Después de casi cuatro años sin pisar escenarios almerienses, la banda compuesta por Leonor Watling y Alejandro Pelayo por fin volvía a este rincón de la Península Ibérica. Y lo hacía nada menos que en un enclave tan espectacular como el corazón del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, al abrigo del Castillo de Los Escullos, en la mítica Sala Chamán. Aunque el día antes de la actuación surgieron dudas de la continuidad del espectáculo por problemas con el Ayuntamiento de Níjar, la gerencia de la sala confirmó que el concierto seguía adelante.
Con la sala al completo, poco después de la medianoche salían los músicos a escena arropados por aplausos y vítores. El dúo venía acompañado a la guitarra por Celso Madriñán. Arrancaron la velada con “Hold me tight”, que fuera single de su tercer álbum The Electrical Morning, seguido de un tema de su nueva etapa en castellano, “Dame la razón”.
La complicidad de los músicos y el público quedó patente desde el principio. Alejandro se dirigió a los presentes para decirles “Llevamos un repertorio de 23/25 temas en inglés y español y Leonor no se acordará de ninguno a pesar de haberlos escrito” y el público respondió con risas, silbidos y aplausos. Así la banda fue haciendo un repaso a toda su discografía, deleitando a los presentes con temas como “Madness” o “Bocas prestadas”. Tras “The answer”, Alejandro volvió a tomar la palabra para decir al público “Lo que queráis”; entonces alguien gritó “¡Semilla negra!”, a lo que la banda dio su aprobación y se lanzó a interpretarlo.
En un momento del concierto, Leonor se dirigió al público anunciando con semblante serio que iba a decir dos cosas. Nosotros pensamos que se había enfadado por algo, pero entonces se dirigió a los que estaban a la derecha y les dijo “lo primero: no es que no os quiera mirar cuando canto; es que si canto girada para allá no me escucháis a mí porque canta el viento” a lo que el público le aplaudió comprensivo, y prosiguió “lo segundo, es que vamos a aprovechar lo épico del viento” y entonces se soltó la coleta que llevaba dejando su cabellera bailar con el viento. Y la verdad es que el viento dio bastante juego durante la noche, comentando desde el efecto “video de Shakira” hasta lo difícil que es cantar frente al viento y una anécdota de un concierto en Francia con un ventilador de frente.
La banda siguió desgranando temas haciendo gala de un gran directo y metiéndose al público en el bolsillo. Finalizado “Si yo fuera otra”, Alejando Pelayo presentó el siguiente tema como “la mejor letra escrita en castellano” e interpretaron una preciosa versión de “El sitio de mi recreo” del desaparecido Antonio Vega. No nos dábamos cuenta, pero el tiempo de la actuación se iba agotando y así lo anunciaron tras “Dance, dance, dance”. “No vamos a hacer paripé; vamos a hacer varias más, pero ésta es como la última del concierto” e interpretaron “Lo que sueñas vuela”, tema cuyo videoclip más que un clip al uso es un corto con muchas colaboraciones estelares.
Para los bises eligieron “You won’t have me”, “It’s alright” y “Shake the moon”, empezando este último tema Leonor cantando a capela y poniendo el vello de punta a todos los presentes. Así se ponía el broche de oro a una actuación tan anhelada como necesaria para quien escribe estas líneas. Espero que la buena acogida anime al grupo a volver pronto y no tengamos que esperar otros cuatro años para disfrutar con su directo.
Queremos aprovechar esta crónica para lanzar un mensaje de ánimo y apoyo a la Sala Chamán, que al igual que el resto de salas del circuito de música en directo de la provincia se enfrenta cada vez a más impedimentos (normativas, excesivo IVA cultural, …) para poder ofrecer eventos de calidad a un precio razonable. La música es cultura y como dijo el día anterior Rozalén “…y la cultura no interesa, porque hace pensar”.
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