Hace 3 años, en el arandino Sonorama Ribera, conocimos a Shinova en un showcase en Le Club. Para nosotros fue todo un flechazo musical, y hemos disfrutado de ellos en varios festivales patrios, pero hasta esta ocasión, no lo habíamos podido hacer en una sala, como a nosotros nos gusta. Gracias a Cooltural Live y Madchester Club por la oportunidad.
Con el anuncio de entradas agotadas, bastante tiempo antes de la fecha de celebración del concierto, quedaba claro que Shinova se ganó al público almeriense en su paso por la primera edición de Cooltural Fest. Y es que, este hito de colgar el cartel de no hay billetes, no es algo fácil en esta ciudad, bien lo pueden confirmar salas y organizadores. A pesar de tener las entradas compradas con bastante antelación, la semana del concierto, este Erizo se puso algo nervioso, pues la previsión del tiempo daba nieve en la localidad en la que trabaja este año (mi Invernalia particular). Efectivamente la nieve llegó, pero gracias a la quitanieves pude poner rumbo a Almería (como almeriense nunca pensé que diría esta frase).
Así pues, la noche del sábado, después de cenar con unos amigos, algunos pusimos rumbo a Madchester Club para comprobar, para nuestra sorpresa, que se había formado una enorme cola a la entrada. Que recordemos, sólo hemos visto otra similar con el concierto de Andrés Suárez. Cuando por fin entramos, optamos por quedarnos en la retaguardia, pues todavía no estaba lleno y ya hacía algo de calor, y uno ya tiene una edad como para ir dando el espectáculo con una lipotimia o similiar; mejor prevenir.
Tras media hora de cortesía, Gabriel de la Rosa, Daniel del Valle, Erlantz Prieto, Ander Cabello y Joshua Froufe, subieron al escenario entre vítores y un caluroso aplauso por parte del público. El arranque vino de la mano del tema que da nombre a su álbum de estudio más reciente, «Cartas de navegación». El público respondió arrancándose en modo karaoke, algo que se sostuvo durante gran parte de la velada. Tras el tema, y con otro buen chorro de aplausos, prosiguieron sin pausa con «Utopía» y «Niña kamikaze».
Concluida la primera terna de temas, Gabriel se dirigió al público para agradecer la asistencia, hecho lo cual volvieron a la carga con «Expectativas y espejismos». El público estaba totalmente entregado, saltaba, cantaba y lo grababa todo; la temperatura de la sala no dejaba de subir. En ese momento nos dimos cuenta del acierto de nuestra decisión de quedarnos en la retaguardia. Después de «Viajero», sonó un audio de Pepe Mújica reflexionando sobre el consumismo y lo que significa, que se enlazó con «Aurora».
Terminada la canción, se pusieron a cantar el cumpleaños feliz, parece ser que a alguien entre el público, pero desde donde estábamos no podemos asegurarlo. Los temas se seguían sucediendo, con el público totalmente dejándose la voz y aplaudiendo como si no hubiese un mañana, canción tras canción. Sonaron en este tramo temas como «El peso de los días» o «En el otro extremo». Con «Solo una canción», Ander se subió a la barra a tocar, desatando la locura entre un público que ya estaba de por sí eufórico.
Con Ander de vuelta en el escenario, siguieron repasando su discografía, sonando cortes como «El álbum» o «Doce meses». De la mano de «Qué casualidad» vino uno de los momentos más especiales de la noche, cuando un mar de linternas de móviles iluminaron el MAD Club como si de un firmamento repleto de estrellas se tratase. No lo sabíamos pero lo intuíamos, estábamos cerca de la despedida y tras «Para cambiar el mundo» y «Mirlo blanco», se dio por concluida la cita con Shinova.
El balance de la noche, para nosotros, musicalmente fue muy bueno, aunque al final se nos hizo algo raro vivir el concierto desde la retaguardia. Aún así, nos alegró mucho ver el éxito de la convocatoria, además por triplicado, por el grupo, la sala y la promotora. Esperemos que ahora que se ha comprobado que Shinova tiene bastantes seguidores en Almería, no tengamos que esperar demasiado tiempo para poder volver a verles por aquí.