A veces compaginar el trabajo, un poco de vida social y el blog se hace una tarea harto complicada. Por eso a veces algunas crónicas caen en el olvido, aunque intentamos que sean las mínimas; preferimos publicar un mes más tarde a no publicar.
El concierto que hoy contamos aconteció el pasado 23 de enero en el almeriense Madchester Club. El plato principal de la noche era el grupo malagueño Negroazulado, que presentaba nuevo trabajo y comenzaba su gira en Almería. Pero Negroazulado no venía solo; el encargado de abrir la velada fue otro malagueño, David Verge.
David salió al escenario para enfrentarse a una sala en la que el aforo no era precisamente multitudinario –seguramente por la época de exámenes y un frío al que no estamos acostumbrados-. Tras sentarse en una silla y calzarse su guitarra, comenzó a tocar un tema instrumental, “jugando” con las pedaleras (reverberaciones, distorsiones,…) y un casiotone, con un resultado generalmente bueno –quitando algún momento de acople-. Tras un primer tema instrumental, cambió de registro y se pasó a canciones con letra, en las que la guitarra sonó más limpia y ofreció un sonido más luminoso que en el tema inicial. Aprovechó bien su tiempo sobre las tablas, ofreciendo un tema tras otro sin apenas descanso. Sonaron así canciones como “En construcción”, “Todo va a ir bien” o “El poder del brócoli”, tema con el que cerró su actuación y pasó el testigo a Negroazulado.
Sixto Jiménez, Juande Jiménez, Diego Espiñeira y Ernesto García saltaron a escena y comenzaron su actuación con “Ciudad Mágica”, el décimo corte de Antártida (2015), su último trabajo de estudio, producido por los grandes Manuel Cabezali y Paco Loco. El tema, de guitarras contundentes, dejó paso a “Invierno”, un tema más melódico y pegadizo que abre el disco.
Tras los dos primeros temas, se dirigieron a los presentes.“Hay poca gente, pero la suficiente para dar un buen concierto” a lo que el público respondió con un sonoro aplauso –éramos pocos pero bien avenidos-. Después añadieron que esa noche abrían la gira y estaban muy contentos de hacerlo en Madchester Club. Retomaron la actuación con “Pájaro negro”, un tema potente y bailable que subió la temperatura de la sala.
Hasta “Un tesoro” todo lo que había sonado correspondía a su último trabajo de estudio, pero con “Caballo de madera” comenzaron a echar la vista atrás durante unos cuantos temas, sonando así “En silencio” y “La mitad”, que es según la propia banda “una de las canciones más tranquilitas que tenemos”.
En los temas potentes sonaron contundentes pero sin perder el control, cosa que es de agradecer y valorar, mientras que en los temas más tranquilos sonaban delicados y brillantes. Después de “Mercurio”, el single adelanto del nuevo disco, anunciaron el comienzo de la recta final con “Invencibles”.
Con “Junto al ciprés” y “Frame” pusieron el punto final a su actuación. La gente quería más y así lo hacían saber con aplausos y gritos de “Otra, otra”. Sin embargo la banda declinó la petición alegando que habían gastado el set completo, aunque agradecieron el gesto y la buena acogida.
El Erizo Albino 