La jornada del viernes, mientras la mitad del blog acudía a la cita con las catas, la otra mitad fuimos a conocer la propuesta de The Trunks en La Plaza del Trigo. Los coruñeses abrieron su turno con Rodrigo Valiente sentado a los teclados interpretando “Raros”, un tema de corte melódico y desgarrador que nos gustó bastante. Mucho público congregado y bastante entregado con el resto de un repertorio algo más movido.
Antes de que terminase el concierto, nos mudamos al Le Club para asistir al pase de prensa del showcase de Shinova cortesía de Meetinarts. Tenemos que confesar que íbamos totalmente a ciegas, no habíamos escuchado nada del grupo hasta ese momento. Abrieron con “El país de las certezas” y desde el minuto 1 consiguieron ponernos las púas de punta. Nos pareció que defendían de manera sólida unos temas bien construidos y con letras directas. Efectivamente no aportan ninguna novedad revolucionaria, pero como decía Jim Rohn “Para tener éxito no hay que hacer cosas extraordinarias, sino cosas ordinarias extraordinariamente bien” y creemos que Shinova van por ese camino. Para nosotros, sin lugar a dudas, el descubrimiento de este Sonorama Ribera.
Concluido el showcase volvimos a la Plaza del Trigo a tiempo de coger posiciones para el concierto de Kitai. Saltaron a escena con una impactante presentación, ataviados con pasamontañas blancos al ritmo de “El Enemigo”. Ya les habíamos visto varias veces y siempre nos habían gustado, pero en esta ocasión tenemos que confesar que desfasaron demasiado. A nuestro parecer, se preocuparon más de dar espectáculo y descuidaron un poco la parte musical. Con “Sientes el golpe”, Alexander promovió el primer pogo en la Plaza del Trigo, momentos en los que temimos por nuestra integridad y la de nuestro equipo fotográfico. Para nosotros, un concierto que será recordado por mucha gente y por muchos años, pero no por haber sonado espectacular.
Como era de esperar, tras Kitai, volvió a salir al escenario Javier Ajenjo para avisar de una nueva sorpresa. No sabemos por qué, pero este año las sorpresas eran vox populi, y eso les hacía perder parte del encanto. Los que aparecieron sobre el escenario fueron Los Niños Imantados, o, lo que es lo mismo, Love Of Lesbian ataviados como The Cure e interpretando algunos temas de la banda como “Just like Heaven”, amén de otros propios que no sonarían en su tiempo en el recinto como “Me amo” o “Pizzigatos”. En resumen, toda una fiesta en la que el público disfrutó de lo lindo.
Después de almorzar (a las 5 de la tarde) y una breve siesta más que necesaria, volvimos a la carga. Cuando llegamos al recinto se estaba despidiendo Carlos Sadness de una multitud sorprendente para la hora a la que estaba programado. Está claro que Sadness tiene tirón, habrá que ver qué pasa cuando lo programen a una hora menos intempestiva.
Nos mudamos al Escenario Castilla y León para presenciar el concierto de Egon Soda, lección magistral de estilo y buena calidad sobre el escenario. Abrieron con “La Recuperación” ante un público bastante numeroso y totalmente a merced del grupo. Ofrecieron un gran concierto con temas como “Lorem Ipsum” o “Nueva Internacional”. Sinceramente nos dejó con ganas de más.
De vuelta al escenario principal nos encontrábamos con Kula Shaker. No vamos a decir que somos grandes seguidores de la formación porque sería mentir, pero, como la mayoría, conocíamos el tema “Hush” que les hizo tan famosos en los noventa, que sería el tema elegido para cerrar su concierto. Durante su tiempo ofrecieron temas nuevos como “Mountain lifter” y antiguos como “Smart dogs” o “303”. Un concierto que sus seguidores disfrutaron pero que a los que no lo son tanto pudo hacérsele un poco largo.
