Casi año y medio había pasado desde la última vez que habíamos visto a Pachi García. Aquella vez fue en Baeza y todavía bajo el nombre de Alis, en el concierto de despedida de ese proyecto que se nos había marcado a fuego. El anuncio del nuevo trabajo de Pachi García nos llenó de ilusión y que comenzase su gira de presentación en Almería fue para nosotros un regalo.

La sala elegida para tal evento fue El Zaguán, una sala que no pisábamos hacía años, desde el concierto de Münich y Dinero allá por 2011 -si la memoria no nos falla-. Cuando llegamos comprobamos cómo había cambiado la decoración de la sala, incorporando multitud de mesas altas y taburetes desde los que ver sentado el concierto.

Como era de esperar, la hora de comienzo se retrasó un poco de la anunciada en las entradas. El reloj marcaba las 22:15 cuando Pachi salía de detrás de la cortina que había al fondo del escenario para enfrentarse a una sala casi llena. Abrió su actuación con “Desbrigado”, el tema que daba nombre al EP que ha servido de adelanto de su nuevo trabajo y basado en un poema de Jesualdo Jiménez de Cisneros. Pachi consiguió silenciar al público desde los primeros acordes, con un sonido limpio y directo, que emanaba sensibilidad en cada palabra cantada, para en el tramo final transformarse en un torbellino de emoción acompañado de una distorsión muy bien empleada. Con ese comienzo tan espectacular la consecuencia natural no podía ser otra que un aluvión de aplausos y gritos.

Roto el hielo, y con el público ya en el bolsillo, el de Baeza se dirigió a los presentes. “Estoy aquí porque estaba grabando con los Fumangie, les dije que iba a sacar esto y en 5 minutos me cerraron el bolo”. Tras las risas y aplausos por el comentario, Pachi aclaró que se podía cantar, dar palmas, hacer percusión con las mesas, …  lo que se quisiera. Dicho esto, retomó el concierto en el que fue desgranando cada uno de los temas que componen el nuevo disco de Pachi, Vivimos detrás del tiempo que nos sobra (Warner, 2016).

En el escenario, además de 2 guitarras, Pachi contaba con 2 micrófonos y un sinfín de pedaleras y “cacharros” varios. Y lo que hizo con todo ello, nos dejó maravillados, tan pronto se grababa una base con un rasgueo de guitarra, otra pista con un beatbox y otra haciendo percusión con la guitarra. Entonces, con todo eso sonando en bucle, comenzaba a tocar y cantar. A quien escribe estas líneas eso le pareció digno de admiración (yo la hubiera liado parda seguro).

Así durante los siguientes minutos Pachi fue interpretando temas como “No sería justo”, “Segundas partes” o “Palabras”, con el cual anunció su despedida y se volvió a ir tras el escenario mientras los aplausos del público resonaban como un estruendo. Pocos segundos después, comenzaron las peticiones de más, y Pachi volvió a escena.

Reanudó el concierto con “Manteníamos el sol”, tema tras el cual se dirigió al público. “Esto me ha recordado a otra cosa; no estaba preparada, pero si queréis la cantamos juntos”, entonces se lanzó con una de las canciones más representativas de su etapa anterior, “Cuando el sol nos dé calambre”, que hizo las delicias de todos los presentes. Tras “Vuela” dio las gracias a los presentes y anunció una despedida que, a pesar de una sonora oposición, se hizo efectiva con “Pensando en no pensar”, un tema que en su recta final enlazó con algunos de los versos de canciones de Alis como “¿Dónde estabas?” o “Sigo aquí”. Un final de infarto para una actuación sencillamente brillante, por hacer parecer fácil lo complicado, no sólo en el tema instrumental, sino en lo que a transmitir sentimientos se refiere.

Desde este blog secundamos la moción de nuestra amiga Eva Zeta y esperamos que Pachi vuelva a Almería a cerrar la gira. Nosotros no podemos hacer otra cosa que recomendaros que os hagáis con el disco y acudáis a comprobar como lo defiende Pachi en directo. Desde luego, a nosotros si nos cuadra otra fecha en agenda y presupuesto, repetiremos.

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