Ha pasado un año y medio desde su primera visita a Madchester Club y Alis vuelve a la sala almeriense con un nuevo disco bajo el brazo. Pachi García Alis, acompañado de David Ruíz (batería) y David Castro (bajo), viene a presentar “Recopilación de Excesos Emocionales”. Pero antes del concierto del de Baeza y los suyos tiene el turno de micrófono Fumangie, artista invitado para abrir la velada. El aforo dista bastante del lleno total que se merecen ambas formaciones, pero eso no va a ser impedimento para que pongan lo mejor de sí mismos sobre las tablas.
Faltan cinco minutos para las once cuando Juan Diego Fumangie (voz y guitarra) y Antonio Vicente (piano y coros) suben al escenario. Nosotros ya hemos visto a Fumangie con banda y en acústico, pero es la primera vez que le veíamos en formato de guitarra y piano. Comienza su actuación presentando dos nuevos temas de su próximo EP Manual de buena fe. Tras los estrenos nos ofrece “La paz de los idiotas” y “Catania”, revisitadas para este nuevo formato, consiguiendo un resultado espectacular que nos pone el vello de punta. Los conciertos con banda completa molan, pero la magia creada por los dos músicos llena el escenario y no tiene nada que envidiar al formato completo. Otro de los estrenos nos lo dedica a Almu –amiga y compañera del blog Nadie podrá con nosotros– y a nosotros, algo que le agradecemos de corazón. Con “Pequeña Fumangie” comienza la recta final que culmina con “Del cinco al Demodé”. Una actuación breve, poco más de media hora, pero intensa y que nos deja con muchas ganas de escuchar el resto del nuevo EP.
La despedida de Fumangie da la bienvenida a Alis, que entre aplausos sube al escenario. Abren su turno de actuación con “Quizá otro día”, tema de nuevo cuño recogido en el trabajo que vienen a presentar, Recopilación de Excesos Emocionales (Warner, 2014). Se trata de un tema tranquilo y de gran delicadeza que el público disfruta con un respetuoso silencio, roto sólo por los aplausos una vez que han finalizado su interpretación. Siguen ofreciendo temas nuevos como “Perdóname la vida” o “Gol”, que son recibidos por el público con entusiasmo a pesar de tratarse de novedades publicadas recientemente. Es habitual que los temas nuevos tengan una acogida algo más fría, pero éste no es el caso.
Todo va rodado y sonando espectacular, hasta que de repente se escucha un chispazo y el sonido desaparece. El grupo se muestra estupefacto; David Castro se lanza rápidamente a la mesa de sonido: la voz no va, la guitarra apenas suena,… Piden disculpa, y los tres se lanzan al comprobar el equipo, mientras en la sala vuelve a sonar la música pinchada desde la cabina. A los pocos minutos encuentran el problema: el altavoz principal ha “petado”. Pachi pide perdón y paciencia – “Es la primera vez que nos pasa esto”-. Se les nota algo agobiados con el contratiempo pero el público se muestra comprensivo e incluso alguien grita “Pues montad un acústico”. “Por mi ningún problema,»responde Pachi, «pero se suponía que el concierto era con banda, así que vamos a ver si lo solucionamos”. Sustituyen el altavoz por otro que había apartado (no sabemos si de la propia sala), comprueban que todo funciona bien y se vuelven a poner en marcha. Comienzan entonces a echar la vista atrás con “Los que no se arrepienten”, enganchando al público y consiguiendo meternos otra vez en vereda, como si no hubiera ocurrido nada.
A partir de ese momento se suceden temas de toda su discografía que hacen al público cantar, bailar y entregarse totalmente a merced de lo que el trío de músicos nos está ofreciendo. En esta parte del concierto suenan entre otros “Irritable”, “La fuente de Chi” o “Mínimo”. Para finalizar el repaso a su discografía anterior interpretan “Sigo aquí”, tema que va creciendo hasta llegar a un final tan intenso que parece una despedida de verdad cuando los músicos abandonan el escenario entre aplausos.
Pero nada más lejos de la realidad. Tras unos minutos en los que la gente grita pidiendo más, Pachi y compañía vuelven al escenario para seguir deleitándonos con unos cuantos temas más. “Defectos sin defectos” es el tema que abre los bises, cantado a coro por la mayoría de los presentes. En este tramo final del concierto se centran en éxitos anteriores como “Cine mudo” o “Tira de mi lengua”. Sin embargo para cerrar la noche escogen “Me he mudado en mí”, tema que cierra también el nuevo y doble disco que han traído bajo el brazo.
Salimos de Madchester Club con una sensación indescriptible, entre emocionados y eufóricos por el conciertazo vivido, por ser “de los que te llega”. Pero, la verdad, también salimos algo cabreados; sí, cabreados con el público o con el mundo en general, porque la calidad musical y personal no vaya siempre acompañada del éxito que se merece. Seguimos sin entender que la sala no estuviera a reventar, pero nosotros lo tenemos claro: en cuanto podamos repetimos.