Cuando compramos nuestras entradas en primera fila para el concierto de Depedro en el Teatro Cervantes de Almería, ya sabíamos a lo que íbamos. No es que seamos adivinos ni un farol ni que vayamos de chulos, sólo es la experiencia. Después de haber visto durante años a Depedro en salas, teatros y festivales, sacamos una conclusión clara: un concierto de Depedro es una apuesta segura de buena música en directo. Si, además, el concierto tiene lugar en un recinto con buena acústica, como era el caso, el disfrute está asegurado. Palabra de Erizo.
Cuando se acercaba la fecha, Galaxina anunció la presentación de su disco el mismo día, pero por la tarde, así que el doblete fue posible. Eso sí, llegamos al Teatro Cervantes diez minutos antes de la hora marcada como comienzo. Para nuestra sorpresa, había poca gente, y nos sorprendía porque habíamos visto que la venta de entradas casi rozaba el no hay billetes. Así que una vez más, tirón de orejas para el público almeriense, que seguía entrando al teatro pasadas las 22:15. Que el público en masa llegue tarde y que no apaguen los móviles ni en obras de teatro es algo que me saca de quicio (me estoy volviendo un cascarrabias).
Afortunadamente, con la salida de Jairo y sus músicos a escena, se nos pasó el ofuscamiento con el público almeriense. En esta ocasión la banda que acompañaba a Jairo estaba formada por Héctor Rojo (bajo y contrabajo), Andrés Litwin (batería y percusión), Kike Fuentes (guitarra) y David Carrasco (saxo barítono). Depedro abrió el concierto con el tema que sirvió como single presentación a su primer disco, “Como el viento”. De lo más antiguo volvimos al presente con “¿Hay alguien ahí?”, de su último disco de estudio El Pasajero (Warner, 2016). La banda sonó, tal como esperábamos, de lujo. Pero, además, se notaba una banda bien empastada, con complicidad, que disfruta tocando juntos, y creednos, eso se nota en el resultado final.
Así, el concierto fue avanzando intercalando los temas nuevos como “Déjalo ir” (una de nuestras favoritas), “D.F.” o “Panamericana” con éxitos de toda su discografía como “Tu mediodía”, “Te sigo soñando”, “Hombre bueno” o “Equivocado”. Si por algo se caracterizó el concierto fue por el aluvión de aplausos al terminar cada tema, nuevo o antiguo, indistintamente.
A pesar de estar en un teatro, algo que suele cortar a la gente para levantarse y bailar, el público respondió pronto a la llamada de los ritmos que marcaba Depedro, y con el cuarto tema, que fue “Nubes de papel”, ya se levantó buena parte del público, que, además, jugó bien su papel de segunda voz cuando se le requería. En otro de los temas, “El pescador”, fue el propio Jairo el que invitó al público a que bailase, especialmente a las parejas, porque era un tema para bailar “agarrao”.
Tras “Llorona”, los músicos abandonaron el escenario. Cierto es que ya habían interpretado 15 temas, pero desde luego todos seguíamos queriendo más. Entre gritos, silbidos y aplausos pidiendo más, Jairo volvió a salir el solo a escena. Entonces interpretó “Miguelito” a guitarra y voz, ofreciendo un espectáculo que fue emoción en estado puro. Terminado el tema, salieron a escena el resto de los músicos y ya juntos interpretaron “La casa de sal”, inspirada en “El Cabo” (que es como llamamos en Almería a toda la zona de Cabo de Gata) según comentó el propio Jairo, comentario que vino acompañado por una gran ovación, especialmente por parte de los amigos que Jairo atesora en esa zona. Prosiguieron con “Ser valiente” y se despidieron definitivamente con “Comanche” dedicado a los niños y niñas que había en el Teatro Cervantes, algunos de los cuales disfrutaron notablemente (algo que nos infunde esperanza).
De esta forma concluía un concierto de Depedro que se colaba rápidamente entre uno de los mejores conciertos del 2016 para quien escribe estas líneas, y no es sólo porque las canciones sean buenas y Jairo las defienda de forma espectacular sobre el escenario, sino por la sinergia que se creó con sus músicos y la maestría que demostró cada uno de ellos en su instrumento (los solos de Kike a la guitarra y David al saxo fueron impresionantes). Desde luego, si las fechas de Granada y/o Málaga nos cuadran en presupuesto y agenda, repetiremos, porque como comenté en Facebook después del concierto, fue uno de esos conciertos para haber grabado y vendido en formato CD + DVD, para mi hubiera sido un regalo genial que pedir en la carta a los Reyes Magos.
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