El sábado llegamos al Escenario Aranda de Duero ubicado en la mítica Plaza del Trigo a tiempo de coger un estratégico sitio en primera fila donde da la sombra casi todo el rato. La primera formación en aparecer sobre las tablas fue Amatria, el proyecto personal de Joni Antequera. Con temas como “La copa de Europa” o “La buhardilla” nos pareció una propuesta novedosa, una forma original de mezclar música electrónica con guitarras y batería, con mucho ritmo y que puso a bailar a los asistentes desde el primer momento. Además, Joni lució una gran sonrisa durante toda su actuación que contagió el buen rollo a los presentes. Momento para recordar la aparición de Elyella Djs sobre las tablas con lanzamiento de purpurina dorada incluida en el tema “Chinches”.  No le conocíamos, pero ahora le seguiremos la pista.

Después le llegó el turno a un grupo que nos encanta, Modelo de Respuesta Polar, pero que tras la fiesta de Amatria, nos pareció un cambio de tercio demasiado brusco. Los de Valencia se centraron en presentar su último disco de estudio Dos Amigos (Hook, 2016) con temas como “Momentos similares” o “Cosas increíbles”, pero tuvieron a bien ofrecernos algo de lo anterior como “El cariño” o “La guerra y las faltas”. Borja Mompó, voz y alma máter, recordó estar viendo a The New Raemon años antes en ese mismo escenario y pensar que nunca llegaría a tocar en él “Así que si hay alguien soñando con tocar aquí, que no deje de soñarlo”. Puede que para muchos su concierto truncase el ritmo del día, pero a nosotros, como siempre que les hemos visto, nos dejaron impresionados y con las púas de punta.

Recogieron el testigo el que es sin lugar a dudas el gran descubrimiento de esta edición, Shinova. Si en Le Club nos conquistaron con su acústico, en el Escenario Aranda de Duero nos dejaron claro que también saben defenderse en eléctrico, con potencia, pero sin perder la capacidad de transmitir. Durante su actuación presentaron temas como “El país de las certezas” o “Para cambiar el mundo”, que forman parte de su disco Volver (Warner, 2016), que verá la luz el próximo 16 de septiembre. Pero también incluyeron algunas versiones como “Ni tu ni nadie” de Alaska y Dinarama y un fragmento de “Resistiré” del Dúo Dinámico, enlazando después uno de sus temas. En definitiva, un gran concierto de una banda que esperamos dé mucho que hablar en los próximos meses.

Tal como era de esperar, terminado el concierto de Shinova, Javier Ajenjo volvía a salir para anunciar otro concierto sorpresa. Entre el público se escuchaban muchos nombres y había uno que se repetía mucho, sin embargo, mirando la retaguardia del escenario estaba claro que sería Grises la formación encargada de la sorpresa. El arranque que, se prometía espectacular, pidiendo a todo el mundo que se agachara, quedo algo deslucido por problemas de sonido que, si bien fueron resolviéndose sobre la marcha, no permitieron que los de Zestoa brillasen de la forma a la que nos tienen acostumbrados. A pesar de los contratiempos, el grupo puso todo de su parte e hicieron bailar, saltar y cantar a todos los presentes en la Plaza del Trigo con temas como “El hombre bolígrafo”, “Wendy”, “Animal” o “Avestruz”, tema con el que cerraron un concierto de los más animados de este año y que podría haber sido mítico de no ser por los problemas de sonido.

Tras la parada por boxes para repostar y descansar, volvimos a poner rumbo al recinto para llegar a tiempo de asistir al paso de Anaut por el escenario Burgos Origen y Destino. Con una formación distinta a la que conocemos -suponemos que algunos músicos tendrían otros compromisos- Alberto Anaut presentó ante el público un concierto con buen sonido y mucho ritmo. En su repertorio incluyó tanto temas de sus -hasta la fecha- 2 álbumes de estudio como varios mashup de grandes éxitos del rythm and blues, cerrando por todo lo alto con “You got me in heat”, el primer single de Time goes on (Sweet Records, 2016).

Cambiamos de tercio y de escenario con Second, que había congregado a un gran público en el Escenario Ribera del Duero. Abrieron su actuación con “Primera vez”, de su último largo de estudio Viaje Iniciático (Hook Ediciones Musicales, 2015). Ante un público entregado siguieron desgranando temas de su discografía más reciente como “2502” o “Pueblo submarino” que hicieron cantar y bailar a los presentes. Estábamos disfrutando de su concierto, pero tuvimos que abandonarlo en aras de acudir a las ruedas de prensa de Izal y de balance de la edición.

Durante la rueda de prensa de Izal quedó patente la relación casi familiar entre el grupo y la Organización. El grupo, además, quiso dejar patente lo especial que es Sonorama Ribera para ellos, un festival en el que la ciudad crece junto con la música, frente a otros festivales en los que la música se queda en su recinto. Por otro lado, contaron como en 2011 Sonorama Ribera fue el primer festival que les puso una acreditación de artistas y su paso por el Trigo marcó un punto de inflexión, mientras que “el escenario principal es una cuestión menos romántica”.

