Si hay algo de lo que la gente se quejaba desde hace varias ediciones es del sonido de “la carpa”, aquella que abandonó el nombre de “Future Stars” y que no tenía a veces mucho sentido cuando por ella pasaban artistas ya consagrados como Alis o Ellos –por poner un par de ejemplos-. Este año las quejas por fin llegaron a oídos de la organización y adoptaron la sabia decisión de prescindir de la carpa y montar un tercer escenario, que si bien era de menor tamaño que sus hermanos, no tenía nada que envidiarles en cuestión de sonido.
Nuestro primer contacto con este escenario fue el jueves, cuando fuimos a ver a Lucía Scansetti, una joven que sin haber sacado todavía ningún trabajo discográfico –tiene pendiente salir al mercado un disco financiado mediante crowdfunding- ya ha presentado su música en gran parte de la geografía nacional, tanto en festivales como en salas. En el caso del Sonorama Ribera, Lucía venía con banda al completo, acompañada por Alejandro Hernanz (guitarra), Alejandro Moreno-Corz (percusión) y Pablo López de la Llave (bajo y teclados). Abrieron con tema propio, “Fools”, con armonías delicadas y una gran interpretación por parte de Lucía que sirvió para romper el hielo y meterse al personal en el bolsillo. Una vez interpretado el tema se presentó al público “Hola, soy Lucia Scansetti y ellos también –señalando a los músicos-”. Durante el breve tiempo de actuación –se nos pasó como una exhalación- sonaron algunos temas propios como “Alice in troubleland” o “Captain Hook” y una versión de “Call me” de Blondie que nos dejó impresionados. Antes de irse quiso despedirse dando las gracias. “Ha sido un placer empezar el Sonorama con vosotros; es mi primer día y probablemente el último, porque moriré ahí abajo con vosotros”.
Tras el concierto de Lucía Scansetti decidimos quedarnos a conocer a Bambikina, una artista de la que habíamos oído hablar, pero que ni siquiera habíamos escuchado. Su propuesta de tintes country y folk en español nos pareció sólida y más que apetecible –tenemos debilidad por el sonido de una armónica bien tocada-. Algunos de los temas que interpretaron esta artista y su banda como “Winchester 75” están recogidos en Caravana (Caravana Records, 2014), un EP editado mediante crowdfunding que nos compramos en La Tienda de Los Artistas nada más terminar su actuación.
Rondaban las once la noche cuando volvimos al Escenario Burgos Origen y Destino. Mientras en el Escenario Ribera del Duero acontecía el concierto más controvertido -para algunos-, una parte del Erizo decidió acercase a disfrutar del directo de Tu Otra Bonita, y de paso combatir el frío arandino moviendo el esqueleto. Una vez que la banda estuvo sobre el escenario, abrieron con uno de sus temas más emblemáticos, “Queena Lagarta”, consiguiendo que todos los presentes les ayudasen en el estribillo. A partir de ahí, con todo el mundo entregado a bailar y a cantar sus temas, la banda despachó sin parar un buen puñado de temas como “Willy el Maño”, “Tango” o “Ciudadano terrorista”. El cierre, como no podía ser de otra manera, vino de la mano de la canción que arrasa allá por donde pasan, “Se Quemó”, y, efectivamente, los chicos de Tu Otra Bonita quemaron el escenario e hicieron entrar en calor a todos los presentes. No sabemos la Organización, pero nosotros ya nos los imaginamos el año que viene en la Plaza del Trigo.
En los horarios originales, el concierto de Kuve –elegido para cerrar la primera jornada en el Escenario Burgos Origen y Destino- coincidía con el paso de La Habitación Roja por el escenario principal y hacía que los erizos volviésemos a estar algo dividido. Pero los retrasos acumulados nos cambiaron los planes. Algunos incluso nos planteábamos emprender la retirada, pero decidimos hacer una parada técnica y darle a Maryan Frutos y sus chicos un par de temas. Fuimos incapaces de marcharnos. Al final, a pesar del frío y el cansancio, aguantamos hasta el último acorde de un concierto al que confesaremos que algún erizo llegaba virgen. Pero a veces esa es la mejor forma de enfrentarse a un concierto. La fuerza de Maryan, las caras de disfrute de sobre el escenario y lo bien que estaban sonando fueron los mejores argumentos para quedarnos a disfrutar del repaso algunos de los temas ya conocidos de la banda (“Nadie te dijo”, “Siluetas de invierno”, “Regresión”…) y a la puesta de largo de algunos que aún no han visto la luz pero que formarán parte del nuevo largo de Kuve. Fue la primera, pero seguro no será la última vez.
No fue algo premeditado, pero el de Kuve resultó ser el penúltimo concierto que vimos en ese Escenario. En ese difícil equilibrio entre escenarios en el que además hay que intentar encajar necesidades básicas como la cena, el nuevo rincón del Sonorama lo dejamos un poco desatendido. Pero el sábado noche a las once volvíamos, porque teníamos una cita ineludible. Y es que no todos los días se tiene la oportunidad de disfrutar con el directo de Eladio y los Seres Queridos. La última vez que los vimos fue en el fin de gira de Wolverines de Vega y ya había pasado mucho tiempo. La actuación de los gallegos se nos hizo demasiado breve, pero fue muy intensa, con un setlist equilibrado entre temas de su anterior trabajo, como “La Cruz”, “Miss Europa” o “El tiempo futuro”, y su nuevo disco Orden Invisible (Esmerarte, 2014), como “Los Dinosaurios” o “Niño Salvaje”. Un directo potente, de buen sonido y que en gran parte del mismo se convirtió en un gran karaoke. Esperamos que la próxima vez que los veamos dispongan de más tiempo para poder disfrutarlos como se merece.
Pocos conciertos, de la amplia oferta que había en el Escenario Burgos Origen y Destino, pero suficientes para comprobar que el salto cualitativo ha sido inmenso. Nos atreveríamos a decir que, lejos de envidiar a los escenarios más grandes, el recién llegado lució en muchos momentos un sonido incluso mejor. Gracias, Sonorama.
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