Cambiaron las tornas y, con apenas unos días de diferencia, esta vez eran ellos los que llegaban a nuestro terreno. Era una de esas citas que esperábamos con ganas, de esos conciertos que nos hacía especial ilusión que anunciasen para el Ego.
La fecha que, a priori, no parecía mala, terminó volviéndose algo complicada y a Miryam y Aníbal les tocó competir contra el rey fútbol y algún evento masivo en la capital. Pero, para intentar compensar, la gente que decidió acercarse al Ego la noche del 2 de Abril lo hizo con tantas ganas, que el ambiente en la sala alcalaína acabó siendo mejor que muchas noches de sold out.
A eso de la media noche, los dos componentes de The Bright aparecían sobre el escenario y sin hacer mucho ruido empezaban el concierto los dos solos en acústico. El tradicional murmullo tardó unos compases en enmudecer, pero menos de lo habitual, y mediada «La hierba» todos los presentes tenían la atención centrada en los leoneses.
En el mismo formato -y ya con la atención del respetable desde el inicio- llegó “La culpa al tiempo”, antes de que el resto de la banda se uniese también para ‘Piedras’. Algún debutante al que habíamos arrastrado con nosotros empezó a perder su recelo justo ahí. Porque tras un arranque pausado, después ya no hubo tregua y Miryam, Aníbal, Juancho, Jorge y Cooper fueron disparando trallazo tras trallazo, dejando claro que son capaces de dar mucha cera.
Como no podía ser de otra forma, Líneas Divisorias acaparaba el repertorio y uno a uno iban sonando todos los temas del largo. Pero entre la energía de canciones como «El final del amor» o «Fuego abierto» quedaba tiempo para acordarse de otros tiempos y «Ela» o «Rotten crops»-ésta de nuevo en acústico- no desentonaban entre las recién llegadas.
«Hexágonos» y su pausa antes del arreón final conseguían despistar al público una noche más y poco después, tras «Aire» y «Tarde», «Private garden» servía para echar la vista atrás y recordar el primer videoclip de la banda, que minutos antes del concierto podía verse en las pantallas de la sala. «22 grados», una de esas canciones que crece y crece cuanto más la tocan, cerraba la parte principal del concierto.
Seguía sin decaer el ambiente y, aunque éramos menos gente de la que nos habría gustado, había tantas ganas que casi no se notaba. Ellos, sobre las tablas, lo agradecían a cada oportunidad. Con palabras pero, sobre todo, dando el máximo en cada acorde.
Para rematar la fiesta quedaba uno de los mejores momentos. Tras volver al escenario -de nuevo solos Miryam y Aníbal con sus guitarras- para la canción que da nombre al último largo, la banda volvía también y despachaban como cierre una de las más enérgicas. Con sus disparos, las palmas y esos coros en los que resultan imposible no acompañar a Aníbal, “Visceral” nos sigue pareciendo el mejor final posible.
Y así, sonrientes ellos y, a juzgar por las caras y reacciones en la pista, muy satisfechos todos, acababa un concierto al que llegábamos con muchas ganas y que esperamos que marcase la primera pero no la última visita de The Bright a este lado del Henares.
Álbum de fotos
The Bright (Alcalá de Henares, Sala Ego Live – 02.04.2016)
- La hierba (acústico)
- La culpa al tiempo (acústico)
- Piedras
- El final del amor
- Fuego abierto
- Extrarradio
- Ela
- Rotten crops (acústico)
- Hexágonos
- Aire
- Tarde
- Your private garden
- Veintidós grados
- Líneas Divisorias (acústico)
- Visceral