En la rueda de prensa del balance de la edición la Organización quiso dejar claro sus ambiciosos objetivos en el cuidado del público con mejoras en la limpieza, los baños, el desplazamiento de la zona VIP, … Confesaron que el jueves fue un mal arranque, ya que el sistema de pulseras tuvo que ser explicado persona a persona y esto provocó unas largas colas. También comentaron que había habido muchos más problemas que en otras ediciones -pero que esperaban que hubieran pasado desapercibidos- y dieron las gracias a toda la gente que les ayuda a sacar el festival adelante. Quisieron también comentar que si se habló en su momento del “Efecto Raphael”, en este caso el “efecto Dúo Dinámico” había superado al primero. Lo que quedó claro durante la rueda de prensa es el esfuerzo de la Organización por dar lo mejor de sí mismos para tratar de ofrecer lo mejor al público a un precio asequible, con acciones como crear su propio ticketing para bajar los gastos de distribución a poco más de 1€. También se trató el tema de la ampliación del festival, algo que a nosotros nos da un poco de miedo, pero creemos que todo el mundo merece el beneficio de la duda y habrá que dar la oportunidad de ver cómo se organiza antes de juzgar si la idea es buena o no.

Cuando salimos de la rueda de prensa era el turno de Mando Diao. Para nosotros era la primera vez que les veíamos en directo, pero varios amigos ya nos habían comentado que las últimas veces que les habían visto habían bajado el ritmo de sus temas. Cuando comenzó el concierto nuestros peores temores se confirmaron, temas como “You got nothing on me” o “Gloria” sonaron a medio gas, y nuestra decepción se hizo máxima cuando cerraron con un “Dance with somebody” bajado de revoluciones que distó mucho del temazo que nos hace romper pistas cuando nos lo pinchan en cualquier garito. No sabemos a qué se debe esta falta de energía, pero deberían ponerle remedio, o cambiar de estilo completamente, antes de ofrecer un espectáculo tibio que quizás solo complazca a los seguidores más acérrimos.

Rondaba la media noche cuando terminaba el concierto de Mando Diao y poníamos rumbo a la zona de restauración para reponer fuerzas, sacrificando el concierto de Alex Cooper. Terminada la cena, pasamos por el escenario Burgos Origen y Destino para comprobar como el dúo almeriense We’ve got enemies había congregado a bastante público a pesar de coincidir con bandas más populares. Durante el tiempo de actuación que presenciamos comprobamos como la formación ofreció una propuesta diferente, con estilo propio, que hizo las delicias de sus espectadores. Con fuerzas renovadas, volvimos a la carga en el escenario Ribera del Duero con Izal, que habían congregado a una gran masa de gente para presenciar su concierto. Comenzaron con “Copacabana” para después echar la vista atrás con “Asuntos delicados” y “Hambre”. Como a Izal ya les habíamos visto varias veces en la temporada festivalera, optamos por cambiar de escenario y reencontrarnos con un grupo que nos conquistó en este mismo festival hacía pocos años: Exsonvaldes.

El concierto de Exsonvaldes no empezó precisamente bien, dejando bastante que desear en cuanto a nivel de calidad de sonido se refiere. El grupo empezó interpretando temas como “Horizon” para después invitar a Helena Miquel en un set de canciones en las que sonaron “White Fires” y “En silencio” entre otras. El sonido fue mejorando tema a tema, llegando a sonar al buen nivel al que nos tienen acostumbrados. Con “Cyclop” despidieron a Helena y siguieron interpretando unos cuantos temas más, cerrando con “Days” un concierto que fue in crescendo, de menos a más, hasta dejarnos un gran recuerdo. De camino al Escenario Castilla y León nos sorprendió un castillo de fuegos artificiales como colofón del concierto de Izal.

Siendo la hora que era y tratándose del tercer día de festival era lógico que las fuerzas empezasen a fallar, pero cuando empezó a sonar “Hey Hey Hey (The news today)” nos empezamos a venir arriba, al igual que el resto de la multitud que allí se había congregado. Corizonas, con ese torbellino de frontman que es Javi Vielba, hicieron bailar y cantar a los presentes desde la primera hasta la última canción, no apreciándose apenas diferencias en la acogida entre los grandes éxitos como “The falcon sleeps tonight” o “Run to the river” y los nuevos temas como “Todo va bien” o “Nueva dimensión vital”. Antes de cerrar pidieron al público que no fuésemos meros turistas y que vayamos también a las salas el resto del año, una reivindicación que nos pareció justa y necesaria. Pusieron el broche de oro a su actuación con “I want to belive”, quedándonos claro que el concierto de Corizonas fue uno de los mejores de toda esta edición.

Tras la espectacular subida que habíamos experimentado durante el concierto de Corizonas, el cansancio nos abordó de golpe, así que visto la hora que era, optamos por retirarnos para descansar y así afrontar con energías renovadas el último día de festival.

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