En ese pin-pon continuo que es la mudanza de escenarios en el recinto, cambiamos al otro lado de la red para una de las citas que más ilusión nos hacía, Delorentos. Los chicos irlandeses nos conquistaron en Pulpop Festival allá por 2013 y desde entonces tratamos de seguirles la pista. Arrancaron con artillería pesada -“Forget the numbers”- y se metieron en el bolsillo al público inmediatamente. Sonando bien, repasaron temas de toda su discografía ante un público que bailaba y cantaba cada tema, cerrando por todo lo alto con “S.E.C.R.E.T.”, uno de los momentos memorables del festival.
Regresando al Escenario Ribera del Duero nos encontramos con The Hives. Su actuación fue todo un espectáculo y Pelle Almqvist demostró ser digno contrincante en la pugna por ser el mejor frontman de la actualidad. Quizá lo único que se le puede reprochar es el quedarse sin aire en algunos temas, pero con tanto bote es totalmente comprensible. Durante su tiempo de actuación sonaron temas como “Hate to say I told you so” o “Walk idiot walk”. Defendiéndose con mucho salero en castellano, Pelle instó al público a agacharse para luego venirse arriba con “Tick Tick Boom”. En este concierto, aunque no conocieses de nada a la formación sueca, no había lugar para el aburrimiento o la indiferencia. Geniales.
Cogió el testigo en el Escenario Castilla y León una de las formaciones que está arrasando, a pesar de que a nosotros su último trabajo nos ha dejado algo tibios, León Benavente. Como siempre, sonaron muy bien y congregaron a una gran multitud. A pesar de tener un trabajo reciente, su concierto no se limitó a éste -por suerte para nosotros- y pudimos disfrutar de temas como “Ánimo, valiente” o la ya mítica “Ser brigada”.
El de Love of Lesbian era uno de los conciertos más esperados de la noche y se notó en la cantidad de público congregado y en cómo cantaba cada canción. De su discografía más reciente sonaron temas como “Bajo el volcán” o “Los seres únicos”. Como siempre, derroche de buen rollo sobre las tablas y mucho espectáculo ante un público totalmente entregado. Aprovechamos la afluencia de público a su concierto para acudir a los puestos de comida a tratar de cenar (¿se puede considerar cena pasada la medianoche?).
Con energías renovadas pusimos rumbo a ver a Belako en el segundo escenario. Tenemos amigos a los que este grupo les gusta mucho y nosotros les hemos visto varias veces, pero no termina de convencernos su propuesta. A pesar de nuestra opinión personal, lo que si hay que dejar claro es que la formación vizcaína puso toda la carne en el asador sobre el escenario y obtuvieron la misma respuesta desde el público, intercambio de energía en estado puro.
A pesar de la hora intempestiva, guardamos energías para aguantar y poder disfrutar del concierto de Miss Caffeína, ya que -quitando la sorpresa el día anterior- llevábamos mucho tiempo sin verles en directo. Sonando realmente bien, abrieron con “Venimos” ante una gran multitud, para centrarse después en su último trabajo con “Detroit”, “Desierto” y “Titanes” enlazado con el estribillo de “Maniac” -la composición de Michael Sembello para la BSO de Flashdance-. Volvieron a echar la vista atrás con “Capitán” para después regresar a los nuevos temas. En la recta final sonaron un “Hielo T” que hizo entrar en calor a todos los asistentes y un “Oh Sana” acompañado de un mensaje reivindicativo. La valoración global no puede ser otra que decir que fue muy buen concierto, si bien hubiéramos agradecido que no hubieran repetido temas entre los repertorios de la Plaza del Trigo y del recinto, ya que dada su discografía no se hacía necesario repetir.
Concluido el concierto pusimos camino de regreso a nuestro cuartel general, acompañados de un frío que se acentuaba al separarse de la multitud. Salíamos felices y algo cansados, pero dispuestos a seguir manteniendo el ritmo en las dos intensas jornadas que quedaban por delante.
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