podría haber pensado que el domingo, al ser tercer día consecutivo de concierto, podía haberles pasado factura y haber resultado algo menos enérgico. Pero nada más lejos de la realidad. Los dos conciertos se caracterizaron por un derroche de fuerza y energía y pudimos ver como todos los componentes de la banda disfrutaban durante la hora y media que estuvieron sobre el escenario. En el aspecto técnico, el sonido estuvo bastante bien, a pesar de que el domingo parecía que había algún problema con el bajo que desesperó bastante a Emanuel “Gato”, aunque no repercutió demasiado en la marcha del concierto.

Por otro lado, el público también se comportó de forma diferente en cada cita. Cierto es que en ambos días los conciertos se convirtieron en multitudinarios karaokes, pero mientras el sábado la gente estaba entregada, se acercaba al escenario y bailaba, el domingo mucha gente parecía cortada de acercarse a las primera filas. Y que decir del grupo de muchachas sentadas en taburetes en primera fila… ¡Vaya juventud! Hasta Mikel les preguntó si había alguna lesionada -no era el caso-.

Después de ambos conciertos la banda al completo se acercó al lugar designado para la venta de discos y atendió amablemente a todo aquel que quiso acercarse. No hay que olvidar que la formación ha sacado su segundo largo mediante un crowdfunding que ha sido todo un éxito gracias a su gran número de seguidores.

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